Secuestro y Obsesión (VegasChay)

Nueva vida

Macau está encerrado en la casa de la segunda familia, Kan y Vegas salieron a "arreglar algunos asuntos" en la casa de la primera familia, pero debido a la cantidad de guardias que iban con ellos y la cantidad que se quedó con él, nadie hizo turnos, ese día todos estaban trabajando al mismo tiempo. El chico estaba nervioso, lo último que dijo Vegas fue que pusiera cosas esenciales en una mochila que Black le quitó, nadie lo dejaba salir de su habitación, eran horas tensas, sin saber que pasaba con su padre o su hermano.

– ¡Señor Macao, venga! - llamó Black desde la puerta del dormitorio.

– ¿Podrías explicar lo que está pasando? – pregunta Macao.

– Sigo las órdenes de tu hermano – fue lo que hubo que decir para que Macao guardara silencio.

Los dos caminaron por la casa hasta que, donde se encontraban estacionados una variedad de autos de lujo, a pesar de que había varias salidas, aún estaba ahí y la casa de su hermano, fue confuso para el más pequeño ver como los dos salían de la casa y se detenían en frente a él a un remolque de viaje. Black abre la puerta y entra, sigue y observa el amplio espacio, frunce el ceño ante eso, parecía un pequeño armario a juicio de el más joven.

- ¿Qué estamos haciendo aquí? Solo he visto un de esos en películas – comenta Macao, mientras Black enciende el motor y conduce por la ciudad.

El tráiler pasa por la ciudad de forma tranquila, hasta parece un paseo y Ta se recuesta en una especie de sofá que da a la cocina del coche, parecen detenerse bajo un túnel en medio de la ciudad.

– Me encantaba trabajar para ustedes, los extrañaré muchacho – Black le da una palmadita en el hombro y Macau solo lo mira confundido mientras baja corriendo las escaleras y abraza a Vegas y Porchay, quienes salieron de uno de los segundos autos familiares.

– ¿ALGUIEN ME PUEDE EXPLICAR QUÉ MIERDA ESTÁ PASANDO? – grita Macao.

- Nos vamos, espero que no tengas problema en vivir por lo menos dos, tres días aquí - simplifica Vegas mientras se sienta en el asiento del conductor y se marcha tranquilamente con el tráiler.

Mientras tanto, Black conduce el auto donde se encuentra con la desesperación que conducía antes Vegas, el auto va a gran velocidad llamando la atención de los patrulleros, se dirige hacia la salida de la ciudad, antes de ser alcanzado detiene el auto, empuja el coche fuera de caer por los lados de la carretera que es alta. El auto cae, vuelca y explota abajo, Black se aleja tranquilamente del camino al pueblo y del costado donde podría tomar el primer bus que pasa.

– No, no, no – Kim es la primera en llegar al lugar y observa las pequeñas explosiones del auto que se incendia – JÓDETE, no puede ser.

Se da la vuelta y va tras lo que podría quedar de la familia, directo a la mansión principal, para informar a Korn, Kinn, Porsche y Tankhun de lo sucedido. Llega a la mansión con una lluvia de cuerpos y sangre desde la entrada, observa los rostros familiares tirados en el piso, pistola en mano porque aunque ya no escucha el sonido de los disparos, no está seguro si la batalla se acabó. Pronto escucha la voz familiar de Tankhun y su hermano mayor corriendo hacia él, la ropa excéntrica, la sonrisa feliz y los gritos emocionados no concordaban con el lugar.

– ESTÁS VIVO – Tankhun estaba encerrado en una habitación mientras toda la acción se desarrollaba afuera, por lo que no sabía que su hermano no estaba allí.

– Sí, pero no Porchay – dice Kim de inmediato, la sonrisa de Khun se desvanece lentamente de su rostro, mientras parece procesar lo que se ha dicho.

- ¿Qué? – los ojos se llenan lentamente de lágrimas, Arm, Pol y Pete ponen sus manos sobre los hombros de su jefe en solidaridad y también sintiendo que les arden los ojos – ¿Cómo?

Tan pronto como Porsche recibe la noticia, Kinn y él se dirigen a la escena, algunos sobornos, un crematorio con todos los guardias y tres frascos llenos con algunas de las cenizas de los otros guardias forman una mentira creíble. Esta muerte simbólica fue dolorosa porque ya no tendría a su hermano ahí con él, pero hizo lo necesario, sabía que Vegas cuidaría de Porchay, que se amaban de verdad y así velaron por la seguridad de su hermano.

...

Dos días de viajes por carretera en Tailandia, Vegas era el único conductor, por lo que simplemente se detuvieron para que Vegas pudiera descansar, se detuvieron en estaciones de servicio y restaurantes. Durante la semana que estuvo desaparecido Vegas estuvo lidiando con los papeles falsos y todo lo que necesitaban llevar consigo, todo era en efectivo ya que no podía usar su cuenta, ropa y todo lo demás lo compraba y lo dejaba en el tráiler.

– ¿Planeó todo esto con la ayuda de Porsche, cuándo? – preguntó Porchay mirando la mini nevera surtida del remolque.

- Éramos buenos en esta planificación que incluso ustedes viviendo con nosotros, no te diste cuenta - Vegas sonríe con orgullo.

- Me da miedo la facilidad con la que me ocultas las cosas, estaré pendiente para no conseguir un amante.

– Vegas puede ladrarte como tu perrito, incluso puedes conseguirle una correa – se burla Macao.

Pero el chico nota la mirada sugerente entre Vegas y Porchay, el mayor mantiene una siniestra sonrisa en los labios y el menor baja la cabeza avergonzado. Macao abre mucho los ojos al entender la reacción, hace una mueca de disgusto conteniendo una risa por lo obvios que son los dos.

– No necesito saber lo que hacéis vosotros, por el amor de Dios, qué tortura – dice Macao.

- Está bien, presta atención, ahora eres Barcode, mi novio, eres Ta, mi hermano y yo soy Bible, gusto en conocerte - dice Vegas entregándoles una carpeta con todos los documentos a los dos más jóvenes.

Luego de salir del país con el viaje en el tráiler, los tres se dirigieron al aeropuerto más cercano, compraron los boletos para ir a Canadá. Durante todo el viaje la pareja estuvo junta, llena de cariño, dengos y mimos, en el aeropuerto estuvo mucho más tranquilo, pues Vegas pudo descansar junto a los dos, durmiendo durante todo el viaje. Al llegar a la ciudad elegida para vivir, los tres se dirigieron a un hotel para pasar los primeros días.

– Oye, te amo – dice Vegas al oído de Chay.

– Te amo, mi amor – los dos se abrazan descansando en la cama del hotel, en su nueva ciudad, su nuevo estado, nuevo país, nueva gente, nueva vida.