Capítulo 4: El guardián de las llaves

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Albus: Bien.....¿quien quiere leer ahora?

Ginny: yo profesor *levanta la mano*

Albus: excelente señorita Weasley *jovial, levita el libro hacia ella*

Ginny: *abre el libro y lee* Capitulo 4: El Guardian de las llaves

Todos: ¡Hagrid¡ *lo ven*

Hagrid: *saca pecho orgulloso*

Sirius: asi que Hagrid, fue quien te enseño el mundo magico, eh?

Ava: si *les sonrie* la mejor decision del profesor

Hagrid: *conmovido* oh, Ava *solloza* 

Ava: *se levanta y lo abraza* ya, esta, ya *le da unas palmaditas en el hombro y despues se sienta de nuevo* Gin

Ginny: ok. 

BUM. Llamaron otra vez. Dudley se despertó bruscamente:

Duddley: ¿Dónde está el cañón? 

 Se oyó un crujido detrás de ellos y tío Vernon apareció en la habitación. Llevaba un rifle en las manos: ya sabían lo que contenía el paquete alargado que había llevado.

Hermione: un rifle?  llevo un arma donde había niños? *preocupada y molesta*

Theo: ¿Porque Granger? ¿Que es un rifle?

Hermione: es un arma, que dispara unas pelotitas de metal, que pueden matar o herir a la persona. Ese estupido hombre, llevo un rifle donde habia niños y pudo haber lastimado a Ava.

Ava: estoy--------*se calla al ver la mirada fulminante de Hermione* sigue Gin

Vernon: ¿Quién está ahí? *agarra el rifle con fuerza* ¡Le advierto... estoy armado! 

Hubo una pausa. Luego... ¡UN GOLPE VIOLENTO! La puerta fue empujada con tal fuerza que se salió de los goznes y, con un golpe sordo, cayó al suelo. Un hombre gigantesco apareció en el umbral. Su rostro estaba prácticamente oculto por una larga maraña de pelo y una barba desaliñada, pero podían verse sus ojos, que brillaban como escarabajos negros bajo aquella pelambrera.

Hagrid:................me gusta mi descripcion *hace reir a todos*

El gigante se abrió paso doblando la cabeza, que rozaba el techo. Se agachó, cogió la puerta y, sin esfuerzo, la volvió a poner en su lugar. El ruido de la tormenta se apagó un poco. Se volvió para mirarlos:

Hagrid: Podríamos preparar té? No ha sido un viaje fácil... 

Se desparramó en el sofá donde Dudley estaba petrificado de miedo:

Hagrid: Levántate, bola de grasa 

Fred: bien, Hagrid *orgulloso del semi-gigante*

George: a las cosas, hay que llamarlas por su nombre

Lee: exacto

Dudley se escapó de allí y corrió a esconderse junto a su madre, que estaba agazapada detrás de tío Vernon:

Hagrid: ¡Ah! ¡Aquí está Ava! 

 Ava levantó la vista ante el rostro feroz y peludo, y vio que los ojos negros le sonreían:

Hagrid: La última vez que te vi eras sólo una criatura  *le sonrie*  Te pareces mucho a tu padre, pero tienes los ojos de tu madre.

Ava: esa fue la primera vez que me dijeron, que me parecía a mis padres *sonrisa triste* Gracias Hagrid *le sonrie*

Hagrid: lo que sea por tí, Ava *le devuelve la sonrisa*

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