Raven - Presente
Realmente me esfuerzo por no sonreír como idiota cuando miro a Taylor, o de lanzarme sobre él y hacerle todas esas cosas que mi cabeza veía como una locura a los 16. Aún lo siguen siendo a mi edad, solo que ahora realmente puedo cumplirlas.
Ahora mismo Taylor esta hablando con Yuki sobre como funciona la sala de grabación, sobre como las "esponjas" en las paredes sirven como aislantes de sonido. Sobre cómo hay tantos micrófonos pegados en las paredes del pequeño armario de la habitación y por que el que esta dentro sirve mejor para captar el sonido de mi voz.
—¿Ves el que está dentro? Sirve mejor para personas con un rango vocal medio, y que tienen mucha potencia en la voz.
—La verdad es que no se nada sobre música.
—Ya tendrás tiempo para aprender. A Raven no le importa demasiado, más allá de tocar el piano cada que compone no creo que le importe demasiado que sepas que micrófono uses. Él tipo este medio loco, últimamente solo sale a comer...—se gira para mirarme—. ¿Cuánto llevas escribiendo esa canción? ¿5 semanas?
—Algo así —respondo.
—¿Eso es malo? —pregunta Taylor—. Cuando éramos niños nunca escribías.
—No canto nada que no escriba. Yuki me ayuda algunas veces, pero no es más que versos.
—Medios versos, nunca le gustan mis ideas. Es muy posesivo y perfeccionista con lo que hace.
—Deja de quejarte.
—¿Para que viniste? ¿No es mejor que termines las canciones? —reprocha.
No respondo. Me paso la mano por el cabello y luego me acomodo los mechones que caen sobre mis ojos y comienzan a enredarse entre mis pestañas, provocando una leve cosquilla en mis ojos.
—Quería mostrarle todo a mi asistente.
—Eres un pésimo mentiroso, Raven Díaz.
En cierta manera no tenía sentido que viniera. Normalmente me quedaba la semana en casa, escribía con el piano en casa, porque los que están en el edificio están en las otras salas de grabación, y siempre hay gente merodeando para ver que tanto tienes que hacer.
Odio que me miren cuando estoy escribiendo. Me siento con el alma expuesta, como si yo le diera todo al mundo y aquello nunca me fuera a ser devuelto. Tal vez de eso se trataba la vida.
Las personas suelen tener expectativas mías en las que yo encajo en un molde de perfección, un molde donde nunca podría encajar. No sé que me aterra más, decepcionar a las personas que me apoyan, o encajar en ese molde, convirtiéndome en un producto mediático donde dejaría de disfrutar por completo lo que hago.
—¿Qué quieren que haga? — pregunta Taylor.
—¿A qué te refieres?
—Mi trabajo es de tú asistente, no soy una visita en el edificio o un becario al que tienes que enseñarle como funciona una disquera para sus tesis.
—Solo tienes que quedarte de lado. No te contrataron para nada ejecutivo de momento.
—¿Qué significa?
—Significa que, hasta que estés acostumbrado, Melanie va a manejar todos mis eventos, tu solo me mantienes a flote.
Igual que toda mi vida, quiero decirle.
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Vas a quedarte
RomantiekTaylor piensa que su futuro es un desastre, de niño solo esperaba cumplir sus sueños junto a Raven, pero tiene años de no verlo. Raven, por su lado esta ocupado todo el día, creando canciones y recordando siempre al chico que lo salvo de un lugar a...