Capítulo 6: Piano

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—¡Pon el siguiente capítulo!

—Espera, ya lo haré.

En la televisión que tenía su dormitorio en el hospital se estaba reproduciendo la canción de entrada de un nuevo anime que Hyunjin había descubierto. Quería verlo con Jeongin y el chico no se negó.

—Si fueras un pianista como ese chico, habría caído profundamente enamorado de ti desde el primer segundo.

—¿Tienes un fetiche con los pianistas?

—¡No! Pero me dedicarías melodías, siempre quise que me pase eso y seguramente, habría sido tu primera estrategia conmigo —mencionó.

Jeongin ya se había acostumbrado a los comentarios en medio de los capítulos, no podían ver uno sin hablar mientras lo ponía en pausa.

—¿Y si te digo que sé tocar el piano?

Hyunjin volteó a mirarlo, no podía creerlo.

—La primera vez que me dijiste que podrías ser mejor que mi tipo ideal inexistente, no pensé que lo decías en serio.

—Solo sé tocar un poco... —Jeongin se avergonzó al recordar eso. No estaba en sus planes responder así esa vez, salió sin querer.

—¡Toca el piano para mí!

Una amplia sonrisa se formó en el rostro de Hyunjin.

El rostro estaba más pálido que antes y delgado.

Las ojeras eran notorias, lo sabía.

Esos últimos días, le había costado más dormir de lo normal. Por las madrugadas, sentía náuseas e iba directo al baño. Casi no podía comer por el mal sabor que le producía, pero Jeongin estuvo a su lado, tratando de que pudiera alimentarse con la dieta que tenía.

Hyunjin tenía anemia, pero por lo mismo que llevaba las quimioterapias, era complicado para su cuerpo combatirla. Tuvo un par de transfusiones de sangre debido a eso.

Los moretones tampoco desaparecían fácilmente y algunos le dolían.

Dolía.

Verlo de esa forma, le dolía.

Quería ayudarlo más, quería que estuviera bien.

—Bien, un día de estos lo traeré para tocar para ti.

Jeongin se turnaba con la madre de Hyunjin para cuidarlo. Él no podía quedarse durante las madrugadas, sus padres estaban comenzando a sospechar y lo más probable era que no lo dejarían volver a ver a Hyunjin. No iba a permitir eso.

Lamentablemente, llegó el día que debía enfrentarlos.

Solo habían pasado tres semanas desde que el tratamiento de Hyunjin inició, cuando un día regresó a su casa un poco más temprano de lo normal. Sus padres pensaban que se quedaba estudiando en la biblioteca, aunque la verdad era que su carrera universitaria estaba más que abandonada.

Dejó a Hyunjin con sus amigos ese día. Quiso darles su espacio y se despidió, prometiendo que volvería al día siguiente.

—¡¿Qué se supone que has estado haciendo estos meses?!

No pudo hacerlo.

—¡Pago esa maldita universidad! ¡Yo la pago!

—Nunca te pedí que lo hicieras.

—Y ahora, me entero que, a parte de estar faltando a absolutamente todas las clases, ¡estás visitando a un enfermo terminal en el hospital! ¡¿Qué crees que está pasando por tu cabeza?! —gritó su padre.

Enchanted | hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora