Capítulo 27: La caza

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|NARRA _____|


Alguien me despertó zarandeándome. Molesta por el gesto lancé un puño al aire y este chocó contra algo.

— Me cago en... —Pude reconocer la voz, era Tom—. ¡_______!

Abrí los ojos con pereza. Mi hermano tenía las manos en la nariz. Aunque me sentía culpable por haberle dado me hacia gracia la situación.

— Lo siento —Le dije.

— Sí, se te ve súper arrepentida —Se levantó—. Hay un imbécil enamorado preguntando por su Julieta.

Enarqué las cejas e hice una mueca extraña provocando que se riera. Con la cabeza hizo una para que le siguiera y así lo hice hasta que bajando las escaleras me di cuenta de que únicamente iba vestida con una camiseta grande.

— Dile que espere un poco más, que estoy en bragas. 

— De acuerdo —Le oí refunfuñar.

Me cambié a toda prisa, poniéndome unos vaqueros negros, una camiseta blanca y mis zapatillas de siempre. 

— Perdón por la espera —Carl estaba en la puerta, sonriente.

— Estás muy guapa —Le miré divertida. Se me hacía raro que me dijera esas cosas.

— Gracias —Sonreí—. ¿Quieres pasar?

— He convencido a mi padre para que nos dejara salir, iba a invitarte a cazar —Alcé el dedo índice para indicarle que esperara un momento y fui a la cocina, agarré mi arco, el carcaj con las flechas y una magdalena—. Lista.

Comenzamos a caminar por las calles de Alexandria. Íbamos en silencio, aunque este era un poco incómodo. Durante el trayecto me terminé la magdalena. Nada más salir por la puerta principal de la comunidad le robé el sombrero de sheriff y salí corriendo hacia el bosque. Podía escuchar su risa a lo lejos, haciéndome sonreír.

— Ya verás cuando te pille —Le oí gritar.

Entonces alguien me empujó por la espalda y caímos al suelo. Me eché a reír y Carl igual, aunque no reclamó de vuelta su sombrero. 

— Vamos a cazar antes de que se haga la hora de comer —Le dije y él se levantó para ayudarme—. Vaya, que caballero te has vuelto Grimes.

— Muy gracio... —Le interrumpí tapándole la boca. El chico me miró extrañado y como respuesta le señalé un ciervo que estaba en uno de los claros del bosque.

Me puse de cuclillas, saqué una flecha y la coloqué en la cuerda del arco. Me llevé hacia mí con los dedos el extremo de la flecha, tensando la cuerda. Guiñé el ojo derecho para tener mejor puntería, intenté relajar el pulso y solté la cuerda. La flecha impactó en el animal, dándole en el costado. Nunca me había gustado la caza, pero hoy en día la comida escasea. 

— No he perdido puntería —Sonreí.

Nos acercamos al animal, que ya estaba muerto, y nos separamos para cogerle cada uno de un extremo. Oímos unos gruñidos demasiado cerca de nuestra posición. Soltamos al ciervo y, para cuando nos quisimos dar cuenta, estábamos prácticamente rodeados por una horda de caminantes. Carl me agarró del antebrazo y salió corriendo, arrastrándome con él.

— ¡No te sueltes! —Gritó, guiándome entre los árboles.

Corrimos lo más rápido que pudimos hasta que, sin previo aviso, se detuvo. Me choqué contra su espalda y antes de poder siquiera rechistar, un tirón me adentró al interior de un árbol. Los gruñidos se acercaban y nosotros permanecimos ahí dentro. 

— Menuda mierda de caza —Bromeé en voz muy baja.

— Conmigo nada es una mierda —Respondió él. Le miré de mala manera, haciéndole sonreír. 

La horda pasó poco después por donde estábamos. Mi cuerpo se tensó e instintivamente me acerqué al chico. Los sonidos de los caminantes dejaron de escucharse minutos después.

— _______ asustada, increíble —Dijo el chico intentando que me relajara.

— Cállate —Le espeté, haciéndole reír.

Para colmo, tomándome por sorpresa me besó. Esta es nuestra segunda vez desde que nos conocemos. Era una sensación extraña, completamente nueva para mí. Diría que es el chico que mejor besa, pero realmente él ha sido el único chico que me había besado, así que tampoco cuento con mucho criterio.

Nos separamos y miré hacia abajo, este tipo de momentos me seguían incomodando de alguna forma. Salimos del árbol y Carl me recolocó su sombrero puesto que se me había girado para un lado al correr.

— Te queda mejor que a mí —Comentó mientras regresábamos a Alexandria.

— Lo sé —Respondí y a cambio el chico me empujó levemente.

Tardamos un poco en volver, seguramente ya fuera la hora de comer. El sonido chirriante de las puertas no tardó en escucharse.

— Nos vemos luego —Le dije y me acerqué para darle un beso en la mejilla.

Me fui hacia mi casa sonriente, pero no tardé en darme cuenta de que las calles estaban prácticamente vacías. "¿Qué ha pasado?", me pregunté. En el porche de mi casa pude ver a Mike y a Eva. Les sonreí, pero ninguno de los dos me devolvió el gesto.

— ¿Se puede saber que ocurre? —Me crucé de brazos una vez llegué a donde ellos estaban—. Ni que hubierais visto un fantasma.

Mike se levantó y me abrazó tembloroso, miré a Eva sin comprender la situación. Los ojos de mi amiga estaban vidriosos, como si en cualquier momento se fuera a echar a llorar. Necesitaba saber qué demonios estaba ocurriendo.

— Negan se ha enfadado —Dijo Mike.

— ¿Qué? —Pregunté.

— Por no cumplir el trato —Respondió Eva.

— ¿Qué trato? ¿De qué coño hablas? —Me acordé del día que Negan me pilló por sorpresa y que discutí con Rick.

— Alexandria se comprometió a darle el cincuenta por ciento de sus cosas a Negan y a su comunidad, para ahorrarnos una guerra —Respondió Eva—. Pero no hemos cumplido este mes y  se ha enfadado.

— ¿Y qué ha hecho? —Pregunté nuevamente. Me estaba exasperando, no entendía nada.

—  Se llevado a Joel y a Julia —En ese instante me sentí como si me acabaran de apuñalar.


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¿Cómo andan mis lectoras?

Traigo nuevo capítulo :) y también buenas noticias, o al menos para mí xD. Como estoy mejorando en los estudios (gracias a mis amigas ;D) podré hacer dentro de poco un maratón.

Quería agradecer todos sus comentarios bonitos :3, ¡las quiero!

Besos,

Mire.

Comenten y voten <3



- Fecha original de publicación: 06/05/2015.

- Fecha de la edición del capítulo: 13/04/2020.

¿SOLA?  (Chandler Riggs y tú) *EN PROCESO DE EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora