Enchanted | hyunin

Capítulo 4: Anime

Una semana volvió a pasar. Tal y como lo prometió, Jeongin lo acompañó, no solo a esa prueba, si no a las demás que le programaron en el hospital.

Cada vez que terminaba una, Hyunjin se veía cansado y no quería pensar en eso. Así que se encargó de llevarlo a un lugar diferente por cada una que tuvieron.

En total, solo fueron tres salidas.

—¿No te dicen nada por faltar a la universidad? —preguntó Hyunjin mientras disfrutaba de su crepa de chocolate.

Jeongin encontró un fantástico sitio donde comer mientras miraban un lindo parque.

—No, tampoco me importa mucho. No estudio lo que quiero, prefiero pasar tiempo contigo.

—¿Y esa revelación? Jamás pensé que vería al Jeongin rebelde —bromeó un poco y el chico a su lado empezó a reír.

Cuando quedaron en silencio, solo se podía sentir la brisa fría del invierno.

—Sé que no es de mi incumbencia, pero ¿por qué no estudias lo que quieres?

—La típica historia de los padres, nada nuevo.

—¿Qué te obligaron a estudiar?

—Derecho.

Sonaba aburrido para Hyunjin. Jeongin no se veía ni en lo más mínimo feliz de mencionar el nombre de la carrera.

—¿Qué crees que estudio yo? —preguntó. Quería cambiar de tema, a Jeongin no parecía gustarle hablar sobre él.

—¿Artes?

—¡No! Sé que luzco como uno, todo el mundo me lo ha dicho. Pero no, estudio Literatura.

—Eso se escucha mucho mejor que Derecho. Incluso, más interesante.

—Bueno, para nosotros puede sonar aburridísimo, pero para alguien debe ser la mejor carrera que ha elegido en su vida. Es cuestión de gustos.

—Por ese lado... tienes razón. Pero a mí no me gusta.

—¿Y qué te gusta a ti?

—Tejer.

Sus ojos volvieron a brillar como hace dos semanas.

—Quieres ser diseñador —concluyó Hyunjin al ver que la versión inexpresiva de Jeongin desaparecía cuando hablaba sobre tejer.

—Sí, es solo un sueño.

—Tu sueño me parece muy creativo.

—¿Y cuál es el tuyo?

—Bueno, es fácil de descifrar —dijo, pero decidió hacer una pausa porque había terminado de comer—. Quiero escribir un libro. Pero, para mí mismo. No quiero que nadie que no tenga mi permiso lo lea. Tan solo quiero recopilar lo más importante de mi vida, nada fuera de lo común.

—¿Has empezado con la primera página?

En realidad, Hyunjin había comenzado por el final.

—Sí, además, tú pareces estar incluido.

Jeongin se sintió feliz al saberlo.

—Pero, ¡solo te daré una página! Porque la primera vez que me llamaste estaba en medio de algo importante y me interrumpiste —aclaró.

—No importa, me conformo con una página, una sola oración, lo que sea.

Era la primera vez que lo veía sonreír y sus ojos desaparecían cuando lo hacía.

Qué lindo gesto, pensó.

Los días pasaron después de su última cita, no pudieron encontrarse de nuevo en persona, pero los mensajes diarios no demoraban en llegar.