Destino - (TN y Taehyung)

Capitulo 15

Mis días en los Estados Unidos estaban llegando a su fin. Nos habíamos ido hacía Los Angeles, donde BTS daría tres conciertos.
   Habían dado dos, completamente llenos e increíbles. Estuve admirándolos detrás del escenario. Pude conocer el trabajo que se hacía detrás de todo el show.
   Hoy era el último y le pedí a Tae poder presencia la prueba de sonido desde el campo delantero.
   Yaz y yo nos colocamos unas remeras del staff y nos quedamos de pie frente al escenario.
Sonreí al ver a Taehyung subir al escenario con esa gorra con tonos naranja, rojo y amarillo que habíamos comprado esa mañana.
   El campo delantero se había llenado de Armys que gritaban sus nombres, cantaban sus canciones, levantaban los carteles y army bombs.
   Cantaron sus canciones caminando por todo el escenario. Prestando atención a cada rostro de sus fans.
    Tae no había apartado sus ojos de mí. Me recordó a la vez que nos conocimos. Intentaba no ser evidente, pero no podía lograrlo. Se había acercado más de una vez para pedirme una botella de agua con la excusa de rozar mi mano.
    La prueba de sonido había terminado. Los chicos corrieron a vestirse y prepararse para el show. Yaz y yo fuimos detrás de ellos.
   Nos sentamos en un sofá viendo como los maquillaban y acomodaban sus cabellos. Taehyung estaba centrado en la pantalla de su celular mientras le hacían bucles en su pelo.
Me quede mirándolo fijamente y tratando de caer en la realidad. Allí estaba aquel chico con el que soñé por mucho tiempo, el cual miraba a través de las pantallas o de una pequeña foto. Era ese chico de sonrisa cuadrada que robo mi corazón hace un tiempo atrás y ahora pasaba cada noche abrazada a su lado. Besando sus labios, sintiendo el calor de su cuerpo, el roce de su piel. Ahora olía su perfume, acariciaba su pelo, lo tomaba de la mano, podía abrazarlo.
   Alzó la vista y me encontró. Sonrió al darse cuenta de que lo estaba observando. Sus mejillas se encendieron y achinó sus ojos tímidamente.
   Se levantó del asiento luego de que terminaran con él y caminó hacia mí. Yaz se había acercado a Nam, estaban en un rincón abrazados mientras hablaban.
   Tae cruzó su brazo por detrás y yo apoye mi cabeza en su hombro. Nos quedamos en silencio por unos segundos mientras acariciaba mi mano que estaba sobre su pierna.
   –Te echaré de menos –susurró.
   –Yo igual, TaeTae. Pero te veré dentro de dos semanas.
   –Lo sé, pero igual te echaré de menos. Quiero tenerte conmigo todos los días.
   –Te lo pasarás genial de todas formas, disfruta de la entrega de premios y de los días que te quedan aquí.
   –Luego de la entrega de premios... –hizo una pausa.
   – ¿Qué?
   –Vamos Taehyung, debemos ir a calentar nuestras voces –Jimin apareció frente a nosotros.
   –Luego te lo diré –se puso de pie–. Ve frente al escenario –me dio un pequeño beso y se fue corriendo.
   El show fue increíble, como siempre. Al terminar todos nos fuimos al hotel a celebrar.
Antes de comenzar con la fiesta, ellos habían hecho un live para sus fans como siempre hacen al terminar un concierto.
   Jungkook colocó las latas de cerveza sobre la mesa y puso algo de música.
   –Música latina para nuestras amigas...y Hobi –reímos.
   –Gracias Jk –sonreí.
   – ¿Irán a Seúl dentro de dos semanas? –inquirió Jin con curiosidad.
   –Sí, tenemos pensado pasar unos días con ustedes –respondió Yaz.
   – ¿Con nosotros o solo con Taehyung y Namjoon?
   –Con todos, no sean celosos –respondí alzando la lata de cerveza.
   – ¿Me la prestarás para enseñarle mis recetas? –Jin se dirigió a Taehyung.
   –No.
   – ¿Ves, ______(tn)?
   –No te preocupes, él solo bromea. Iré para que me muestres tus recetas. Pasaré tiempo con TODOS –hice énfasis.
   Pasaron las horas. Bebimos, bailamos, hablamos. Fue una fiesta tranquila pero entretenida hasta que Jimin se fue a dormir, luego Suga, luego Jungkook y así todos hasta quedar solo Taehyung y yo.
   Caminamos tomados de la mano hasta la habitación y nos acostamos. Me abrazó con fuerza, no quería soltarme.
   –Te llevaré al aeropuerto mañana por la mañana.
   –No tienes que hacerlo, pueden verte.
   –No lo harán, no te preocupes. Ahora duerme, debes descansar.
Apoyé mi cabeza sobre su pecho, él acarició mi pelo hasta quedarme completamente dormida.