Mi Demonio Charlastor

Capítulo 17

Charlie, no podía apartar su vista de Alastor, sin duda ahora podía decir que Alastor ya no tenía nada de que aquel niño que conocío, podía notar unos músculos bien definidos, a pesar de que Alastor es delgado, poseía una músculos que sin duda opacarian a cualquier Adonis, esos músculos que estaban cubiertos por una fina capa de sudor, resultado del entrenamiento que estaban llamando a cabo, un abdomen, que como diría Ángel, esta para comérselo completo, su vista se fijó en una líneas las cuales desaparecían en sus pantalones, las cuales suponía que marcaban perfectamente “esa” parte, su cuerpo empezó a sentir calor, sentía que sus poderes de súcubo salían a flote, por lo cual se obligó a volver a la normalidad, con un carraspeo de su garganta, logro que todas volvieron en si, para luego seguir con su recorrido, pero sin duda la conversación no era del agrado de Charlie.

- Vieron que cuerpo, Dios no pensé que tuviera el cuerpo así, lo miraba tan delgado, pero ahora, oh Dios- dijo una señorita, la cual se encontraba sonrojada.

- Si, yo nunca hubiera imaginado que vería a un Adonis- dijo Mitzie, mientras se daba aire con el abanico.

- Si y el otro tampoco estaba mal, también tenía lo suyo- dijo otra.

Y la conversación siguió con halagos a Alastor, cada vez que alguna de ella hablaba de Alastor, ella sentía una furia queriendo perder fuego a cada una de ella, para ya no tener que oírlas, aunque también tenía una duda, ¿Que era lo que le molestaba?, Que ellas hablaban de Alastor o el significado de sus palabras, ya que podía sentir el deseo de ellas y pensar que ese deseo era por Alastor, ese pensamiento la enfurecía más.

- Alastor es mío- pensó sin ser consistente del significado aún.

Después de terminar el pasea por el jardín, el cual fue una tortura para Charlie, ella se despidió de todas las damas.

- Un placer haber venido, gracias por invitarme duquesa- dijo  Helsa, la cual se encontraba molesta, por no haber aceptado la idea del conde Baxter, se subió en su carruaje, pensando el modo de decírtelo a su padre.

- En serio me gustó mucho la fiesta duquesa- dijo la señorita Claudia, la cual se había divertido mucho- espero, que venga a mi fiesta duquesa, aún no he decido la fecha, pero espero verla allí- dijo, mientras se subía a su carruaje y se despedía de ella con su mano.

Charlie suspiro- sin duda alguna hoy fue un día muy cansado- dijo, para con un chasquido, volver a su ropa normal.

- Princesa, la están esperando para cenar- dijo Vaggie, Charlie asintió y camino hasta el comedor, allí se encontraban Alastor, Ángel, Husk y Niffty.

- Charlie, my dear qué bueno que llegas, adelante siéntate para poder cenar a gusto- dijo Alastor, mientras señalaba su asiento, el cual Alastor caballerosamente le ayudo a sentarse y acomodar su silla.

- Gracias Al- dijo Charlie, a pesar de que por fuera se encontraba tranquila, por dentro se encontraba sonrojada, ya que no podía sacar de su mente la imagen de Alastor sin camisa.

- Uy, que bueno modales que tiene el Al, olle Husk,¿Por que no eres así conmigo?- dijo Ángel, el cual estaba sentado al lado de Husk, este con expresión de fastidio dijo:

- Por qué yo no soy así, no me gusta estas cosas cursis- miro a Ángel, el cual tenía unos enormes ojos, como de cachorro, Husk  con fastidio, se levantó eh hizo lo mismo que Alastor, Ángel se mostró encantado.

- Gracia primor- dijo Ángel, para darle un beso rápido a Husk, el cual se sonrojo y todos empezaron a reír, sin duda la relación de ellos, ha mejorado.

- Bien olle, Charlie, tengo una duda, ¿Por que ayudaste a ese conde?- pregunta Ángel, Charlie, bebió tranquilamente su te, antes de responder:

- El conde tenía una buena idea y con esa idea, podríamos hacer un buen negocio, digo una herramienta nunca antes vista, que ayuda a las damas a estar listas en poco tiempo, me parece una buena idea de negocio, además no solo es eso, como dije el conde Baxter es inventor y la verdad espero “ese” invento con muchas ansias- dijo so riendo y dejando ver su lado demoniaco, lo cual todos la imitaron.

