Capitulo 13

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El vuelo había sido largo y un poco cansador. Sin embargo la emoción de volver a verlo me mantuvo despierta todas aquellas horas.
   Aterrizamos en el aeropuerto de Fresno. Estaba un poco perdida, era evidente que no conocía ese lugar. Logré conseguir mis maletas y seguir el ritmo de la gente.
   Según Taehyung, habría un chofer sosteniendo un cartel con nuestros nombres. Lo busque con la mirada entre la multitud. Divisé un señor con traje negro, gafas y un cartel enorme con nuestros nombres.
   –Hola, somos _____(tn) y Yaz –susurré–. ¿Usted viene de parte de T?
"T" era lo que habíamos decidido que diríamos para no exponer su nombre y que alguien nos escuchara.
    El hombre dibujó una sonrisa en su rostro y asintió. Caminó hacia una camioneta negra estacionada frente al aeropuerto.
   Manejó hasta llegar a un edificio de lujo, donde seguramente estaban los chicos esperándonos. Nos dejó en el estacionamiento y dos personas con uniforme nos ayudaron con las maletas.
   Luego de registrarnos, subimos hasta el piso 12. Yaz entró a su habitación y la escuché reírse de la emoción. De seguro Namjoon estaba allí.
   Miré los números de las puertas y el número de mi tarjeta. Habitación 17, aquí estaba. Abrí la puerta y la luz era tenue. Un olor a jazmín me envolvió. Deje la maleta a un costado y caminé hacía el dormitorio. Sobre la cama había una rosa roja. En la mesa de noche una botella de vino blanco y dos copas. Y cerca del enorme ventanal, tapado por unas cortinas blancas, estaba él.      Estaba de pie con una sonrisa tierna, las manos en los bolsillos. Unos pantalones de pinza color marrón y una camisa beige.
   No pude evitar derretirme por completo al verlo ahí. Tan emocionado como yo, tan nervioso que podía notar como su cuerpo temblaba. Tan elegante y solo para recibirme a mí.
   –Bienvenida a California, _____(tn).
Estiro sus brazos y corrí hacía él. Lo abracé como si hubieran pasado años sin verlo. Acarició mi pelo mientras me sostenía. Su perfume me llevó a aquella mañana que pasamos juntos. A esos besos y caricias que quería volver a sentir. El calor de su cuerpo me generaba paz y sentía que pertenecía a sus brazos.
   –Te he extrañado tanto –susurró–. ¿Cómo estás? –se alejó un poco para verme–­. ¿Cómo ha estado el viaje?
   –Estoy bien. El viaje ha sido un poco agotador, pero ha sido hermoso. Nunca había estado en primera clase, gracias.
   –Me alegro que lo hayas disfrutado. ¿Quieres una copa de vino?
   –Me encantaría.
Caminó hacía la botella y la destapó. Sirvió las dos copas y me tomó de la mano para sentarnos en el borde de la cama.
   –Te ves muy bien –le comenté.
   –He querido vestirme un poco más elegante para ti.
   –No es necesario que te vistas elegante. Tú te ves bien con lo que sea.
Acarició mi mejilla delicadamente. Se acercó para unir nuestros labios en un beso tierno, lleno de necesidad y sentimiento. Tomó mi copa y la suya y la dejó sobre la mesa de noche que estaba detrás de mí.
   No separó sus labios de los míos en ningún momento. Me colocó sobre él, mientras sostenía mi rostro con ambas manos. Yo jugueteaba con su pelo envolviéndolo entre mis dedos.
   Bajo sus manos por mi espalda y las metió debajo de mi camisa. Comencé a moverme poco a poco encima de él al sentir la erección debajo de su pantalón. Él me sostuvo con fuerza mientras ahogaba un gemido entre los besos.
   Llegó hasta mi cuello, lo mordió, lo beso, lo disfrutó. Estaba deseándolo al igual que él. Conectábamos de una manera única, teníamos piel y ambos lo sabíamos y esa noche lo volveríamos a sentir.
   –Quiero hacerte mía, una vez más –susurró para luego besarme nuevamente.
Comenzó a desprender los botones de mi camisa cuando alguien llamó a la puerta.
   –Taehyung –era la voz de Suga–, ya nos vamos. Apresúrate.
   –Mierda, lo olvidé –masculló–. Ya salimos –gritó.
   – ¿Debemos irnos?
   –Lo lamento, bebé. Había olvidado comentarte que pasaríamos esta noche en la playa.
No me molestaba en absoluto la idea, sobre todo al escucharlo llamarme "bebé" por primera vez.
   Corrimos a cambiarnos. Busqué algo cómodo y lleve un abrigo porque cerca del mar suele refrescar, aunque era una noche calurosa.
   Subimos a la camioneta, luego de saludar al resto de los miembros. La noche en California era realmente hermosa.
   Al llegar a la playa nos esperaban con una fogata, una carpa enorme con una mesa y refrescos, unos troncos alrededor del fuego y cinco carpas enormes para dormir.
   Hicimos malvaviscos, cosa que siempre he querido hacer desde pequeña. Cantamos, hablamos, reímos. Se estaba convirtiendo en una de las mejores noches que había tenido en mi vida.

Destino - (TN y Taehyung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora