CAPÍTULO 10 EL LAGO DEL DESTINO

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Jabari: Sí, señor

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Jabari: Sí, señor. Como usted desee, me desharé del cuerpo del niño.

Desencadené las cadenas de sus muñecas y lo levanté, sacándolo de la vista de todos los presentes. El plan había salido a la perfección.

Llevé el cuerpo del niño fuera del castillo y me aproximé al bosque más cercano, esperando a que la noche cayera.

Apenas la luna se asomó, un carruaje se aproximó. Era el Barón Nassor, quien estaba listo para llevar a cabo el segundo punto del plan.

Llegó y abrió la puerta, listo para llevarse a su futuro heredero.

Barón Spica: ¿Él es el niño?

Jabari: Sí, Barón.

Lo miró de pies a cabeza y extendió sus brazos para cargar su cuerpo, pero una duda invadió mi cabeza.

"¿Será que hago bien en entregar a este pobre niño en manos de una familia codiciosa como los Spica?"

Barón Spica: ¿Vamos, qué esperas? Dame al niño.

Jabari: ¿Hará lo que acordamos?

Barón Spica: Te prometo que yo me encargaré de todo. Te aseguro que él estará bien.

Me tranquilizaron esas palabras y le entregué al niño, esperando lo mejor para él

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Me tranquilizaron esas palabras y le entregué al niño, esperando lo mejor para él.

Jabari: Si es así, lo dejo en sus manos, Barón.

El Barón no dudó ni un instante en tomar el cuerpo en brazos y partir con él.

Al fin se había acabado todo.

Al fin se había acabado todo

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Sublevación del Mal - Abismo IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora