_ Rodrigo Carrera era una persona adicta al tabaco a niveles peligrosos para su salud; siempre lo encontrabas fumando un cigarrillo, sin importar si era de mañana, tarde o noche. Para Carrera, era más necesario fumar un cigarrillo que comer o dormir. Sin embargo, esos hábitos cambiaron al conocer a un joven de su misma edad en el parque de Puerto Madero. Desde ese día, Rodrigo encontró algo mejor que el tabaco. _
Eran las doce del mediodía con un clima soleado y agradable en el parque de Puerto Madero. Por lo general, a esa hora, el parque estaba medio lleno de familias, amigos haciendo pequeños picnics, personas paseando a sus perros para hacer ejercicio y otros simplemente admirando o alimentando a los animales del lago. Sin embargo, Rodrigo prefería ese lugar para fumar en paz sin ser juzgado ni molestado. Siempre se sentaba en una banca bajo un árbol Acacia Roja, bastante alejado de las zonas concurridas.El joven castaño llevaba una remera corta rosa con estampado de un paisaje de sakuras, una gargantilla de perlas, pantalones anchos beige con bolsillos, zapatillas Nike blancas y lentes redondos con cristales rosa pastel.
En ese momento, Carrera extrajo una caja de cigarrillos Marlboro de su bolsillo, la abrió y tomó un cigarrillo. Después de lograr sacar uno, guardó la caja y agarró un encendedor Zippo Nirvana. El joven castaño se puso el cigarrillo en la boca y encendió el encendedor, acercándolo rápidamente al cigarrillo para empezar a fumar.
Estaba repitiendo la rutina de tomar un nuevo cigarrillo y encenderlo para experimentar nuevamente el sabor a tabaco en su sistema, encontrando calma y una sensación de vitalidad. Sin embargo, al ir a tomar su quinto cigarrillo del mediodía, fue interrumpido por unos toques en su hombro izquierdo. En ese momento, Rodrigo se giró para descubrir quién era la persona que lo había interrumpido. Se sorprendió al ver a un joven de cabellera negra con una gorra negra con estampado de una huella de oso, una camiseta de Colón que le quedaba un poco grande, shorts negros, zapatillas negras y blancas, y una riñonera negra adornada con pins de Minecraft. El castaño lo miró sin decir ni hacer nada, mientras que el joven de cabellera negra, al notar que prácticamente se quedó tieso, decidió iniciar la conversación.
- Hola, ¿te importa si me siento aquí contigo? - preguntó el joven, que aunque era unos centímetros más alto que Rodrigo, tenía una actitud tímida y agradable, señalando el lado desocupado de la banca.
- Claro, siéntate - respondió de manera leve y cortante Carrera para luego prender el cigarrillo con el encendedor sin importarle si eso le afectaba al otro joven.
El pelinegro soltó una leve sonrisa tímida y se sentó en el lado desocupado de la banca, manteniendo una distancia para no incomodar al castaño. Observó el humo que se elevaba en el cigarrillo de Rodrigo y decidió no decir nada, para no tener una discusión. En ese momento, el joven vestido con la remera de Colón abrió su riñonera para sacar el paquete de chicles Beldent de chicle globo y agarró uno, para sacarle el envoltorio y finalmente comérselo, quitando así sus ganas de morderse las uñas y distraerse.
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ONE-SHOT'S _Rodriván_
Historia Corta[> Lo que está destinado a suceder... Siempre encontrará una forma única, mágica y maravillosa para manifestarse... <]