Estática gris

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Estaba cómodo de esa forma sobre su espalda, con el cuerpo calentito y pateando en el aire animado mientras estiraba ambas manos hacia los rostros que se asomaban en su cuna - Mira a ese jovencito, oye... a que hora piensas dormir, huh? - El hombre de gafas le sonrió tan amplio que produjo que un sonido burbujeante saliera de su boca, el hombre rio junto a él.

- Él definitivamente tiene tu sonrisa, Potter - La mujer explicó quitando el cabello de su rostro para acercarse y besar su mejilla suavemente -... mi pequeño travieso no quiere dormir aún -

- Estoy seguro que es porque no me dejaste sacarlo a pedir dulces -

- Por supuesto, se supone que nos estamos escondiendo - Ella lo empujó y los vio reír -... vas por la cámara? tal vez podamos probarle el disfraz que trajo Sirius -

- Seguro - El hombre asintió y dejó la habitación, ella se acercó y lo cargó suavemente, hubo dos golpes en la puerta y ella llevo a ambos al umbral para asomarse por las escaleras, la pelirroja inspiró aire y lo apretó contra su cuerpo -... Peter? - la voz del hombre falló y ella corrió escaleras arriba cuando un golpe seco la hizo temblar.

Mas correr no fue suficiente y cerrar la puerta mucho menos, ella lo abrazó una vez más y lo dejó en su cuna - Vas a estar bien bebé, yo te amo... yo te amo Harry - ella acarició su rostro y vio las lágrimas bajar por sus mejillas -... papá también te ama - la puerta explotó y ella se volteó en medio de un sollozo - Déjalo vivir, deja a Harry en paz - pero el hombre que entró no lucia como papá, era un monstruo - deja- dejalo... por favor... Harry - él alzó su mano que sostenía algo más que solía ver a menudo y un rayo colorido salió de ese objeto, ella estaba en frente suyo en un segundo, cubriéndolo -  HARRY! -


Le picaba la nariz exageradamente mucho y es que había tierra y polvo en todas partes y por la tenue luz anaranjada apenas podía ver donde estaba sentado, vio los barrotes rápidamente pero eso no fue lo que le recordó dónde estaba.

Fueron los gritos, gritos desgarradores y sollozos estremecedores de su mejor amiga, de la pequeña niña que reparaba sus anteojos, de esa con la que bailaba para subirle el ánimo.

Hermione tenía la voz ya tan rota como el corazón de Harry con cada súplica, con cada agonía y es que el tendría que haber hecho más.

Pero no podía cubrir sus oídos y no podía escapar, solamente esperaba poder ver a su mejor amiga otra vez con vida, pero otro llanto le estremeció.


Cuando quiso darse cuenta había caído de rodillas en el suelo de tierra, la luz era escasa pero podía vislumbrar el lugar, un cementerio, uno que conocía muy bien.

Se arrastró hacia adelante maldiciendo el cabello que le caía sobre los ojos y la precaria salud que tenía porque le tomó más de lo que quería llegar hasta el cuerpo frente a él.

El joven yacía donde lo vio en aquel cementerio, ojos abiertos y perdidos, decidió dejar la cabeza en su pecho para acurrucarse contra él - Lo siento Cedric, lo siento... por favor perdóname - sollozo aferrándose a la camiseta del chico -... es mi culpa, es mi culpa y lo lamento -

Abrió los ojos cuando un ruido le llevó a alzar la cabeza y mirar la figura frente a él, el hombre de ojos brillosos y largos dientes frontales, ese que los traicionó - T-tu lo mataste - continuó llorando y éste respingo asustado llevando sus temblorosas manos a su boca -... tu... porqué? en que fallaron ellos contigo?... qué culpa tenía yo? porqué, Peter? Porqué? -

Miró hacia abajo pero Cedric ya no estaba ahí, en su lugar se encontró con que el suelo ya no era de tierra y al subir la mirada vio al mismísimo Tom Riddle frente a él - Yo siempre voy a volver - siseo despacio

2 Coins nd 2 Enemies [Merthur][Drarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora