EPÍLOGO

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—— THE END IS ONLY THE BEGINNING ——

La mujer de cabello negro mantuvo su mirada al frente, observando la pared donde descansaban no sólo importantes libros de hechicería y demoniologia, sino también objetos sustraídos a una infinidad de personas a lo largo de los siglos

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La mujer de cabello negro mantuvo su mirada al frente, observando la pared donde descansaban no sólo importantes libros de hechicería y demoniologia, sino también objetos sustraídos a una infinidad de personas a lo largo de los siglos.

—Mi señora.— Una voz masculina hizo que la mujer ladeara ligeramente su cabeza para poder mirar por encima de su hombro, para ver de quien se trataba.

—Veo que vienes con las manos vacías.— Observó haciéndole ver al hombre lo desencantada que estaba por presentarse sin ningún obsequio hacia su persona.

—Me temo que no es tan fácil de matar como asegure en un primer momento.— Se disculpó mientras agachaba la cabeza avergonzado.

—Eso ya lo había supuesto, es una criatura verdaderamente poderosa o perseverante.— Admitió la mujer mientras ponía una mueca de duda al no saber encasillar con certeza a su adversario. —Pero no imposible de matar.— Añadió con seguridad, mostrando que su vasallo debía de hacer todo lo posible para llevar acabó su cometido.

—Sí, si que lo es, señora.— Admitió el hombre dándola la razón con respecto a todo ello. —Cuenta con la protección de Hécate y estoy muy seguro de que la ha advertido de la profecía, de toda la profecía.— La recordó sabiendo que aquello sería más complicado ya que ahora existía alguien que en verdad no les subestimaba.

—Ay, viejo amigo.— Suspiró la mujer de cabello negro mientras se acercaba a su trono para poder sentarse en él. —Eso no significa nada. Toda vida tiene su ciclo, y está escrito que el mundo tal y como le conocemos en la actualidad cambiará.— Le recordó mostrando que sus acciones eran inevitables y que pasará lo que pasará conseguiría lo que debía de pasar, a fin de cuentas era su deber que tuviera lugar el fin del mundo.

—¿Y si ella aparece?— Preguntó el Encapuchado mostrando que aquella era una realidad a la que tenían que abstenerse, y es que en cuando la "salvadora" hiciera acto de presencia lo más posible es que la guerra diera inicio.

—La mataré o tal vez consiga convencerla de unirse a mi, a fin de cuentas los humanos solo se mueven por sus propios intereses.— Le recordó sabiendo que era bastante sencillo convencer a un mortal o a cualquier otra criatura de que estuviera de su lado, solo debía de decirle lo que quería escuchar y en cuestión de segundos le tendría comiendo de la palma de su propia mano dispuesto a sacrificar todo para conseguir lo que anhelaba.

—No todos los humanos.— La recordó Ximerius haciendo que Regina le mirase con una expresión de pocos amigos.

—¿Te refieres a los protectores?— Preguntó riéndose ante su insinuación, ya que no podía creerse que todos creyeran que los protectores eran incorruptibles. —¡Por favor! Hasta ellos desearían no tener una vida tan monótona donde tienen que proteger a engreídos que se creen más poderosos y superiores que los demás.— Garantizó sabiendo que ya había una gran cantidad de protectores que estaban de su lado, y no tardando los demás que quedaban con vida estarían también a su favor. —Te aseguro, Ximerius, que ellos se pondrán de mi parte en cuanto sepan que pueden tener una vida feliz donde pueden tener todo cuanto siempre han querido y les han vetado.— Afirmó mientras apoyaba una de sus manos sobre el reposabrazos de mármol, al cual empezó a arañar con sus uñas.

𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌𝐒 ||ᵗʰᵉ ˢᵃⁿᵈᵐᵃⁿ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora