Secuestro y Obsesión (VegasChay)

Fin

A la semana de vivir allí, Vegas había comenzado a trabajar como gerente de un restaurante, después de todo mintió en su currículum poniendo sus años manejando la mafia como algo para una empresa, no era el favorito de sus empleados que se veían asustados y tenían miedo de cualquier cosa. Por el hombre, las únicas personas que no tenían miedo de Vegas eran sus vecinos o cualquiera que lo viera interactuando con su novio o hermano. Macau y Porchay comenzaron sus cursos, ambos estaban muy emocionados con todo el nuevo entorno y siempre llegaban emocionados a contarle las noticias de sus días a el mayor que los escuchaba charlar de todo con una dulce sonrisa en los labios.

– Ya que estamos aquí y ustedes dos tienen 18 años, creo que ya podemos sacar sus licencias de conducir – comenta Vegas, sacando el auto del garaje para dejarlos a ambos en sus universidades e irse a trabajar – Más tarde lo haremos clases conmigo para tenerles tu examen.

- ¿Serio? No puedo creerlo, estoy muy emocionado – celebra Macao en el asiento trasero – ¿Conseguiré al menos una moto?

- Vete idiota, así dejaré de tener que llevarte a todos lados - dice Vegas - ¿Y tú? ¿No me pedirás nada?

– No, me gusta tener mi chofer – Porchay se ríe y deja un beso en la mejilla de su novio al ver como Vegas lo miraba de reojo – ¿Me vas a dejar ir solo? - rueda los ojos.

– Por supuesto que sí – miente Vegas.

– Entonces ¿vamos conmigo a la fiesta de la universidad, Chay? – prueba Macao.

- ¿Qué fiesta es esta? ¿Quien va? Nadie va a ninguna fiesta – se queja Vegas.

– Porchay tiene razón, pero le sacará su licencia de todos modos – Macao se encoge de hombro.

- No quiero privarte de tus experiencias, pero si Porchay se va, Macao se mantendrá sobrio para cuidar de mi novio - advierte Vegas.

– Así que Porchay se queda y yo me voy, está bien – dice Macao.

- No te da vergüenza ¿verdad? – pregunta Vegas, estacionando el auto frente a la Universidad de Macao.

– NO, BESO, LES AMO – grita Macao mientras se aleja, todos los días la misma despedida.

- Deberías ir con nosotros - propone Porchay - Quiero al menos la experiencia para poder decidir si me gustó o no y me sentiría más seguro contigo allí.

– No sé, yo no iba a estas fiestas en casas de otras personas ni cuando estaba en la universidad, solía ir a clubs – recuerda Vegas.

- Está bien, me vas a llevar a vivir ambas experiencias, pero ¿Me acompañas? Por favor – pide Porchay haciendo cara de cachorro mientras deja un puchero en sus labios.

- Está bien, cariño, pero solo porque te amo - dice Vegas estacionando el auto esta vez frente a la universidad de Chay - Te amo, buena clase.

- Te amo, buen trabajo - Porchay se acerca y agarra la nuca del novio, dándole un intenso beso en Vegas, lo que hace que el mayor se plantee salir corriendo a follar con su novio.

– Sé un buen chico – pide Vegas, dándole a Porchay una palmada en el trasero antes de salir del auto.

El día es tranquilo para los tres, Macao y Porchay ya tienen sus amistades en la universidad, por lo que su día se resume entre clases, conversaciones con amigos y para Porchay tenía la parte práctica que era su favorita, cuando cantaba y tocaba. Le gusta la guitarra y el teclado, sus amigos y él acordaron formar una banda juntos, lo que contaba como tiempo extra para él. El día para Vegas fue estresante, el día a día en un restaurante es así, pero le gusta el bullicio, siempre las prisas, los gritos y evita los chismes adentro.

– Buenas tardes, Bible ¿cómo está todo por aquí? – pregunta Dan, el otro gerente, llegó para el cambio de turno.

– Mierda, pero ahora ese es tu problema – Vegas se quita la placa en cuanto escucha la voz de su compañero de trabajo, básicamente era el único con el que se llevaba bien, pero allí casi no se veían.

- ¿Que pasó? ¿Sin ayuda hoy? ¿Qué hizo Ta ahora? ¿O alguien coqueteó con Barcode? Intenta no volver a gritarles a las niñas – se burla Dan.

– Se estaba burlando de mí y tocándolo, tuve suerte de que no la golpeara en la cara – Vegas se encoge de hombros – Buena suerte hoy.

Llega a su casa con Macao y Porchay allí, ya que su hermano menor siempre recogía a Chay de la universidad y volvían juntos por seguridad, después de todo, el turno de Vegas termina 3 horas después de que los dos terminen las clases. Como siempre, los tres se reparten las tareas de la casa, cuando oscurece los tres hombres se preparan para la fiesta, las lecciones de manejo son para el día siguiente.

– Te ves tan hermoso, pero prefiero sin ropa – susurra Vegas la última parte al oído de Porchay.

– Yo soy el que tendrá que preocuparse en la fiesta, porque mi novio es muy sexy – dice Chay, riendo y sintiendo el ligero roce de la nariz de Vegas en su cuello.

– Esto no va a funcionar – murmura más para sí mismo Macao al ver a los dos hombres bajar las escaleras, Vegas tenía una de las camisas que usaba antes desabrochada en el pecho, mientras que un irritado Porchay intentaba cerrar la camisa.

– Déjalo, amor, el objetivo es quedarse así – dice Vegas, quitando las manos de su pecho.

– No lo creo – se queja Porchay, insistiendo.

– Me vestía así cuando nos conocimos – argumenta Vegas.

Macao solo pone los ojos en blanco y sale de la casa, al menos en la fiesta estaría libre de escuchar a los dos discutiendo por tonterías o follando como locos, tendría unas horas libres. Él ya estaba planeando llegar a la fiesta y desaparecer, cuando llegan realmente se las arregla por un tiempo, ninguno de los dos ve ni rastro de Macao allí. La pareja no se suelta y no deja que nadie se le acerque, en el fondo a Porchay le gustaba quedarse ahí bailando con su novio celoso como perro guardián. Encontraron a Macau completamente borracho bailando encima de una mesa, sacaron al chico de la fiesta y se dirigieron a la casa.

– Gracias por venir – Porchay bosteza dentro del auto, durmiendo en su asiento mientras Vegas conduce de regreso a su casa.

Fin

Espera
Esperen los extras, besos❣️ Ha habido solicitudes para una segunda temporada, pero no creo que haya mucho que agregar, aparte de un extra ya planeado o tal vez dos.