2 Coins nd 2 Enemies [Merthur][Drarry]

Negro sobre plateado

- Qué es lo que esperas de mí Ron? no puedo simplemente fingir que nada está pasando, se supone que somos amigos - Harry escuchó mientras se adentraba a la sala común, la chica se detuvo en el momento exacto en que lo vio.

Harry sabía que podía ser totalmente despistado y en ocasiones torpe, sin embargo no era para nada tonto, sabía que algo estaba pasando pero por algún motivo no querían que él lo supiera. Oh pero si fuera algo relacionado con algo peligroso o con salvar la vida de los demás entonces si correrían tras él parloteando todo lo que saben y como Harry los tiene que ayudar independientemente si quiere hacerlo o no.

La mayoría de las veces siendo guiado por su propio terror más que por sus habilidades, de alguna forma siempre se salió con la suya a pesar de la paralizante sensación de no saber qué demonios estaba haciendo o tan siquiera saber para quién estaba trabajando tan duro.

Pensar en esas preguntas que lo despertaban por las noches acabaron de colocarlo de mal humor, pasó de sus amigos para dirigirse a su cama y apretar una almohada entre sus brazos, su maleta se empacaba mágicamente bajo sus ojos molestos y cansados. Estaba actuando como un niño de nuevo, suspiro buscando relajar el ceño marcado entre sus cejas.

Tal vez si necesitaba un descanso de todo esto, ahora contaba con un hogar alejado que nadie conocía y en el que no recibiría la constante atención de todo mundo, las distinta energías que aquellos ojos le profesaban, sentía que todo le molestaba y que la respiración se volvía caliente y pesada en sus pulmones cuando un montón de preguntas y exclamaciones eran lanzadas a su rostro por cada mínima cosa que hiciera o dijera.

Cada vez que era llamado por el director, por Minerva, por quien sea. Todos estaban allí, detrás de él esperando saber qué era lo que le fue informado. Por ello, todo mundo sabía de la búsqueda de tutores que habían estado haciendo para él, y ahora todos sabían que en realidad Emrys nunca había muerto. Genial, ahora había arruinado otra vida más.

Deseaba fervientemente que su vida con el Mago más poderoso de todos los tiempos no fuera apesadumbrada, deseaba que él no intente manipularlo, que no intente adoctrinarlo, que no sea indiferente a sus necesidad de contención, porque a estas instancias de su vida le avergonzaba muy poco aceptar que necesitaba un poco de eso. Sobre todo cuando su última oportunidad de tener una familia le había sido arrebatada de un momento a otro, arrancando otra parte más de su corazón, su pecho ya casi vacío lloraba por una pequeña consolación.

No pretendía que Arturo y Merlín lo amen como a un hijo o como un sobrino, pero realmente esperaba disfrutar de una temporada más... cálida, más reconfortante. Honestamente no podía imaginar cómo sería vivir normalmente como una familia que se quiere, que se entiende, que se apoya. No sabía lo que era, si alguna vez lo experimentó no logró sentirlo el suficiente tiempo como para identificar la sensación y derretirse en los brazos de la tranquilidad.

Alguna vez deseaba ser el protegido y no el que debía proteger, el que se escondía en los brazos de alguien más, tener un lugar seguro al que volver cuando necesitara lamer sus heridas.

El encuentro con Draco y el desencuentro con sus amigos había drenado toda su buena voluntad de desperezarse de sus malas emociones y pensamientos, pero mientras más intentaba convencerse de que debía salir a la sala común y pretender que nada le pasaba, más quería mandar al demonio a todos de una vez.

Harry esperó a que todos fueran a dormir para escapar y merodear por los pasillos oscuros y desiertos hasta llegar a los pasillo externos, la luz de la luna se reflejó en sus gafas y se sujeto al marco del ventanal esperando no caer exhausto al suelo, el nudo en su garganta se estaba deshaciendo finalmente pero un sonido de arrastre lo obligo a tragarse sus emociones desbordantes otra vez, volteo.

- No te ves bien, Potter -

- Alguna vez me he visto bien, Malfoy? - Harry volvió su vista hacia afuera esperando que Draco simplemente lo dejara solo como últimamente hace.

- Tienes razón, siempre te has visto miserable - Harry sonrió colocando los ojos en blanco, Draco sonreía un poco más ampliamente, de reojo lo vio acomodarse contra el marco de la ventana, apoyándose sobre su hombro con su cuerpo totalmente girado hacia Harry.

- Qué haces aquí? - Harry lo observó ladear la cabeza hasta que estuvo apoyada en el marco también, sus ojos grises nunca dejando lo suyos, se veía tranquilo.

- Qué haces tú aquí? yo vigilo los corredores por última vez antes de ir a la cama - Harry asintió recordando ese pequeño detalle.

- No puedo dormir -

- Mnh, imagino que es tu primera vez volviendo a un lugar que puedes considerar un hogar - Harry creyó que estaba burlándose de él, sin embargo Draco se veía serio e interesado en la conversación.

- No sé realmente a donde estoy yendo -

- No creo que sea tan malo, un mago que ha estado en el anonimato tanto tiempo salió a la luz para cobijarte bajo su ala. No creo que tenga malas intenciones contigo -

- Cómo podrías saber eso? -

- Creeme cuando te digo que sé muy bien cómo son y cómo piensan las personas con malas intenciones, principalmente cuando se trata de tí -

- No entiendo a qué te refieres -

- Ese es tu problema Potter, no sabes distinguir entre una persona que te quiere y una persona que quiere lastimarte, siendo amables o no. Ellos te tiran de un lado a otro como si fueras un quaffle y tu ni siquiera lo notas -

- Si lo noto -

- Entonces di que no, Harry - El pelinegro lo miró atentamente tras haber sido llamado por su nombre -... comienza a decir que no - La mirada de Draco continuaba fija en él, pupilas dilatas, cabello cayendo sobre sus ojos al haberse inclinado hacia él, unos pasos hicieron que ambos desconecten sus miradas para ver a un par de estudiantes dar la vuelta en el pasillo congelándose al verlos, Harry fue totalmente consciente de la poca distancia entre ellos sin embargo no podía importarle menos - Qué demonios hacen fuera de sus camas? - señaló a ambos jóvenes alumnos que se dieron la vuelta y se fueron por donde llegaron con rapidez.

- A mi no me gritaste así - Harry sonrió y Draco volteó para fruncir el ceño en su dirección.

- Cómo si yo tuviese autoridad alguna para reprenderte a ti -

Harry continuó sonriendo comenzando a desandar su camino finalmente - Tiene autoridad sobre mí pero no quiere usarla, Prefecto - mencionó antes de dar la vuelta y desaparecer de la vista del Slytherin.