- Uy siendo así, yo también tengo ganas de verlo- dijo Ángel, para luego con una sonrisa maliciosa- y note que las demás los observaron mientras estaban entrenando, no dejes que nadie más te mire, tu eres solo mío Husk- abrazando con fuerza a Husk, queriendo no soltarlo jamás- por suerte fue a Alastor al que más miraban, parece que tienes muchas admiradoras Al- miraba a Alastor, sin soltar a Husk, el cual intentaba que lo soltara.

- No lo creo, mi afeminado amigo- dijo Al.

- Oh vamos, ¿Ninguna de ellas te atrae?- pregunta Ángel.

- No, ya hay una rosa en mi rosal- dijo Alastor, para tomar su taza, pero miraba disimuladamente a Charlie, el con ayuda de sus sombras, sintió a todas las damas mirándolo, pero también sintió el desagradable sentimiento de deseo de ellas, pero hubo un sentimiento que no le desagrado y ese era el de Charlie, también sientio sus celos y su ira, lo cual le hizo darse cuenta de lo que siente Charlie y que muy pronto ella se daría cuenta.

Con el conde Baxter

El se encontraba en su laboratorio, por suerte el se había adelantado y ya tenía varias lisadoras y rizadoras listas, por lo cual podía concentrarse en su verdadero invento.

En todos estos años, los monstruos han sido asesinados, creyendolos un peligro para la humanidad, pero ¿Si logramos evolucionar al ser humano, con los monstruos?, Esa idea ha surcado su mente en los últimos años, gracias a una oportunidad pudo ponerla en práctica, un hombre sin hogar fue el comienzo, experimentos tras experimentos, muchos fracasos, pero por fin, uno de ellos se encontraba listo para el mundo.

- Tu eres mi más grande creación- dijo, en frente de una celda, mientras arrojaba algo de carne cruda, para luego alejarse, lo único que se escuchaba era unos gruñidos, el conde solo sonrió.

Con los Von Eldritch.

Helsa, se encontraba en la oficina de su padre, le había dado la noticia de la idea del conde, el cual no se lo tomó bien.

- Como es posible, esa idea no tendría se supone que no funcionaría y ahora me dices que fue un total éxito- gritaba el conde, mientras apretaba sus puños- maldito conde.

- Tal vez la duquesa ayudó en algo, pero no te preocupes padre, el otro plan aún sigue en marcha y parece funcionar- dijo Helsa sonriendo.

- Bueno esa es una buena noticia- dijo, sonriendo al igual que su hija- desde el accidente la familia Von Eldritch, ha aumentado su fortuna, esto debido a la trata de personas y venta de armas, pero ahora no podemos permitir que todo lo que luchemos sea en vano, tenemos que asegurarnos que las batallas continúen y para eso necesitamos a los monstruos, segura que “eso”¿va bien?- pregunta a su único hija, Helsa sonrió y con confianza le dijo:

- Si padre, todo está en orden- dijo con confianza, entregando a su padre un documento.

El lo lee y una sonrisa de satisfacción cubre su rostro- excelente.

Con la señorita Claudia.

Ella se encontraba en su habitación, organizando su agenda y programando la fecha de su fiesta, desde que regreso de la mansión de la duquesa Magne, no podía dejar de pensar, en los ojos de la duquesa al ver al joven Alastor, esos ojos, decían que había algo más que una simple amistad y a pesar de no solo haber visto al joven Al, solo una vez, ella había notado lo mismo en los ojos de Alastor.

- Sin duda sería una buena pareja, tal vez solo necesiten ayuda- dijo en voz alta Claudia.

- Otra vez, pensado en voz alta- dijo su hermano quién había entrado a su habitación.

- Deberías tocar antes de entrar- dijo Claudia enojada con su hermano.

- Yo toque, tu nunca olles, ¿Que estabas pensando?- pregunta su hermano.

- En la buena pareja que formarían la duquesa Magne y el joven Alastor- dijo, su hermano la miro, recordó a la joven duquesa, cuando bailaron no noto algo más de que una amistad, sin embargo al verlos en el jardín, pudo notar una química en ellos, si hermano puede que tenga razón- no deberías inmiscuirse en la vida de los demás- dijo serio, su hermana solo sonrio y dijo:

- No voy a involucrarme, solo les daré un empujón, una pequeña ayuda no afecta a nadie.