ocho

1.1K 149 5
                                    

En la mañana Jimin despertó con sus cabellos deciñalados. Estiró sus brazos bostezando pesado, sus manitas se apretaron sobando su rostro adormilado, sus ojitos morados se abrieron con pesar.

—huele rico—susurró saliendo de la cama atraído al olor.

La mansión estaba vacía, no había nadie, ni siquiera Momo; ningún alfa, ningún beta o Omega; toda la casa estaba sola. Park salió de su cuarto olisqueando el olor a galletas recién horneadas con otro olor peculiar que le hacía babear.

—¿Momo?—habló entrando a la enorme sala—¿Hola?—miró todo el lugar vacío—Que raro—dijo girándose. Caminó por el pasillo mordiendo sus labios; el olor lo detenía jadeando con sus mejillas sonrojadas—huele tan rico que me hace estremecer—ronroneó pasando por la puerta de Jeon—¡es aquí!—sonrió deteniéndose.

Sus manitas tomaron las dos manijas abriendo la habitación de doble hoja. Jungkook estaba sentado en la cama con su cara agachada. Jimin respiró el aire sintiendo el olor más dulce, más delicioso a su olfato.

—¿Jungkook?—llamó al mayor pero este no respondió—hueles eso? Es tan rico ¿Tienes galletas?—lamio sus labios con sus deditos—¿Alfa?—confuso se acercó al mayor.

Jungkook elevó su mirada con sus ojos dorados; park noto las cadenas que tenía el mayor en sus tobillos y manos, inclusive tenía un collar en su cuello. Retrocedió cuando Jeon se levantó avalándose, sin embargo cayó al suelo jadeando siendo detenido por las cadenas. Jimin sonrió olisqueando al alfa en el suelo.

—tu eres el que huele rico—lamio sus colmillos con sus ojos morados tornándose azules marino.

En la mesa de noche de Jeon un celular sonó tomando la atención del Omega. Jimin no podía tomarlo ya que si lo hacía Jungkook lo atraparía. 

—eh, a si que estás en celo…es por eso que tienes cadenas—mofó—eres un alfa muy malo ¿Te has portado mal?—Jungkook elevó su mirada con sus ojos dorados dilatados; sus mejillas sonrojadas y sus colmillos resaltados—te ves caliente ¿Puedo acercarme cariño?—su voz melosa hizo que alfa asintiera.   Con seguridad dio un paso siendo abrazado rápidamente por el mayor. Jimin sonrió olisqueando el hombro del mayor; sus encías picaban por sacar sus colmillos y marcarlo.

—¡Omega!—gruñó abrazándolo, sus manos tocaba todo el cuerpo del menor; su aliento caliente hacia estremecer al menor en su cuello, sus jadeados hacían reír al Omega.

Momo miraba la mansión desde una montaña segura con autos rodeándola. La ahora alfa tenía el celular en su oreja esperando ser respondido. Jimin sonrió con el alfa recostado en la cama, parecía que el era el alfa y no el Omega.

—¡Mira que cuello tan fuerte!—musitó con sus labios de patito—es tan delicioso que me pican los colmillos—Gimió lamiendo sus deditos y negar sus feromonas en el mayor.

—¡Omega!—Jungkook le tomó del trasero restregando su entrepierna en las nalgas del menor. Jimin negó deteniendo lo.—¡Por favor, déjame tomarte!—suplicó como un cachorro hambriento.

—hagamos un trato—su voz melosa cautivaba la mayor quien estaba siendo poseído en ese momento por su lobo. Jimin le acariciaban las mejillas pasando sus dedos con sutileza mientras su lengua chocaba con los labios ansioso del mayor—Si me dejas tomar el celular dejaré que me beses ¿Okey?.

El mayor asintió. Jimin se sorprendió cuando del cabello húmedo de Jeon sobresalieron dos orejas de lobo. Park miró con asombro esas dos orejitas oscuras muy tiernas.

—vaya, qué lobo tan encantador—sus ojitos azules brillaban demostrando que era su Omega quien lo había dominado.

Momo corto la línea al escuchar la operadora.

MI OMEGA (omega verse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora