Marvel: La Casa Del Veneno

Capítulo 6. Ruleta rusa

Pedro estaba arruinado. Cuando pagó los impuestos, los honorarios del agente inmobiliario y un montón de cosas que ni siquiera sabía que existían para comprar un almacén, le quedaban menos de $ 20,000 del dinero que había recibido de Osborn. Si bien eso podría haberle parecido mucho a cualquier otra persona, para cuando pagara los materiales y suministros para terminar el almacén y los talleres, estaría completamente arruinado.

Tan pronto como comenzó a comprar incluso el mínimo de las herramientas que necesitaba para limpiar el almacén, se dio cuenta de que obtener $ 50,000 del precio había sido una estafa, y que el interior necesitaría eso en mantenimiento solo para que esté limpio. y mucho menos habitable.

Necesitaba un trabajo, no tenía que pagar bien pero tenía que pagar. Peter había tenido la intención de aventurarse por el área en la que se encontraba su nuevo hogar durante un tiempo, pero nunca lo había logrado, o al menos no correctamente. Balancearse hacia afuera y hacia atrás nunca le dio la vista del nivel de la calle que necesitaba, y después de caminar durante unos 10 minutos, se encontró con lo que había visto antes.

El área estaba limpia, diciendo mucho de un distrito de almacenes semi-industriales. Había muchos camioneros y comodidades para ellos, así como una buena cantidad de prostitutas, pero eso no era lo que Peter buscaba. Muchos lugares como este necesitaban trabajadores temporales. Un gran botín que llegaba necesitaba un par de manos extra pagadas en efectivo y luego olvidadas. Podía ganar unos cientos a la semana simplemente transportando cajas o barriendo pisos. Si se desesperaba o surgía una emergencia, podía buscar algo temporal, pero lo que realmente necesitaba era un ingreso estable. Fue en la ventana de un 7-11 cerca del almacén donde vio un anuncio para un puesto de tiempo completo.

No iba a ser perfecto, pero encajaba con lo que él quería. Buena paga, horarios flexibles y adivinar que un depósito de chatarra en el medio de Brooklyn no sería completamente legítimo, una buena manera de obtener algo quizás menos que electrónica legal o componentes informáticos desechados.

El depósito de chatarra era enorme, las pilas de autos chatarra se habían convertido en una especie de laberinto, pero desde el suelo, era aún más imponente. Agarrando el anuncio en la mano, se abrió paso a través de la entrada, bajo el gran cartel amarillo y negro, "Chatarra mecánica y automotriz de Alexsi" escrito en él, el signo inferior de "compramos cualquier artículo usado o roto" había llamado la atención de Peter. Ahora estaba aquí no solo para tratar de encontrar un trabajo, sino también para buscar cualquier maquinaria útil para su empresa inicial.

Mientras se dirigía a la oficina, vio a un hombre gordo y barbudo a punto de comenzar a abrir lo que parecía un estante para servidores en la parte superior de un enorme banco de trabajo de acero, levantando las cejas alarmado.

Peter gritó "oye, oye tú, espera, detente, no", mientras corría hacia él.

Los audífonos gruesos y pesados ​​que el hombre estaba usando deben haber bloqueado todo el ruido o simplemente ignoró lo que para él era un niño, pero Peter le quitó la palanca de las manos. "Oye, espera", y cuando el hombre se echó hacia atrás para sacar un martillo, Peter levantó las manos en defensa.

"¿Qué diablos estás haciendo?" dijo el hombre arrastrando las palabras mientras agitaba el martillo hacia Peter, bajó los auriculares y gritó: "Oiga, jefe, tenemos un ladrón".

"Oye, no, no. Estás a punto de cometer un gran error, puedo explicarlo". Sosteniendo la palanca, Peter había retrocedido lo suficiente como para que si el hombre golpeaba no solo fallaría, sino que Peter recibiría un golpe limpio en el cuello. Por supuesto, con la palanca en la mano, Peter estaba listo para asegurarse de que nunca tuviera la oportunidad de golpear, y cuando se tensó, sintió que el otro hombre salía de la oficina porta.