Violentometro. | Soukoku |

023 | asesinar

Sorpresa al final del capítulo.

ADVERTENCIA: CAPÍTULO CON TEMAS SENSIBLES, LEER BAJÓ DISCRECIÓN.
El siguiente capítulo tiene contenido fuerte como lo son el asesinato y la necrofilia.

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Hace mucho tiempo ya había perdido la cuenta del tiempo que llevaba en ese deplorable estado y en ese asqueroso estilo de vida donde ya ni siquiera se le tenía permitido usar algún aparato electrónico.

Así que, ¿así iba a acabar su vida? ¿En el peor estado posible y sin poder despedirse de sus seres queridos? Porque seamos sinceros, dudaba que en algún momento fuera a salir de ese departamento, ya no tenía si quiera permitido salir a hacer las compras como lo hacía en un principio, ahora su vida se redujo a ser una cenicienta sin príncipe, que, probablemente no tendría su final feliz.

Y él lo sabía.

No le presto atención a los brazos al rededor de su cintura, ya se había acostumbrado a dormir con ellos cada noche, pero ya no era la misma sensación agradable que tuvo hace unos años, ahora le daba igual, ya ni siquiera le repugna.

Esa era una de sus ya comunes noches, no podía dormir así que solo se dedicaba a darse cuenta de lo patética que se había vuelto su vida en tan solo unos meses, ¿será acaso que hizo algo malo para merecer esto? Probablemente.

Esta era una de esas noches donde se preguntaba si seguir viviendo valía la pena, porque ya no sentía felicidad, tristeza o enfado, solo podía sentir miedo y monotonía de la horrenda vida que estaba teniendo.

"Si no te esfuerzas por mejorar entonces nunca lo harás"

Recuerda haberle dicho eso a Dazai cuando estaba pasando por uno de sus típicos intentos de suicidio, y sí, la situación podría ser diferente, pero aplicaba igual... o al menos parecido.

¿Quería salir de ahí? Sí.
¿Podía hacerlo? Era arriesgado, pero podía.
¿Se estaba esforzando? No.
¿Quería volver a sentir felicidad en su vida aun si eso implicaba decir un adiós definitivo para Dazai? Era doloroso, ¡Pero si!

Él es Chuuya Nakahara, el denominado pelirrojo que nunca se rinde y es fiel a sus ideas, que nunca se da por vencido y hace todo para ayudar a los que aman, aun si eso implique un pedacito de él.

Toda su vida había luchado por sus sueños y todo aquello que le hiciera feliz, ¿y por un idiota iba a dejar todos sus sueños atrás? ¿Toda su vida, amigos y familiares? Sí, esto se sentía como una de esas noches donde de la nada querías arreglar toda su vida en una semana.

Él iba a recuperar su vida.

『. . . 』

- Te veo con ánimos, ¿paso algo?.- el castaño abrazo la cintura del más bajo.-

- No es nada, solo que hoy me siento con energía.-

- ¿En serio? Me alegro por eso, mi pequeño chuchu.- esparció unos cuantos besos sobre su cuello.-

Mentiría si dijera que no se siente asqueado por los toques que le daba su pareja, pues ya no era lo mismo que alguna vez sintió cuando eran adolescentes, ahora todo era repulsivo.