_ Iván Buhajeruk es el zaguero de voleibol más reconocido e importante de su escuela ubicada en Santa Fe. Rodrigo Carrera es el delantero de voley más experimentado y fundamental de su escuela en Buenos Aires.
A finales del año, las escuelas de distintas provincias de la Argentina realizaban competencias de voley que eran maravillosas como interesantes. Pero una de esas competencia cambiaría las vidas de estos jóvenes de manera radical. _
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Eran las ocho de la mañana, se encontraban los estudiantes de todas las instituciones de Argentina preparándose para la competencia y había dos grupos que destacaban en este lugar. Los grupos eran de la escuela de Buenos Aires y Santa Fe que estaban en la suya hablando y haciendo planes para poder llegar a las finales. Estaban hablando hasta que uno de los miembros del grupo de Santa Fe decidió hacer un comentario con la intención de ofender a un participante del grupo de La Plata.
- No puedo creer que la única opción de Buenos Aires sea ese enano - comentó un joven de cabellera negra, de ojos marrones y piel blanca para luego mirar con asco al participante de La Plata.
- Pues este enano te hará llorar, pestañitas - respondió un joven castaño, de ojos verdes oscuros y piel un poco bronceada para acto seguido acercarse lo suficiente al pelinegro con la intension de entimidarlo a cambio recibió una carcajada por parte de éste.
- Rodri, déjalo... No vale la pena terminar a las piñas por este santafesino - dijo uno de los participantes del grupo del castaño mientras que intentaba alejarlo del otro.
- Vos no te metas, cantante de cuarta - dijo molesto el joven de alta estatura pero éste recibió un codazo de parte de un joven de pelo teñido de rubio.
- Iván, ya basta... Te estás pasando demasiado - dijo Nicolas Odetti de manera tranquila para luego agarrar el brazo del mencionado.
- Tiene razón tu compañero... No busques pelea que sabes que estas frito, puede que me pases de altura pero de fuerza yo te gano de una - dijo Rodrigo con seguridad y estaba apuntó de irse pero el pelinegro lo agarro del cuello de la remera.
- ¿Por qué estás tan seguro que me puedes ganar?... Sabes que, espero que tu grupo este en las finales para hacerlos mierda al instante y enfrente de todas esas personas que confiaron en ustedes... Que el mejor gane - dijo seriamente Iván para luego empujar al contrario pero éste fue sujetado por Tomás.
- ¡Iván!... Disculpen la actitud de mi compañero, por favor - dijo el joven teñido mientras que observaba a los castaños.
- No es necesario que te disculpes por él... Aún sigue herido, este pibe enserio necesita una buena verga para calmarse - dijo Rodrigo de manera molesta mientras que era agarrado por su compañero.
