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Cuando conocieron a Severus tenían nueve años y rápidamente se hicieron amigos. Pasaban todas las tardes que podían en el parque y Severus muchas veces era invitado a las salidas que hacia la familia Evans.

Severus estaba extasiado, ¡porfin tenia amigas! ¡Y eran dos! ¡Tenia a dos estupendas amigas! Estaba tan feliz que incluso Tobias le era imposible arrebatarle aquella felicidad. 

Aunque el niño de nueve años no se diera todavía cuenta, Eileen y Rosalie pudieron darse cuenta de como Severus miraba a Lily. Las dos mujeres aunque no se llevaran muy bien, podían ver como Severus se estaba enamorando de Lily. Y eso les encantaba, a Rosalie le caía muy bien Severus, era amable y educado y a Eileen le ocurría lo mismo con Lily, era amable, educada y muy poderosa, había visto como Lily y su hermana protegían a Severus de otros niños de su edad y eso la tranquilizaba enormemente.

En muchas ocasiones los tres amigos peleaban por culpa de Petunia, pero rápidamente lo olvidaban recordando que ella misma se peleaba con ellas por ser distintas. 

- ¡Voy con Severus! -Grito Lily antes de salir por la puerta trasera y correr hacia su árbol favorito, donde Severus le esperaba

- No me cae bien ese grasiento -Gruño Petunia- ¿acaso has visto su ropa o su nariz? -Hizo una mueca de asco

- Sev no es tan malo -Dijo Dahlia a su hermana mayor- es divertido -Petunia solo rodo los ojos antes de volver a sus deberes- ¿me ayudas con matemáticas? no entiendo nada

Petunia sonrio, a ojos de su hermanita ella era especial y una heroína y esa sensación le hacia sentir bien a Petunia, le hacia sentir importante- Claro ¿Qué no entiendes?

- Todo -Dijo de forma exagerada

Petunia rio por lo bajo y empezó a explicarle los ejercicios a su hermana.

Mientras en el parque.

- ¿Dónde esta Dahlia? -Cuestiono Severus buscándola con la mirada

- Oh, esta en casa, haciendo los deberes de matemáticas junto con Petunia

Los dos niños se sentaron a los pies del árbol, en la sombra producida por las hojas y ramas de este, paso el tiempo y la hora de la comida llego, como Lily no volvía a casa, Apolo envió a Petunia para que los fuera a buscar. Lo que no se imagino el padre era que los tres niños volverían a pelearse.

- ¡Sois dos fenómenos! ¡Le diré a papa y a mama! 

Severus se quedo mirando sus manos asustado, se había enfadado porque Petunia le había empezado a insultar, hablando mal de su cabello y de su ropa, sin quererlo había echo que una rama se rompiera y golpeara en el hombro a Petunia, por suerte era algo pequeña, pero eso no le libro a la niña de sentir dolor en la zona afectada por el golpe.

- Lo si-siento Lily -Se disculpo Severus

- Tranquilo, según lo que nos has explicado eso es magia accidental, iré a hablar con Petunia, se lo explicare

Severus asintió, los dos niños se abrazaron antes de volver cada uno a su casa.

Ese día solo inicio un bache entre Petunia y su hermana Lily que lastimosamente solo se agrandaría al pasar de los años, provocando que las dos hermanas se distanciaran y pronto se dejaran de hablar.

Pero eso sucedió más pronto de lo que creían, el día en el cual las mellizas cumplieron once años y dos cartas de aceptación en Hogwarts estaban en su ventana junto una lechuza nival.

Esa noche, Dahlia se fue a la cama antes, le dolía demasiado la cabeza y estaba algo insoportable. En la noche Dahlia tuvo un sueño extraño, fue como una película, de su vida pasada. Cada acción, cada hechizo, cada poción, todo, recordó el ritual, recordó el dolor de los que creía sus amigos, lo que le dijo Severus antes de morir, la muerte de Sirius, cuando jugaba al Quidditch, cada aventura que pudo haberla matado.

Change {Harry Potter}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora