Capitulo 3

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Habían pasado 2 meses, desde que Alastor conoció a Charlie, después de la masacre del pueblo, Charlie lo tomo en sus brazos y lo transportó a una mansión, aún recuerda esa día:

Flashblack

- ¿Donde estamos, señorita Charlie?- dijo educadamente Alastor.

- Está es una mansión, supuestamente todos aquí creen que está poseída, pero en realidad, pertenece a mi familia y bueno, ya sabes cómo son de superficiales los humanos, una familia nunca antes vista y un lugar, al que vienen y nunca más se vuelve a saber de ellos- dijo, Charlie con una suave sonrisa, aún con Alastor en sus brazos.

- Entiendo señorita, entonces, ¿Aquí es donde viviremos?- pregunta Alastor, quién se encontraba muy cómodo, pero algo avergonzado, ya que se encontraban encontraba muy cerca de cierta parte de Charlie, las cuales son muy suaves y blandas.

- Si así es, no te preocupes, ya debería estar limpia, le dije a mis sirvientes, que vinieran aquí y limpiaran todo- dijo Charlie, mientras Alastor miraba asombrado el magnífico lugar, tenía un jardín frontal muy hermosos, cubierto de rosas rojas, una fuente, era lo primero que veía y lo que más llamaba la atención, aunque la mansión no se quedaba atrás, una columnas inmensas, que servían de decoración en la entrada, imponían mucha presencia, el color era oscuro, pero aún así no quitaba nada de su elegancia, aún así, para las personas ignorantes, siempre el negro o colores oscuros, simbolizaba la maldad y no podían ver la belleza que hay en ella.

- Aunque no me gusta llamar la atención, estoy seguro de que los chismosos del pueblo, ya se enteraron de que hay alguien en la mansión y bueno, no falta el oportunista o la vieja chismosa que quiera venir, a ver qué hay de nuevo, así que dime,¿Que historia le decimos para satisfacer su curiosidad y que nos dejen en paz?- pregunta Charlie, ahora se encontraban en frente de ella puerta de la casa.

- Bueno, no es muy común que plebeyos, tengan el suficiente dinero, para pagar esta casa, así que sería buena idea, decir que pertenece a la realeza y bueno, nadie creería que somos familia, así que puede decir que es mi tutora, es normal que los aristócratas, apoyen a un plebeyo, siempre y cuando esté sea de utilidad para ellos- dijo Alastor, sin dejar de sonreír, eso era muy común, los aristócratas siempre utilizan a los plebeyos, como si fueran sus perros, le dan de comer, los endulzan con buenas palabras y suaves sonrisas, los sacan a parques bailes y al final, cuando se hartan de ellos, los desechas y buscan uno nuevo algo común.

- No es mala idea, pero quién poníamos ser, eh oído de condes, Marqueses, barón o duque, ¿Cual es la posición más alta después del rey?- pregunta Charlie, esta vez, Charlie tocó la puerta y la abrió una joven albina de largo cabello, tenía un traje de sirvienta, les dio una reverencia y dijo:

- Bienvenida, princesa Charlie, espero que le halla ido bien, en su primera visita al mundo humano- dijo, mientras Charlie entro junto con Alastor, finalmente bajo a Alastor y este se encontraba feliz, aunque al mismo tiempo quería seguir así por un rato más(nota: este Alastor, tan chiquito y todo un pervertido 🤭, quieren que lo haga pervertido pero educado y celoso o algo tóxico y celoso).

- Si Vaggie, te quiero presentar a Alastor, el es quien me invocó- dijo, se dirigió a Alastor y dijo:

- Alastor esta es Vaggie, es mi sirvienta y una amiga- dijo, Alastor realizó una reverencia y dijo:

- Un gusto en conocerla- Vaggie, lo miro por unos segundos sorprendida, pero se recompuso y le devolvió el saludo.

- Mucho gusto en conocerlo joven Alastor, si necesita algo no dude en decírmelo- mirándolo, notando que nunca perdió su sonrisa.

- Bueno, Alastor hablemos en el estudio- haciendo un movimiento, para que Alastor, la siguiera, una vez en el estudio, le pidió a Alastor, que se sentará y ella se sento en frente de el.

- Bueno, te acuerdas lo que te pregunte- dijo Charlie, Alastor asintió- entonces,¿ cual es la posición más alta, después del rey?.

- Después del rey, vendría el duque, es el segundo más importante y note que su sirvienta le dijo princesa, ¿Es usted una?- dijo Alastor, respondiendo la pregunta de Charlie, ella lo miro y sonrió y le dijo:

- Si te lo digo puedo asustarte- le dijo.

