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La mañana del pequeño ángel comenzaba con su despertar, su pecho se sentía tan pesado como las montañas, y sus ojos se sentían agotados aún sin estar abiertos

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La mañana del pequeño ángel comenzaba con su despertar, su pecho se sentía tan pesado como las montañas, y sus ojos se sentían agotados aún sin estar abiertos.

La falta de sueño se hizo presente y la insomnia devoró los sentidos del castaño, si no fuera por un ligero picoteo en su mano, no se despertaría por lo que le quedará de vida. Abrió con pesadez sus ojos cruzando miradas con un pato acurrucado en su ya pesado pecho.

Con toda la energía disponible en su pequeño ser, se encargó de levantarse y alimentar a la cría de sus brazos, su cuerpo estaba pesado y sucio, el sudor cubría cada una de sus extremidades, al igual que la sangre derramada de su boca la noche previa, la ropa ocupada para dormir estaba manchada, al igual que las sábanas de su cama y nido personal.

Las náuseas nuevamente se hicieron presentes, al ver en lo que se había convertido su pequeño escondite del mundo, un revoltijo de sangre y sentimientos florales apenas florecidos.

Trató de contener las lágrimas que se hicieron presentes en su ahora, pálido rostro, acarició al único fruto de aquel amor, a ese pequeño pato de sus brazos.

Trató de contener las lágrimas que se hicieron presentes en su ahora, pálido rostro, acarició al único fruto de aquel amor, a ese pequeño pato de sus brazos

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"Quackity, hijo, que no te enteras" Vegetta se sentía más que agotado, el híbrido de pato se presentó a primera hora de la mañana en su hogar.

"Mira Vegetta, solo quiero hablar, quiero arreglar todo este reguero" El mexicano trataba de mantenerse en paz, pero el aroma del castaño mezclado con el del moreno le iba a reventar las arterias.

"Quackity, es simple, elige, Luzu o Rubius, podrás cortejar a uno, porque solo los llegas interiores son egoístas, no toleran el dolor de ser el segundo" Explicó el moreno tratando de tener la mejor disposición con el menor "Y respecto a lo de ayer, en Karmaland, los guerreros somos una manada, sabrás tú, que entre la manada es hasta cierto punto normal, pasar ciclos de calor juntos ¿Con apareamiento consensuado? Tal vez, depende de la pareja.

"Escucha, quiero arreglar las cosas, créeme que quiero"

"Es simple, elige un Omega, no andes por la vida ilusionando a otros, porque en este pueblo cuesta caro, y no, no es amenaza" Murmuró el mayor de los alfas "No te obligaré a elegir a Luzu, ni a Rubius, pero elige uno para cortejar, en Karmaland, los omegas no son un juego."

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