Vas a quedarte

Cap 10: Taylor

Taylor – Presente

El resto del día fue fácil.

El almuerzo de Raven estaba en la cocina, así que, cuando fui a la cocina por las botellas de agua simplemente lo tomé y lo llevé al estudio. Cuando llegué, Yuki estaba enseñándole a Raven las pistas terminadas de un demo que había hecho la semana pasada, en donde solamente era su voz y la música suave del piano apenas perceptible.

Había olvidado lo bien que cantaba. Cuanto me gustaba que lo hiciera. Había olvidado una de mis cosas favoritas en el mundo por orgullo, por idiotez. Pero como James me había dicho esa mañana. Si realmente quería hacer un cambio, debía empezar por mí y no por nadie más.

La voz de Raven es envolvente, la forma en la que canta y alza la voz en partes donde la letra de la canción se vuelve más emocional hace que la piel me arda y el pecho me retumbe en un bum, bum, bum, en donde no sé realmente que siento. Es como si todas mis emociones simplemente explotarán y al hacerlo todo se volviera complicado en mi mismo centrado en un mismo sentimiento.

El demo es demasiado corto. Quise decirle que no se detuviera, que volviera a ponerlo, pero no lo hice.

El resto del día estuve en el sillón rosa revisando mis mensajes y atendiendo los pedidos de Yuki sobre ir a buscar bolsas de papas, además de recoger cables de la mesa de mezclas que no terminaba de entender donde conectar.

Leí mi contrato una vez más y traté de entender todos los términos legales lo mejor que pude. Los que no comprendía los buscaba en internet, pero la definición no era más que redundante así que permanecí en el mismo estado de confusión.

Raven se ofreció a mandarle una foto de mi contrato a su abogado. Yo me negué y él no volvió a pedirlo.

Yuki y Raven se pasar el día tratando de perfeccionar el beat de la canción. Cuando Yuki dijo que Raven era perfeccionista con su música hablaba en serio. La pista termino tan alterada que al final solo quedo una melodía suave que no parecía un piano, sin embargo, cuando prestabas atención aún notabas los matices del piano en ella.

♠

Melanie me llamo para terminar de explicarme el contrato.

Bajé y cuando me despedí de Yuki el me abrazó y dijo que esperaba verme más seguido. Yo le sonreí y salí. Raven salió detrás de mí.

—Gracias por hoy— me dijo.

—No entiendo que agradeces.

—Quiero decirte todo esto, y solo espero que me escuches, porque sé que me voy a arrepentir de no decirlo si te vas hoy y me dejas solo una vez más.

Sus palabras ardieron en mi pecho. Asentí sosteniéndole la mirada y viendo el brillo en sus ojos que solamente reflejaba todo eso que yo temía hablar con él.

—Yo... fui un idiota. Y no espero que me perdones, pero espero que me des una nueva oportunidad, para demostrarte que valgo la pena como para volver a mirarme. Nada de lo dije era cierto. Eres la única cosa de mi vida que me arrepiento de perder, Taylor. Dejaría todo para volver y hacer que las cosas fueran diferentes entre nosotros.

—Mira...

—Aún no termino. La verdad es... fue mi culpa. Todo lo que paso fue mi culpa. Yo te culpé de muchas cosas... mi padre... todo fue mi culpa y tu solo querías protegerme. Yo... te quiero Taylor. Y quiero que las cosas entre nosotros dejen de ser... extrañas. Y sé que solo te vi ayer dos minutos, pero no he dejo de pensar en ti desde hace 4 años y... lo siento, estoy siendo tan abrumador y estoy seguro que no me crees.

—Yo te creo. Por que yo pienso lo mismo.

—¿En serio?

—También te quiero, Raven. Y espero que las cosas entre nosotros dejen de ser extrañas. No creo que vaya a ser fácil. Pero quiero que seamos amigos otra vez.

—Está bien. Gracias.

—Te veo mañana.

—Es mi única razón para despertar mañana.

Me río.

—Eres un tonto, Raven. Me alegra ver que eso no ha cambiado.

Noto un destello en sus ojos y sus hoyuelos aparecen al instante en que su sonrisa ilumina más que el sol. Mi corazón podría salirse mi pecho en este momento, pero creo que elijo quedarme con esa imagen y que se quede tatuada dentro de ella por los próximos mil años.