001 | bromas hirientes

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⚠️: bromas que pueden hacer sentir mal al protagonista

Cuando iniciaron su relación ninguno tenía problema en seguir con las típicas bromas que se hacían antes.

Desperdicio de vendas
Enano
Idiota
Chibi
Suicida
Duende

La diferencia es que las bromas hacia Chuuya normalmente eran sobre su altura o sobre su mal sentido de la moda según Dazai. Esas bromas nunca lo habían afectado en lo absoluto puesto que ambos se habían acostumbrado a esas pequeñas bromitas de ambos, no es como que Chuuya de verdad pensara que Dazai era un desperdicio de vendas, un suicida o un idiota -aún que podía considerar un poco la última-.
Sin embargo, ese día Dazai se había pasado un poco con las bromas.

Chuuya se estaba arreglando para una salida con amigos puesto que su trabajo había ido de maravilla.
Trabajaba en un laboratorio, más específicamente en el área de gravedad, se graduó como físico químico y bueno, su trabajo le gusta y en realidad no se queja -a veces-.
Su jefe Mori era bueno, Tachihara, Gin, Akutagawa, Higuchi y Kejii eran con los que más llegaba a juntarse.

Portaba unos pantalones negros pegados dejando relucir sus piernas delgadas, una camiseta roja vino junto con una chaqueta de cuero, botas negras, su ya común choker y por supuesto no podía faltar su amado sombrero, ese que le había dado su hermano Verlaine antes de irse a vivir al extranjero junto con su pareja.

Chuuya se sentía increíble, y es que se considera una persona atractiva, no lo tomaría como narcisismo sino como simple autoestima alta.
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escucho como se abría la puerta de la habitación dejando ver a un castaño.

—Llegaste tarde hoy, ¿te dieron horas extra?.- pregunto el pelirrojo.-

—Si, Kunikida se enojó la vez que me fui y me dieron horas extra.-

—Deberías dejar de escaparte del trabajo.- se acercó hasta quedar de frente con el castaño. Sus manos fueron directo a las mejillas de este y las acariciaron antes de dejar un pequeño beso en sus labios.-

Todo hubiera acabado ahí, de no ser por que Dazai tomo a Chuuya de la cintura y cuidadosamente lo dejo caer sobre la cama para poder ponerse sobre él.
Ahora un beso húmedo era lo que los unía. Húmedo, pero a la vez amoroso y donde se veía que ambos se extrañaron luego de no haberse visto por mucho tiempo.

El pelirrojo empujó levemente al vendado una vez comenzó a dar besos sobre si cuello.

—¿Qué pasa? ¿Te molesto algo?.- Dazai siempre fue atento con él en el sexo.-

—No, no, al contrario, me gustaría seguir, pero tengo una salida así que debo irme ya si no quiero llegar tarde.- dejo un corto beso sobre los labios del castaño antes de levantarse de la cama y mirarse una vez más al espejo para verificar su vestimenta.-

—¿Ah? ¿Y por que no me avisaste antes de llegar?.- un pequeño puchero se formó en su rostro.-

—Lo hice, revisa tu teléfono.- y tal como Chuuya dijo, reviso su teléfono dándose cuenta de que tenía mensajes de su pequeño pelirrojo al menos 2 horas antes de que regresara.-

—Ahh... pues bien..- se le quedo mirando al pelirrojo.-

—¿Pasa algo?.- la fija mirada de Dazai lo hizo voltearse para verlo, ¿tenía algo mal?.-

—Esos pantalones te quedarían bien si no fueras un pequeño enano~.- y ahí iba de nuevo.-

—Deja de molestar, se me ven bien.- Rodó los ojos y se nuevo se volvió a mirar al espejo, ¿esos pantalones se le veían mal? Bajo su vista para poder comprobarlo.-

—Pero chuuya~ solo admite que nada se te ve bien por enano, quitando el hecho de tu horrendo sentido de la moda, lo poco bueno que tienes te queda horroroso, tal vez si fuera un poquito más alto.-

¿Su altura de verdad lo hacia ver tan mal? ¿Tenia un horrendo sentido de la moda como decía Dazai?

El castaño se puso a su lado y sus dos manos se posaron sobre los hombros del más bajo, dio unas cuantas palmaditas y luego un pequeño beso sobre su cabeza iba a dejar, pero se detuvo por aquel sombrero.

—Ese horrible sombrero, deberías tirarlo o incendiarlo, no lo sé, cualquier cosa pero deshazte de esta aberración.- se rió un poco ante sus propias palabras.-

No tardo demasiado en retirar aquel sombrero y tirarlo a cualquier lugar de la habitación sin importar si llegaba a ensuciarse o algo por el estilo.

—Pero a mi me gusta, además es de mi hermano.- se alejo de Dazai para poder recoger su sombrero.-

—Pero Varlaine al menos tiene un buen sentido de la moda, no como tú, de tantos sombreros lindos que tiene elegiste el peor.- una vez más se rió.-

—Pero que a mi me gustó este, ¿acaso no lo entiendes? Si solo vas a seguir molestando será mejor que ya me vaya.- su ceño fruncido era presente.-

—¿Ya te enojaste? Era una simple broma, mi amor, ven.- palmeo su regazo cuando se sentó a la orilla de la cama. Chuuya no tardo demasiado en sentarse sobre este.-

—¿Me vas a pedir disculpas? Es lo mínimo que puedes hacer.- Dazai negó con la cabeza.-

—Solo son bromas, Chuuya, sabes que me gustas aunque tengan un pésimo sentido de la moda y que seas un enano.- abrazo su cintura dando pequeños besos por su cuello.-

—Ya.- por alguna razón dolía.-

—No te enojes, ahora ve a esa reunión.-

Y si, acabo yendo a esa reunión, pero le era inevitable ir al baño a mirarse cada cinco minutos para revisar su aspecto, y es que a comparación de otros días, ese día no se sentía para nada atractivo, quizá Dazai tenía razón en su sentido de la moda.

—¿Pasa algo, Chuuya-san?.- pregunto un chico pálido al menos unos 2 años menor que él.-

—No, nada, ¿por qué preguntas?.-

—No has dejado de ir al baño solo para mirarte al espejo.-

—Simplemente quiero verificar que me este viendo bien.-

—Si tu lo dices...- al azabache se le hacia un poco extraña su respuesta, pero no quería indagar demasiado, podría incomodarle o algo por el estilo.-

Violentometro. | Soukoku |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora