Destino - (TN y Taehyung)

Capitulo 21

Lo que al principio empezó siendo tan solo dos días se terminó convirtiendo en casi dos meses y medio.
   La canción con Yoongi fue un éxito. A raíz de eso hemos hecho varias entrevistas juntos, incluso me han llamado solo a mí para conocer a la "nueva artista" y amiga del grupo BTS.
   Max se convirtió en mi productor y amigo. La fama fue un golpe tan grande que mi grupo de fans ya tenía un nombre. Tres de mis canciones ya sonaban por todas partes. La colaboración con Suga fue una explosión que me lanzó a lugares que jamás pensé en llegar en solo dos meses y medio.
   Salir a la calle ya era un poco complicado. La gente me reconocía y me pedían fotos. Aún no era mundialmente conocida, pero en parte de Estados Unidos y Latinoamérica la gente ya sabía casi todo de mí. Jamás pensé llegar tan lejos en tan poco tiempo.
   Suga se fue tres días después de que nuestra canción saliera. Me quedé en Los Angeles. Había conocido algunas personas con quienes compartía algunas tardes y noches de cerveza y música. Yaz seguía en Seúl acompañando a Namjoon y los chicos. Taehyung y yo hablábamos casi todo el día. Él había empezado a grabar un nuevo álbum y yo continuaba armando el mío.       Intentábamos mantener una comunicación fluida y constante, aunque tuviéramos tiempos distintos y ocupados.

Había pasado todo el día encerrada en el estudio terminando de grabar la última canción de mi primer álbum. Las tres canciones que ya habían salido fueron más que bien recibidas. Esta semana saldría otra más y la próxima otra. En total, el álbum tiene 10 canciones.
   –Tengo increíbles noticias –Mary entró al estudio. Mary se ocupaba de todo lo relacionado con la imagen y la publicidad. Era quien hacía tratos para entrevistas en radio y televisión–. Tendrás tu primer concierto aquí en Los Angeles.
   – ¿En serio? –pregunté con sorpresa.
   –No solo eso. Tenemos gira por toda América.
   – ¡Dios mío! No puedo creerlo –salté de la alegría.
   –El último concierto de tu gira será en Buenos Aires.
   –No sé cómo agradecérselos. Estoy tan feliz que creo que lloraré –reí por la felicidad.
   –Esto debemos celebrarlo esta noche –acotó Max.
   –Sin duda. Celebraremos en la terraza del hotel. Ya lo reservé –Mary sonrió satisfecha.
   –Bien, mañana terminaremos con la última canción. Terminamos por hoy –indicó Max apagando su computadora.
   –Perfecto. Llamaré a mis amigos.
Salí del estudio y caminé por el pasillo marcando el número de Taehyung. Nunca respondió. Me parecía raro que luego de tres llamadas no respondiera. Marqué el número de Jungkook y tampoco respondió. Decidí llamar a Jimin y atendió en un segundo.
   – ¡Jimin! ¿Cómo estás? ¿Esta Tae contigo?
   – ¡______(tn)! Yo estoy bien, ¿y tú? No, no lo he visto en todo el día.
   –Estoy muy bien. Tengo una buena noticia para darles, pero necesito que reúnas a todos. Les haré una video llamada.
   –Está bien, buscaré a todos y nos reuniremos, te avisaré cuando lo consiga –lo escuché reír.
  –Gracias. Si ves a Taehyung, dile que lo estoy llamando, por favor.
   –Lo haré.
   Corté y continué intentando comunicarme con Tae, pero fue imposible.

 
Pasaron aproximadamente tres horas hasta que Jimin me mandó un mensaje diciendo que había logrado reunir a todos en una habitación.
   Había aprovechado el tiempo para arreglarme un poco para la celebración por la gira.
Coloqué el celular sobre unos libros y marqué para un video llamada.
   – ¡Hola! –sonreí agitando la mano.
   – ¡______(tn)! –Yaz saludó alegre desde el otro lado. Todos agitaban sus manos y sonreían.
   – ¡Oye! ¿A dónde vas tan bonita? –preguntó Jungkook alzando y bajando sus cejas.
   –Prima, ese vestido te queda increíble. ¿Tienes una fiesta?
   –Algo así. Celebraremos con mi equipo por una increíble noticia.
   – ¡Dinos cual es! –Jin levantó su voz.
   –Sí, _______(tn). Ya no nos tortures más –suplicó Hobi.
   – ¡Tendré una gira por todo América! –grité y todos vitorearon.
   – ¡Felicidades! –Yaz se acercó para poder hablar a través de todos los gritos y aplausos.
   – ¡Gracias! –Entrecerré mis ojos buscándolo a él entre los chicos–. Oigan... ¿y Taehyung?
   –Bueno, pues él... –Jimin miró su reloj.
   –No se sentía bien –interrumpió Namjoon–. No lo hemos visto en todo el día. Jungkook iría a su casa ahora, con Jin para llevarle la cena.
   –Oh. No he podido hablar con él. No atiende su celular –me encogí de hombros–. Quería darle la buena noticia.
   –De seguro lo podrás hacer mañana. No te preocupes, ______(tn) –sonrió amable Hoseok.
   –Y bien... ¿Cuándo saldrá tu álbum? –inquirió Suga.
   –Mañana terminaremos de grabar la última canción y ya estará listo.
   –No podemos esperar para escucharlo –alentó Jin.
De pronto el timbre de la puerta de mi departamento sonó.
   –Deben ser mis amigos. Ya vuelvo –asintieron sin problema. Caminé hacía la puerta que estaba detrás de mí. Estaba segura de que sería Max, Mary o algún otro miembro del equipo. Al abrir la puerta el alma se me salió del cuerpo y volvió a entrar. Grité como una adolescente al ver a su ídolo y extendí mis brazos para abrazarlo–. ¡Taehyung! ¡Oppa, eres tú! –salté mientras lo abrazaba y él reía.
   – ¡Por fin llegas, niño! –Gritó Namjoon desde el celular–. Ya no podíamos mentir más.
   – ¿Ustedes lo sabían? –inquirí.
   – ¡Claro que sí! Pero no queríamos arruinar la sorpresa –Yaz se echó a reír.
   – ¡Dios! ¡Te extrañé tanto! –volví a abrazarlo.
   – ¡Y yo a ti, amor!
   –Bueno, los dejaremos solos. Disfruta de la celebración. Nos alegramos mucho por ti, ______(tn). Cuídense –Namjoon habló y todos se despidieron para luego cortar.
   Volví a voltear y lo vi parado detrás de mí con una sonrisa cuadrada. Sus ojos achinados, casi escondidos detrás de sus mejillas y de su pelo ondulado.
   Sus manos temblaban por lo nervioso que, seguro, se sentía al volvernos a ver.
   –Te amo tanto, Taehyung. No puedo creer que me sorprendieras así –apoyé mi cabeza en su pecho. Él me rodeó con sus brazos.
   –No soportaba estar un día más sin ti –besó mi frente–. Dime, ¿Cuál era la buena noticia?
   –Ven –tomé su mano y lo guíe hacia el sofá.
   –Por cierto, te ves hermosa. Ese vestido ajustado te queda perfecto –mordió su labio inferior mientras me veía de abajo hacia arriba.
   –Basta, me sonrojarás –reímos–. Bien. La buena noticia es... Haré una gira por toda América.
   – ¿Qué? –su sonrisa se esfumó.