Marvel: La Casa Del Veneno

Capitulo 18.Todos caemos

Los clientes se dispersaron, sin importarles que los dos pelearan entre ellos, las luces cayeron y las chispas volaron mientras las bombillas se rompían. Rhino señaló a Venom con el dedo antes de abrirse paso a puñetazos a través de la pared de la ventana de vidrio y Sandman rezumaba más que corrió tras él. Venom no tenía otra opción, si los perseguía, la gente sufriría, "Corran, Corran", gritó y las rígidas estatuas, congeladas por la violencia, comenzaron a entrar en pánico, corriendo hacia la puerta destrozada y la pared frontal rota.

Empezó a rociar el fluido de telaraña más pegajoso que pudo hacer sobre el pilar de soporte y el techo que lo rodeaba, pero Rhino había hecho demasiado daño, incluso si se metía debajo, el techo se iba a derrumbar.

Agarrando y arrojando a tantas personas como pudo por la puerta, vio cómo Flash empujaba a MJ por la puerta antes de que el techo se derrumbara sobre él, aplastándolo en la sustancia pegajosa y bloqueando la única forma de escapar.

Dejándose solo a él ya Gwen, lanzó una línea de telaraña y la atrapó y mientras la atraía hacia él, se zambulló debajo de una mesa en una de las cabinas. Hizo una mueca cuando escuchó el repugnante crujido de la cabeza de Gwen al impactar contra el borde de la mesa. No había bajado lo suficiente y estaba en el ángulo equivocado, y se había llevado todo el peso del impacto en el costado de la cabeza al caer.

Venom miró con horror cómo la sangre se acumulaba en su cabello y supo que al tratar de salvarla, en cambio, la había condenado.

El televisor aún conectado y en funcionamiento colgaba suelto de la pared, su sonido a todo volumen mientras el personal y los clientes se apresuraban y trataban de escapar del desastre.

"Esto acaba de llegar. La amenaza, Venom, acaba de ser vista peleando con otros monstruos con superpoderes. Un restaurante, un buen restaurante estadounidense honesto a Dios, fue destruido, atrapando a varios lo que parecían estudiantes de secundaria dentro. Esto muestra a estos monstruos necesitan ser capturados, estas amenazas necesitan probar su propia medicina. Yo, J. Johnan Jameson, le daré a cualquiera una recompensa que conduzca a la captura de estos atroces villanos, especialmente el que se hace llamar Venom".

Peter acunó a Gwen en sus brazos mientras sus ojos en blanco miraban agujeros en su alma. Sabía que la lesión en el cuero cabelludo junto con sus otros síntomas, respiración superficial y una pupila completamente dilatada, significaban lo peor. Había sufrido algún tipo de lesión cerebral y sin ayuda inmediata, lo más probable es que muriera.

Cerró los ojos, buscando cómo entrar en su vasto conocimiento, pero esta vez no salió de su mente, sintió un instinto, sus sentidos hormiguearon cuando se enfocó en sí mismo. Era una posibilidad remota, lo que sea que le habían hecho reconstruyó su cuerpo, más fuerte y más rápido, tal vez podría usar eso para curar a Gwen. El único problema que tenía era ¿cómo? No era como estar atrapado bajo media tonelada de escombros, él podía darle una transfusión de sangre y cualquier otra cosa era mucho más espeluznante.

Tenía que ser lo único que tenía, así que abrazándola con fuerza acercó sus labios a los de ella y sin resistencia la besó profundamente. Su primer beso lo tomó con alguien apenas vivo, pero si la salvaba, podría explicarlo y compensarla más tarde. Sintió que algo le subía a la garganta, no un sabor ácido de vómito ascendente sino una dulzura pegajosa y lo que fuera se abrió paso desde él hasta la boca de Gwen, tirando hacia atrás vio que su garganta se hinchaba mientras lo que fuera se movía por su cuello.

Gwen tuvo un espasmo cuando la cosa, el bulto que le dio, se difundió en su cuerpo. El bulto pareció dividirse y dos bultos ahora se ramificaron, pudo ver que no había bajado por su garganta sino que había entrado en sus pulmones, obligándolos a respirar profundamente. Pequeños hilos blancos, casi imperceptibles, se abrieron paso a través de su pecho hacia su corazón, se detuvo mientras levantaba su escote para ver dónde iban también los hilos y fueron recibidos por pezones muy erectos, regordetes, de color rosa oscuro, casi marrones. Ella había optado por un estilo casual elegante. Jeans con un lindo top azul oscuro y una blusa blanca debajo, sin embargo, ella no estaba usando sostén y Peter se maldijo a sí mismo mientras se ponía erecto en su pico.