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Llevaba horas caminando por la orilla de la playa sin tener alguna señal de vida del azabache.

 Después de aquel beso no había vuelto a verlo. 

Por una parte me sentía satisfecha, pero al recordar su reacción y que me dejó sola en plena playa, hacia que todas aquellas mariposas que se habían alojado en mi estomago comenzaran a escapar en cada suspiro que salía de mi.

''Tal vez besas mal''....- No lo creo, el correspondió a la perfección.

''Entonces, tienes mal aliento''....- ¡No es cierto!.... ¿O sí?

Coloqué una mano sobre mi boca y solté un poco de aire intentando detectar algún olor desagradable pero no. Buscaría ayuda en otra parte, mi voz interna no es muy alentadora.

Los remordimientos y los sentimientos de culpa comenzaron a atacarme. Tal vez el no tenía intenciones de besarme y yo fui la apresurada en aventarme sobre sus labios... Solo pensaba en la incómoda situación en la que estaría al ver a Jungkook de nuevo.  

¿Qué le diría? ¿Me disculpo? ¿Lo beso de nuevo? Pero qué digo... Después de esto, no volverá a pasar.

Sin darme cuenta, ya estaba frente a la puerta de nuestra habitación, abrí y me adentré en esta. Todo estaba en completo orden señal de que acababan de hacer el aseo. Dejé mis cosas sobre el pequeño sillón que se encontraba ahí y caminé hacia el cuarto, la cama estaba arreglada. 

Abrí la puerta del baño y todo estaba perfectamente acomodado, al igual que el closet y el mini bar, esto solo me dejaba claro que Jungkook no se había aparecido por aquí. 

Me deshice de la ropa de baño la cual estaba un poco húmeda y me coloqué ropa de dormir mucho más cómoda, mi cuerpo pesaba de sobre manera haciéndome caer pesadamente sobre la cama. 

Tenía hambre pero no la suficiente como para bajar y tomar algo, ni siquiera la idea de pedir servicio al cuarto me era llamativa por el momento. Acomodé las almohadas debajo de mi cabeza y me relajé sobre la cama. Noté la hora en el pequeño reloj que se encontraba a un costado de la cama sobre la pequeña mesita de noche, las 8:00 pm, y todavía no sabía nada de Jeon.

(...)

Abrí los ojos dando un brinco exaltado sobre la cama, un ruido proveniente del televisor había interrumpido mi profundo sueño. Froté mis ojos suavemente y ahora notaba que le reloj avanzó cinco horas más marcando la plena madrugada. 

Los ruidos fuera de la habitación continuaban, acompañados de pequeños e inentendibles susurros que parecían más a pequeñas maldiciones. 

- ¿Jungkook?....- dije en con un tono adormilado, espere unos segundos pero no recibí respuesta de su parte.

Saqué temerosamente mis piernas de la cama poniéndome de pie, me coloqué mis pantuflas y perezosamente fui hacia la pequeña sala de estar. No noté nada extraño, todo estaba en su lugar. 

Esto ya era bastante extraño, pensé que tal vez Jungkook llegaría como en la noche anterior ebrio y ahogado en alcohol, lo cual sería muy divertido pero ya no estaría dispuesta a ayudarlo. Me senté sobre el sillón y marque a recepción, a lo mejor ellos lo habían visto o saben algo sobre él, es Jeon Jungkook, todos saben quién es.

- Grand Cayman Select, ¿en qué puedo ayudarle?- escuché la voz de la joven recepcionista del otro lado de la línea.

- Emm....- aclaré mi garganta, en un intento de que las gotas de sueño que aún recorrían mi garganta no fueran tan notorias. - ¿Quería saber si el señor Jeon tuvo comunicación con ustedes?

S A N T U O K A ; Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora