_ Rodrigo Carrera es un joven de unos veinte años y es un universitario en una de las universidades más caras de Buenos Aires. Él es uno de los estudiantes más reconocidos por su inteligencia y más por su trastorno que es llamada "TID". Tuvo problemas en sus comienzos con los alters pero con el tiempo pudo tener una mejor convivencia y relación con ellos. Él es "Anfitrión" y es uno de las tres identidades de ese cuerpo mientras que los otros alters aparecen cuando hay una situación complicada o no para Rodrigo.
Los dos alters restantes:
[Caleb] Es un joven de veinticinco años, su actitud es impulsiva, sadica, muy orgullosa, domitante y falta de empatia. Su voz cuando toma el control en el cuerpo es profunda y seria. A él le gusta las películas gores, series gores hasta peleas super violentas y el heavy metal.
[Edwin] Es un jovencito de ochos años, su actitud es energética, muy positiva e impaciente. Su voz cuando toma el control en el cuerpo es aguda y exagerada. A él le gusta los videojuegos.
TID (trastorno de identidad disociativo): es un trastorno que se caracteriza por la existencia de dos o más identidades muy diferentes entre sí, que controlan el comportamiento de la persona de manera alternante. El individuo puede comportarse y expresarse como si fuera personas diferentes según qué estado mental tenga el control.
Alters: usualmente tienen sus propios nombres, manierismos, edades, géneros, etnias y voces. Normalmente hay uno principal o identidad que es "anfitrión" que usa el nombre real de la persona. _
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Eran las ocho de la mañana con un clima ruidoso y lluvioso en la Universidad (UAI). Se encontraba un joven de cabellera castaña con un mechón de color celeste en la biblioteca mientras murmuraba. Estaba en la zona de los libros de medicina y logrando encontrar unos cinco libros sobre el tema que debía estudiar para su parcial. Se fue del lugar para irse a la zona de lectura, cuando llegó a ese sitio dejo los libros con cuidado para luego tomar asiento. El castaño agarró uno de los libros para empezar a abrirlo y buscar la página donde tenía el tema que debía estudiar pero no podía hacerlo con la atención que necesitaba. Ya que las voces de su cabeza no lo dejaban tranquilo y para intentar calmarlas decidió ponerse una de sus manos en la boca para luego empezar a hablar en voz baja.
- Chicos, ¿pueden callarse por unos miserables minutos? - susurro el castaño para luego mirar levemente el lugar.
- Rodrigo, sabes que prefiero estar callado pero Edwin enserio me esta molestando muchísimo... ¡Ni se te ocurra, Edwin! - dijo una voz grave con molestia y enojo.
- Caleb... Es un niño, sabes como son ellos... Solo déjame lo a mi, ¿si? - respondió Rodrigo para luego recibir un gruñido de esa voz - Edwin, ¿qué hiciste? - dijo nuevamente mientras seguía mirando si venía alguien.
