Oasis; [Katsudeku]

Prólogo

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El aire frio de la noche rozaba con insistencia su cuerpo. A la velocidad a la que iba, pareciera que estaba yendo en contra de la corriente de un rio congelado, cuyas pequeñas astillas de hielo lastimaban su piel, quemando y congelando al mismo tiempo.

Su aliento apenas cálido escapaba de su boca en cortos jadeos, sus músculos se flexionaban dolorosamente con cada movimiento, sus pasos apresurados causaban que se hundiera en la nieve poco densa y casi totalmente derretida, clara señal de que el invierno estaba empezando a remitir.

La noche era oscura a pesar de la luna llena sobre su cabeza, tan oscura que no podía ver más allá de su propia nariz, sus ojos ardían por el aire helado que seguía golpeándolo y su corazón taladraba en su pecho a tal velocidad que sus oídos se sentían como si estuviera debajo del agua.

Huye, sigue corriendo, no te detengas. Eran las únicas palabras que se registraban en su mente.

No podía ser capturado de nuevo, no lo permitiría.

Escuchó a la distancia el acelerado trote de caballos detrás de él y a sus jinetes gritar órdenes para cazarlo. Suaves pero peligrosos aleteos del fuego que brillaba en las antorchas de sus perseguidores comenzaron a reflejarse en la nieve y supo que estaban a punto de alcanzarlo.

No conocía el bosque por el que deambulaba, o tal vez sí, pero todo el tiempo que pasó como prisionero le impedía recordarlo. Se desvió de la ruta por la que corría y sintió como el suelo detrás de él vibró con las pisadas del caballo más cercano.

Siguió avanzando, su mente agotada haciéndolo confundirse entre la oscuridad, no podía ver lo que estaba frente a él, y sabía que sus cazadores sí, por lo que se encontraba en desventaja.

Sus sentidos normalmente subyugados habían alcanzado su pico más alto mientras escapaba de la fortaleza gracias a la adrenalina que corría por sus venas; pero ahora que el cansancio estaba comenzando a afectarlo, la esperanza de huir con éxito se volvía más lejana con cada segundo transcurrido.

Los árboles comenzaron a abrirse y el claro sonido del agua corriendo llegó hasta él. Pudo adivinar que la corriente era fuerte, si el ruido que podía percibir era un buen indicador. Se concentró tanto como pudo para percibir su alrededor, su vista ahora más acostumbrada a la oscuridad percibió el brillo plata del agua y el gran ancho del rio que corría con torrencial fuerza hacia su izquierda, en donde el agua se terminaba abruptamente, probablemente gracias a una cascada. No había forma en que pudiera cruzar.

El suelo volvió a vibrar, relinchidos atravesaron el aire frio y el fuego se extendió por la nieve, coloreándola de naranja; entonces, su acorralada mente llegó a la solución.

No podía escapar de ellos, al menos no con vida.

Se arrojó al rio, el agua se agitó, cubriéndolo y entrando en sus fosas nasales, sintió de inmediato el frio adormeciéndolo, su cuerpo golpeó las rocas del fondo y le pareció escuchar cómo los caballos relinchaban detrás de él.

No regresaría a la celda.

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Ah˜ que felicidad estar de vuelta <3 Extrañé mucho publicar por acá.

¿Qué les parece mi comeback? xd

¡Me alegra que esta historia pueda ver la luz por fin! Ha estado terminada desde hace poco menos de medio año, pero por diversas circunstancias no había podido publicarla, por lo que hacerlo se siente como un gran logro, ¿saben?

Como sea, espero que puedan disfrutar esta historia tanto como yo lo he hecho. Considero que es mi mejor trabajo hasta ahora <3 Consta de 14 capítulos más este prólogo que acaban de leer y estará actualizándose cada semana, los viernes, si todo va bien con mi vida xd

¡Muchas gracias por su paciencia!