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Estoy de muy bien humor, aprovechen.

Estoy de muy bien humor, aprovechen

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"U-uh... ¿Merlon?" Se levantó de aquella camilla con cuidado, su cuerpo había pasado dormido más de lo necesario, por lo que pesaba moverse "Espero no haberlo matado.." Con delicadeza tomó el pulso del anciano, suspirando de alivio al sentir los latidos.

Con la fuerza recién recuperada, tomó a Merlon y lo subió a la camilla en la que el se encontraba antes, después buscó en la habitación algo para cambiarse, porque pasearse por el pueblo con una bata no era para nada agradable.

Encontró una muda de ropa suya además de sus objetos personales, que aceptó contento, se cambió rápidamente y se fué a explorar el lugar en el que se encontraba en busca de alimento. Un amable enfermero le dió un sándwich al ver lo desorientado que estaba, ya con energías renovadas y con el estómago lleno, salió.

Se sentía con mucha energía y feliz, no estaba para nada enterado que el día anterior había estado al borde de la muerte. Por lo que se puso a recorrer su bella Karmaland con todo el ánimo de un Omega feliz y saludable.

Mientras tanto, los diez guerreros faltantes y el pequeño cachorro venían recién despertando de su "pequeña" aventura, encaminandose entre risas, bromas y explosiones al hospital

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Mientras tanto, los diez guerreros faltantes y el pequeño cachorro venían recién despertando de su "pequeña" aventura, encaminandose entre risas, bromas y explosiones al hospital.

De pronto, Titi decidió separarse del grupo e irse sin dar explicación alguna de su actitud, dejando a los diez guerreros con la incertidumbre. Cómo sabían que Titi era más que capaz de defenderse, lo dejaron irse solo.

Ellos continuaron si camino al pueblo de Karmaland, era obvio quien guiaba la tropa de los diez chicos, esto por las ansias de ver a su pareja o de conocer su estado, recordemos que ellos no saben sobre el resultado de la operación.

Al entrar al hospital, Vegetta se encargó de hablar pacíficamente con la recepcionista, antes que algunos de los perros rabiosos a su espalda la asustaran. Recibido el número de la habitación de Luzu, partió hacía allá la manada completa, o más bien zoológico.

Se armaron de valor entre sí, después de todo, la chica les dió la habitación de Luzu, pero no tenían la menor idea de su estado, esa habitación podría ser fácilmente la morgue.

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