Al parecer, los días en la universidad serían pausados por el momento.
Hyunjin quería hablar con sus amigos. No sabía si hacerlo por separado o decirles a los dos a la vez en una reunión. Pidió consejo de Jeongin, pero también era igual de indeciso que él.
Al final, terminó por contarles a la vez. Era más sencillo que recibir reacciones separadas.
No quería estar solo en el momento en el que tuviera que decirles, pero Jeongin debía seguir disimulando que estudiaba Derecho para que sus padres no lo descubrieran. Hyunjin insistió en que siguiera y Jeongin se rehusó al inicio, después de todo, no quería que estuviera a su lado todo el tiempo por mucho que pensara en él a cada instante del día.
Era lo único que lo mantenía sobre la tierra, incluso con la noticia sobre su estado de salud.
—Tengo leucemia.
La expresión de Seungmin cambió. Hyunjin sabía que sería así, solo que no imaginó que le dolería de esa manera verlo hecho realidad.
—No podré venir más a clases porque mi estado... no es muy bueno—explicó. Todavía no recibía respuesta de sus amigos—. Tengo que empezar el tratamiento.
—¿Cuándo?
—Bueno, dijo que debía ser lo más pronto posible.
—¿Cuándo te enteraste? —volvió a preguntar Felix. Seungmin seguía sin palabras.
—No quería preocuparlos. Lo supe recién ayer, me estoy demorando un poco, así que mañana estaré en el hospital.
Sabía que iba a llorar, pero no sabía por qué no salía nada.
Sin embargo, Seungmin corrió a abrazarlo ese día y por fin pudo hacerlo. Lo conocía, no era una persona a la que le fuera fácil ser capaz de expresarse por palabras y más cuando se trataba de él.
La mayor parte de los conflictos que tuvieron durante su amistad eran resueltos así. Hablaban solo un poco, principalmente Hyunjin era el primero en acercarse para conversar sobre el problema, Seungmin aceptaba su error o viceversa, y todo terminaba con un abrazo.
Esto, su enfermedad, no lo veían como un problema.
Había sido la primera vez que recibía un abrazo de su parte.
Y Felix, era un llorón de primera categoría.
Cada quien tuvo su propia forma de lidiar con la noticia.
Su madre lloró y su padre también. Jamás los había visto así, ni cuando se rompió el brazo en la secundaria y solo recibió regaños por el accidente.
Por su propia parte, personalmente, ni siquiera entendía bien de qué trataba la enfermedad. Por mucho que presentara los síntomas, lo mínimo que supo fue que empezaba por su medula ósea y que estaba prologándose hacia los órganos.
No quiso investigar más. Lo cansaba. Se sentía peor.
Estaba demasiado agotado.
Solo quería ver a Jeongin, fue una fortuna que él lo hubiera acompañado ese día.
El día que se internó en el hospital para comenzar la terapia de inducción, fue con su madre. No quiso ir con ella, pero no había nadie más.
Su vida se iba a detener solo por ese momento para tratarse mientras que la de los demás debía seguir. Lo menos que quería era sentir que estaba siendo un obstáculo en el camino de las personas más importantes de su vida.
Era interesante que a Jeongin no parecía importarle eso.
Fue esa la razón por la que, por más que le pidió que no lo hiciera, aún así apareció.
Un poco tarde, pero llegó.
Le gustaba que lo contradijera de esa manera.
—Me siento cansado...
—¿Cuánto tiempo será?
—No lo recuerdo. Cuando mi mamá estaba hablando con la persona que me puso esto, no lo escuché.
—No importa, me quedaré todo el tiempo que sea necesario.
Hyunjin cerró los ojos por unos minutos y cuando los abrió, pudo ver que Jeongin había traído todos los materiales para tejer. Era algo ya comenzado, así que se enfocó en seguir con la lana blanca y negra.
—¿Estás...
—¿Tu personaje favorito? Sí, eso estoy haciendo.
—Eres muy habilidoso con eso, ¿no te enredas? —Hyunjin se acomodó un poco en la camilla. Quería verlo mejor.
—Estoy acostumbrado. Podría enseñarte algún día.
Hyunjin señaló la vena por donde estaban administrando los medicamentos. Por dentro se lamentaba, porque tuvieron que elegir una del dorso de su mano.
—Les hubiera dicho que elijan otra, como la de mi pie —dijo apenado. Jeongin solo lo miró extraño—. Quería ser tu estudiante.
—¿Será eso posible?
—¿Qué aprenda a tejer?
—Las dos cosas.
—No lo sé, aunque sería difícil si quiero ir al baño —empezó a reír ligeramente. A Jeongin le gustaba escuchar su risa.
Cuando Hyunjin descubrió la sabana que lo cubría, Jeongin pudo ver más moretones en los tobillos y en parte de la pierna.
Hyunjin solo suspiró, recién los veía. Pensó que con los del torso era suficiente.
—Perdón por estas citas tan extrañas. Es muy poco romántico estar aquí.
—A mí me parece perfecto —respondió Jeongin que dejó de lado la concentración en tejer para mirar a los ojos de Hyunjin—. La mejor cuarta cita del mundo. Yo aquí, tejiendo junto a la persona que me gusta, jamás pensé que haría esto.
Hyunjin volvió a sonrojarse por lo que dijo. Cuando se trataba de él, todo se sentía mejor.
—¿Tanto te gusto? —preguntó casi como una broma.
—Sí, me gustas.
Eso fue demasiado directo.
—Bueno, tendrás que esforzarte más con ese muñeco si quieres realmente ganar mi corazón.
—Lo haré, no dudes de eso —dijo y volvió a tejer. Parecía más animado—. ¿Puedo hacerte una pregunta?
—No, estoy cansado, en este momento iré a dormir —fingió estirarse en la camilla y bostezó.
Estaba con los ojos cerrados, pero agregó.
—Todavía no me hagas esa pregunta.
¿Será tarde para cuando quiera aceptar su respuesta?
—Está bien, esperaré.
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Enchanted | hyunin
FanfictionSeungmin, preocupado porque su amigo Hyunjin nunca ha tenido una pareja y utiliza todo el tiempo libre que tiene en ver anime y leer libros, toma la decisión de colocar en el mural de bienvenida de la universidad su número de teléfono con un pequeño...