- No se preocupe, no le tendré miedo- dijo Alastor, confiado y con una sonrisa calmada.

- Bien, mi nombre completo es Charlotte Magne, hija de Lucifer Magne y Lilith Magne, princesa y heredera al trono del infierno- dijo Charlie, cuando una sonrisa, esperando la reacción de Alastor, el cual se sorprendió, no creía que tenía el poder para invocar a la heredera del infierno.

- Voy, ahora entiendo su reacción, me imagino que era difícil pensar que sería invocada, por uno niño y además ahora hay que degradarla, de heredera al trono a una simple duquesa- dijo Alastor tranquilo, Charlie se sorprendió y comenzó a reír, ya que se encontraba en casa y un poco más calmada, su cornamenta desapareció al igual que sus ojos rojos.

- Me agradas,mucho supe, que eras especial, pero no creía que tanto, bueno entonces será duquesa- dijo Charlie, Alastor la miro y a pesar de no tener su cornamenta y sus ojos rojos, aún así se mirada muy hermosa.

- Disculpe, ¿Que le pasó a su cornamenta y ojos?- pregunto con curiosidad.

- Oh sí, en el infierno, tenemos nuestra apariencia normal y nuestra apariencia demoníaca, cuando nos encontramos tenía mi apariencia demoniaca y ahora como me encuentro más tranquila tengo mi apariencia normal- dijo Charlie, explicándole, ella sabía que Alastor era muy curioso y por eso ella lo acepto.

- Entiendo, bueno entonces que le parece si ahora, la conocieran como la Duquesa Magne- dijo sonriendo, pero esta ves era mucho más grande.

- Si, me tengo que acostumbrar, entonces espero que no te importe el ser patrocinado por la gran duquesa Magne- dijo Charlie, sonriendo y haciendo una reverencia.

Alastor entendió y siguiendo el juego dijo:

- Por favor cuide de mi gran duquesa- dijo, mientras agarraba su mano y le daba un beso.

Fin flashblack.

Y ahora, el se encontraba aquí, en su cuarto, esta vez las heridas causadas, se encontraban ya curadas, aunque aún quedarían las cicatrices, antes era puro hueso, pero ahora tenían mucho más peso, eso lo podía ver y notar y lo que más le gustaba, Charlie era una buena maestra, el aprendía más sobre la magia, el vudú y el tarot, además también aprendía legua antigua y obviamente el idioma de infierno, lo cual era lo más le interesaba, sin duda, no se arrepentía de hacer el trato con Charlie.

Tok tok

- Pasen- dijo Alastor, la puesta se abrió y entró Vaggie.

- Disculpe joven, pero la princesa Charlie lo llama.

Alastor se levantó y cerró, el libro que estaba leyendo, al pasar junto a ella le dijo:

- Señorita Vaggie, mientras estemos los 2 puede decirle princesa, pero sabe que ante los demás Charlie es una duquesa, le tiene que decir excelencia- dijo respetuosamente a Vaggie, a pesar de ser un caballero, le gustaba en cierta forma molestarla.

- Si, lo sé muy bien joven, pero aún así le agredezco por recordármelo siempre- dijo Vaggie, a pesar de estar tranquila, en sus ojos, se podía ver una gran irá, Alastor noto esto y sonrío, para luego dirigirse al estudio, al estar en frente, el tocó la puerta, esperando a que ella le diera su permiso, el cual fue muy rápido.

- Adelante- dijo esa suave y dulce voz, el entro, mirándola a ella, en el sofá sentada, está vez tenía un vestido, color rojo, este enseñaba mucho piel, que para la época, era un escándalo enseñar tanta piel, tenía tiras finas, que acentuaban su generoso escote, de la parte de arriba era entallado al cuerpo y debajo, no tanto, pero tenía una abertura, en donde se miraba una bella y muy blanca pierna, Alastor sintió un calor en su mejillas, se repuso rápido y se sentó frente a ella.

- Buenas Al, lamento llamarte así, pero, como sabes llevamos 2 meses aquí y como te dije anteriormente, ya andas de chismosos, recibe varias invitaciones, acepte contestar una, la cual es de una familia de condes, los  Exeter, me me dijeron si podían visitarme, así que les conteste y vendrán pasado mañana, bueno lo que quiero saber ¿Listos para conocerlos?- dijo Charlie, sonriendo dejando ver su cornamenta y sus ojos rojos, Alastor entendiendo de inmediato y alargando su sonrisa, mientras una sombra se movía en sus pies, le dijo:

- Si, estoy listo.

Mi Demonio Charlastor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora