Capítulo 7: Síntomas

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La comida del día de Hyunjin había llegado.

Sin embargo, él sentía que ya no podía comer.

Una semana antes, cualquier cosa que comía, terminaba por vomitarla. Se deshidrataba fácilmente y tenía que estar con suero todo el tiempo.

Había tenido una infección estomacal y tuvieron que administrar más medicamentos para combatirla.

Estuvo con fiebre un par de días. Jeongin recordaba no haber dormido nada durante esos días. Tenía que estar pendiente de él por si sucedía algo y así, avisarles a las enfermeras.

Se sintió aliviado cuando Hyunjin pudo regular su estado, pero, él no estaba bien.

Emocionalmente, no lo estaba.

—Es una dieta blanda, te ayudaré a comer.

Jeongin se sentó a su lado mientras que Hyunjin estaba sentado en la camilla. Estaba abrigado, su madre lo había abrigado lo más que pudo, aún así, si tocabas su mano o su rostro, estaba frío.

Confiaba en Jeongin y sabía que tenía que volver a alimentarse bien para poder recuperarse. Aunque la comida no tenía más sabor.

Se sentía tan débil y cansado que Jeongin tenía que darle de comer. Tampoco quería mostrar los brazos, habían más de esos feos moretones.

Con mucho esfuerzo, pudo terminar de comer.

—Lo hiciste bien.

¿Lo hizo bien?

—Solo he comido, no digas eso.

Volvió a recostarse en la camilla y cerró los ojos.

Jeongin se había acostumbrado a esto, los cambios de humor.

—¿Por qué sigues aquí conmigo?

—Te lo prometí.

—¿Y si jamás me recupero?

—No lo sabemos aún.

Hyunjin había comenzado a sentir angustia. Siempre que terminaba un momento difícil en medio de su tratamiento, se iba a comportar de esta manera.

—Lo siento, no quería decirte eso.

—Está bien, sé que no querías hacerlo —Jeongin se acercó a la camilla y lo abrazó. Hyunjin se tranquilizó al sentir su aroma—. ¿Quieres dormir?

—Sí, estoy muy, muy cansado. Y mañana seguirán con las quimioterapias, acabaré más cansado. Seguramente, tú también debes estarlo, y mamá...

—Tu mamá está bien, dijo que está feliz de que yo pueda cuidarte mientras ella trabaja.

Hyunjin sintió ganas de llorar. Pero, quería dormir sin que le dolieran los ojos, si ya de por sí le costaba abrirlos y se asustaba al ver demasiado borroso al despertar, no quería empeorar eso.

—No me siento cansado, cuando te veo dejo de estarlo —dijo Jeongin.

—Me pasa lo mismo.

Jeongin volvió a cubrirlo con la manta que había traído de su casa y le colocó el gorro que había tejido para él.

A los minutos de regresar a su lugar en el mueble de la habitación, Hyunjin se quedó dormido.

Mientras dormía, Jeongin hacía otras cosas aparte de tejer. Aunque, la mayor del tiempo solo hacía eso porque lo relajaba. Porque dejaba de pensar por un momento en la condición de Hyunjin.

No iba a negarlo. También estaba asustado.

Con la infección estomacal que tuvo la semana pasada, se sintió tan preocupado y triste. Jamás imaginó que podría sentirse así alguna vez, por nadie.

Enchanted | hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora