Tanto Alastor como Charlie, se encontraban en la sala de estar esperando a sus invitados los Exeter, ambos se encontraban elegantemente vestidos, Alastor no podía apartar su mirada de Charlie, ella, aún en si forma humano, seguía siendo bella, aunque no habían muchos cambios, sus mejillas las cuales tenía un círculo rojo, ahora solo es un leve rubor, sus ojos, tenían un hermoso azul cielo, sus labios, ya no eran negros, eran de un color rojo, eso y el vestido que tenía, el cual era de un azul rey, con detalles en plata, la hacían ver deslumbrante, si no supiera lo que era ella, uno diría que está en frente de un ángel y no un demonio, para distraer sus pensamientos, decidió tomar té, la verdad que es cuando está con Charlie, no puede controlar sus emociones, sentía una necesidad, enorme de estar a su lado, ver sus preciosos ojos, ver su linda sonrisa escuchar su suave voz o incluso el verla beber sangre de humanos, Alastor sonrió dulcemente, sin duda alguna, hizo bien en invocarla.
- Alastor, ¿Por qué me miras tanto?- pregunto Charlie, desde que están en la sala, podía sentir la mirada de Alastor sobre ella.
- Discúlpeme, señorita es la emoción de estar con otras personas y también es que me es extraña, verla de esa forma, se mira hermosa, pero estoy acostumbrado a verla con la otra apariencia- dijo, no era bueno en mentir, pero si en ocultar cosas, lo estaba diciendo no era mentira, pero tampoco le dirá todo lo que piensa.
- Si, lo se, para mí también es extraño, aunque tendremos que acostumbrarnos, después de todo, cuando estemos en frente de otras personas tendré que verme así, aunque no se te olvide quién soy- dijo, para luego mostrar sus ojos color rojo, lo cual hizo feliz a Alastor.
- No se preocupe, nunca lo olvidaré- dijo Alastor, en eso alguien toca la puerta, los 2 se levantan, para que es hora de iniciar.
- Pase- dijo Charlie, entro Vaggie, la cual también tenía una apariencia más humana.
- Discúlpeme, sus invitados ya han llegado, su excelencia- dijo realizando una reverencia.
- Déjalos pasar y trae más bocadillos y te- Ordeno con firmeza.
- Como ordene- dijo, para luego salir, al segundo entrados 4 personas, dos personas adultas y 2 niños, los cuales se presentaron de inmediato.
- Saludos, gran duquesa, mi nombre es Arturo Exeter, es un placer conocerla- dijo el hombre, realizando una reverencia y mostrando su respetos para Charlie- ella es mi querida esposa, Cordelia y ellos son nuestros hijos, mi segundo hijo Fabián y mi querida hija Claire- dijo presentando a su familia, los cuales también hicieron una reverencia y dijeron al unísono:
- Un placer conocerla gran duquesa- dijeron, Charlie también hizo una reverencia dejando sorprendidos a todos, de sus exquisitos modales.
- El placer es mío, mi nombre es Charlotte Magne duquesa Magne y el es Alastor, lo estoy patrocinando- dijo mientras estiraba su mano a Alastor, el cual también hizo una reverencia que al igual que Charlie, también demostró muy buenos modales.
- Si es placer es nuestro- dijo Arturo, Charlie les hizo una señal para se sentará, todos se sentaron y en ese momento Vaggie entro, les sirvió te a cada uno y también coloco bocadillos y algunos postres, hizo una reverencia y salió, el conde aprecio ese momento para hablar:
- Discúlpeme, por la grosería de enviarle una carta para poder venir, pero bueno mi esposa y yo teníamos la curiosidad de conocer a la persona que compró está casa, ¿No se, si sabe todas las historias que cuenta de esta mansión?- dijo el conde, su familia durante años a querido comprar esta tierra, a pesar de los cuentos y leyendas que viven en ella, sigue siendo un buen terreno y además en esta hay minas, las cuales poseen oro y diamantes, su familia es la única que lo sabe, pero nadie ha podido poner un pie en esta mansión y ahora resulta que la dueña legítima, vuelve a esta mansión, eso afecta enormemente sus planes, aunque debía admitir que es hermosa y se mira joven, si logra difundir el miedo en ella, podía ahuyentarla y convencerla para que les venda la casa, Charlie solo sonrió y le dijo:
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Mi Demonio Charlastor
ФанфикAlastor, era un niño huérfano, su madre murió hace poco y su padre nunca lo quiso.En el orfanato, los demás niños lo maltrataban, pero el siempre sonreía, en el pueblo se lleva a cabo un sacrificio, para evitar que un demonio los devoraba, Alastor s...