Profesor// Joseph Quinn +18

Lenguaje corporal

-¿Y usted qué piensa de eso?- un frío corrió por mi espalda cuando remojó sus labios.

-Pienso que eres un libro nuevo, interesante, que atrae a poca audiciencia por su sencillez y complejidad... y yo me considero un lector apasionado, me gusta descubrir lo que esconde cada pagina.- su garganta sonaba ronca y mis deseos de controlar la humedad entre mis piernas aumentaba.

-Me enseñará el lenguaje corporal o de nuevo me dará un trabajo que me mantenga despierta toda la noche?- su ojos se conectan con míos cuando yo desvío el tema, tengo que ocultarme de alguna manera.

-Dime que ves de mi lenguaje corporal y eso tal vez te manga despierta toda la noche, espero que no te canse mucho.- dijo agil, sabia volver al tema. Bajé la mirada un poco y visualice sus tres botones abiertos, más allá su pecho y mis hormonas poco a poco brotaban por mis poros.

-Yo...- miré sus ojos de nuevo y él se acercó un poco más, su perfume me invadió.
Soy su prisionera ahora, seria una bendición que algo me saque de aquí.

-Habla, Miller- sonrió mostrando sus dientes, ya era consiente... siempre fué consiente de lo que provocaba en mi.

-Me estás haciendo temblar- solté de golpe, mi maldita boca y sus estúpidas palabras saliendo sin control.

-Y solo fueron palabras.- levantó una de sus cejas mirándome con perversidad.

-Bien, te equivocaste- hablé con seguridad, buscaba aire. -No quiero besarte-

-Entonces deja de mirarme como si quisieras hacerlo- se alejó de mí y pensé en detenerlo pero no lo hice, cuanto más lejos lo tenga me ahorraría muchísimas estupideces.

Apoyó su espalda contra la pared y nadie dijo más nada, mis piernas estaban inquietas... La ganas de besarlo me hicieron impaciente pero no iba a hacerlo, no yo.
Él trato de abrir la puerta nuevamente y terminó rompiendo el cerrojo, hizo un festejo cuando la puerta cedió.

Me miró y yo bajé de la mesa tomando mi mochila, no habia nadie por los corredores y eso me relajó. Caminaba a mi lado sin hablar y suspiré.

-Creo que tu lenguaje corporal me dice que también quieres besarme y...- hablé bajo

-Quiero hacer mucho más que besarte, Miller- dijo sin mirarme -Pero no lo haré, no me lo has pedido y creo que eres tan orgullosa que aunque ahora te resulte incomodo caminar... digo, por el desastre que traes entre las piernas, no me pedirias que te tocara un pelo-

-Estas en lo correcto- mi estómago sintió cosquillas al oírlo tan seguro.

-Entonces esta charla ha concluido.-se encogió de hombros mientras salíamos de la institución

-Entiendo- suspiré

Dile, no seas estúpida.

Él no respondió más nada y vimos que Jamie seguía en el estacionamiento, sus ventanas todas cerradas y con música.

Mierda Cam.

Joseph golpeó la ventanilla y abrió la puerta, mi amiga sentada sobre las piernas del rubio me puso incómoda.

-Como salieron?- dijo cam separandose rápidamente

-Sabias que estaba encerrada?- dije exaltada

-Joseph es el chico con el que te besaste en la fiesta, no? Hablando con Jamie juntamos las piezas- Joseph ahora miró a Jamie

-Fué su idea- habló el rubio

-Que inmaduro de tu parte Jamie- el de rulos golpeó su brazo

-Que tal la pasaron?- sonrió cam

-Fue una mierda, estoy enojada contigo- subí al coche y Joseph igual

-Fue una mierda?- susurró y luego su lengua desfiló por sus dientes

-Si, no...no por ti- puse mi mano sobre su pierna

-Si es lo que dices- no emitió ningún tipo de mueca

Que mierda hago? Porque me importa si se lo tomó a mal, es un tipo totalmente desconocido. Su mirada estaba en la ventanilla y nisiquiera volvió a hablarme. Llegué a casa rápido por suerte, Cam se despidió a los besos con Jamie y ellos luego se fueron.

-Dime que al menos te besó- habló la peliroja

-Por que hiciste algo como eso?- pregunté enojada mientras abría la puerta de casa

-Ambos se miran con ganas- se encogió de hombros

-Aún tengo novio, lo recuerdas?- entramos a mi casa y yo tiré mi mochila a un lado

-Vamos, sabes que Bruno...- la detuve

-Son solo tus ideas, cállate- rodeé los ojos

-Bien, solo quería darte un empujón- se sentó

-No estuvo tan mal pero no hubo nada porque lo arruiné- me senté junto a ella

-Cuentame todo- sonrió

Comencé a contar todo, cada detalle y también a regañarla un poco más por lo que hizo. Ella me miraba sorprendida pero sonriendo.

-Algo mucho más que un beso?- casi gritó

-Shhh- reí

-Vamos ____, eres una tonta- me miró

-Y tú y Jamie?- reí -Son unos cochinos, estan en vía pública-

-Nadie lo sabe, iremos este viernes organiza una fiesta en su casa y no podemos faltar- dijo -Estará ese sexy profesor- se burló

-Lo pensaré- hablé -Iré por ti, no por él-