Marvel: La Casa Del Veneno

Capitulo 70.Toque de amor

"Lo que estoy tratando de decirte, Peter, es que sin ayuda no puedo hacer nada". Felicia estaba exasperada con Peter. Habían escrito una lista y ella había accedido a ella hasta que descubrió exactamente lo que implicaba.

Limpiar Hell's Kitchen era lo primero, ella ya había formado los Black Cats y comenzó a reclutar a algunos de los miembros más maltratados de las prostitutas. No a todo el mundo le gustaba tener un proxeneta que esperaba favores sexuales, no a todo el mundo le gustaba tener un proxeneta que los golpeaba si no se cumplía un objetivo, y pronto tuvo clases en marcha, enseñanza de defensa personal y más.

También estaban haciendo tratos con los lugares más limpios, dando a las prostitutas un palacio tranquilo para trabajar si querían y asegurándose de que los proxenetas más abusivos fueran advertidos al principio, y luego no se les diera una segunda oportunidad si no escuchaban. Los resultados fueron asombrosos. Las calles volvieron a estar más tranquilas y Felicia sintió que estaba marcando la diferencia.

Fue genial, ya había comenzado a limpiar la mayoría de las operaciones más obvias de Hell's Kitchen y cualquiera que estuviera al tanto sabía que debía quedarse callado o arriesgarse a que la Cazadora los persiguiera. Los archivos que Peter le había quitado a Alexsi ya estaban dando sus frutos. Huntress estaba en una campaña de miedo y estaba teniendo un impacto.

Era el elemento número dos lo que la irritaba, mientras Peter atendía a Liv, también tenía que encontrar a Curt Conners. Mientras construía los contactos, no tenía tiempo.

Caminar de casa segura en casa segura la alejó de su trabajo, correr por las calles y en este momento, el delicado equilibrio de lealtad y comprensión hacia un nuevo jefe se estaba debilitando. Si no se mantenía presente en las calles, la destriparían, y Peter no parecía entender eso.

"No, lo entiendo, necesitas ayuda", dijo, sacudiendo la cabeza, "entonces, ¿qué necesitas?"

Felicia agradeció a su creador y deslizó un mapa sobre la mesa, "alcantarillas, todos los escondites que hemos revisado capaces de ocultarlo están limpios, el único lugar al que no podemos ir son las alcantarillas". Por supuesto, eran las alcantarillas. Vivir bajo tierra sería el lugar perfecto para esconderse en Nueva York, ya que había cientos de kilómetros de túneles, incluso más una vez que comenzaste a adentrarte en la red abandonada de antiguas estaciones de tren y metro. Peter negó con la cabeza ante la enormidad de la tarea.

"Lo siento, no me di cuenta, sí, por supuesto, puedo ayudar, pero eh, necesitamos algo mejor que uno de nosotros bajando a los túneles, incluso con mejores sentidos, nunca encontraremos a nadie allí".

Peter volvió a mirar el mapa, tal vez Liv pudiera ayudar, pero dudaba que Conners fuera lo suficientemente estúpido como para ir a cualquier antiguo lugar de reunión. Suspiró con frustración al darse cuenta de que podría necesitar romper la promesa que le había hecho a Liv.

Mientras miraba el mapa, copiado de la biblioteca local, no vio nada más que un revoltijo de viejos túneles, había demasiadas formas de esconderse bajo tierra que con un ejército dudaba que encontrarían algo. Pero tenía que salir a la superficie en algún momento. La alcantarilla puede tener un buen suministro de roedores pero ¿agua limpia? Curt tuvo que hacer acto de presencia para comer, trabajar para ganar dinero e incluso si tenía acceso a cuentas bancarias ocultas, todavía necesitaba subir para llegar a un cajero automático. Necesitaban atrapar a Curt mientras hacía sus viajes por la superficie.