Profesor// Joseph Quinn +18

Debo irme

La clase transcurrió lenta, no podía concentrarme en el trabajo práctico. Miré caminar al profesor por las divisiones de los bancos y tapé la hoja con mi brazo para que no viera nada, su colonia golpeaba mi nariz cada vez que pasaba y odia los pequeños sex flashback de cuando se movía dentro de mi. Porque eso sucedía cada vez que lo tenía cerca, no quería darle créditos porque al parecer tiene el jodido ego demasiado alto.
Bruno lanzaba bromas sobre el cuerpo del profesor, hablando de tamaños y su mejor amigo reía junto a él. Era totalmente molesto porque la última vez nos castigó por su culpa.
Suspiré cuando Cam le entregó el trabajo ya terminado y Joseph de vuelta le dió un papel a escondidas pero aunque yo pude verlo, la clase no. Ella le sonrió amable, él volvió a la vista corrigiendo las hojas para luego dárselas y felicitarla por excelente trabajo.

Cam? Tiene buena nota? Esto es rarisimo.

Ella tomó asiento de nuevo junto a mí y me miró sonriendo. Le hice un gesto para que me contara pero restó importancia.

-Solo es sobre Jamie, mi celular se apagó- mintió. Lo sabía porque ella no podía mirarme a la cara.

-Mmm, no aguanto más a Bruno- le susurro cuando mi novio caminó hasta el profesor y le entregó las hojas. Luego se apoyó en la pared sonriendo.

-Nadie lo aguanta, te dije que era un estúpido desde un principio. Además tiene algo raro- Cam comenzó a guardar sus cosas y ya miré sin entender nada.

Si, estoy totalmente perdida hoy.

-Ayudame- le pedí mientras ella guardaba.

-Me gustaría pero no puedo- me sonrió con pena y rodeé los ojos. Ahora estoy molesta con ella.

-Señor Bruno, la fuente de internet de dónde haya sacado esto...- suspiró mirando las hojas y captó la atención de todos. -Disculpeme pero es una basura, nisiquiera se acerca a un respuesta correcta- lo miró y mi novio hizo desfilar su lengua dentro de su boca.

-Quizá, lo hablaré con mi padre para ver qué opina él sobre su materia. Sabe que mi padre es un gran profesor de historia, no?- sonrió con picardía y la clase estaba en silencio, algunos salían del lugar sin hacer casi nada de ruido.

-Por supuesto, fuí el mejor de su clase. Me gradué con honores y su padre me entregó el título con demasiado orgullo, luego me dedicó unas palabras delante de toda una junta de profesores.- Bruno ahora estaba pálido y el hombre le entregó las hojas sin mirarlo. -Ambos estaríamos de acuerdo que usted debería leer el libro recomendado para cada año de historia.-

Un "Uhhh" sonó bajo, era ahora la burla del salón y una sonrisa leve quiso escapar de mi boca. Lo humilló con clase y sin faltarle el respeto, este hombre es otro nivel.
Luego de eso Bruno nisiquiera me miró, su amigo ya había abandonado el aula y Cam igual. Esperé para que me digiera que nos vayamos juntos pero no sucedió, eso no me molestó, en un punto lo agradecí. Guardó sus cosas a velocidad y cerró su portafolio, se olía su enojo, su rostro estaba en un tono rojo suave y sus cejas fruncidas. Colocó la tira del bolso en su hombro y se adelantó por salir pero la voz de aquella presencia masculina lo detuvo.

-Creo también señor Bruno, que el tamaño de mis genitales no debería importarle- dijo desinteresado mientras acomodaba sus folios y lapicera dentro de una carpeta. -Acaso es lo que le causa inseguridad a usted? Bueno, de todos modos eso no me importa. Debería hablarlo con su psicólogo.-

El aire tenso no me permitía respirar con tranquilidad y agaché la cabeza guardando todo en mi bolso, Bruno salió dando un portazo.
Solté un respiro de alivio, mi espalda comenzaba a doler por estar tan tensa durante toda la secuencia.
Levanté la mirada y lo encontré de cerca, me hizo dar pasos para atrás.

-Me debes algo- sonrió.

-Que?... Yo.. que?- de nuevo estaba confundida.

-El trabajo Miller, estás bien?- mi rostro daba justo a la altura de su pecho y allí tenía la mirada.

-Claro, lo lamento. No es un buen día- él acortó la distancia e hizo que levanté mi rostro con uno de sus dedos empujando mi mentón hacia arriba.

-Te sigo poniendo nerviosa?- susurró y solté el bolso pesado

-Debo irme- solté en un hilo de voz y de inmediato mojé mis labios. Él sonrió.

-Oh, fíjate si puedes abrir la puerta- mencionó alejándose y yo caminé hasta la puerta. Jalé y no pude, volví mi vista a él -Creo que tú novio cerró demasiado fuerte y la rompió-

-Es lo que le dijiste a Cam, no?- caminé acercándome a él

-Es una chica obediente, me cae bien- su mano acariciaba su barba.

-Piensas que Bruno no le dirá a su padre?- pregunté

-Que vengan, aquí los espero a ambos- sonrió apoyándose contra una mesa.

-Como se supone que saldremos de aquí?- me senté en la mesa de la par. Justo como la anterior vez.

-No lo se- sacó su celular y me hizo sonreír. -Solo te daré una clase particular- se encogió de hombros y apagó el móvil.