Capítulo 6

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Entre a mi habitación prepare el futón y al momento de cerrar mis ojos lo escuché

- Estás despierta -

esta vez no tenía ganas de hablar con el señor Rengoku, pretendí estar dormida, al ver que no le respondía este se fue o eso fue lo que creí.

A media noche me desperté por que sentia que corrían a todos lados, el Patrón estaba grave y necesitaban ayuda medica pronto para calmar su dolor.

La noticia de su salud, quedo atrás porque prontamente se supo de la derrota de una de las lunas crecientes a mano de Uzui, Tanjiro, Zenitsu e Inosuke.

- Escuchaste  lo han logrado - dice feliz Rengoku

- Si lo oí, espero que  ellos se encuentren bien - 

entusiasmado el Señor Rengoku me toma las manos

entrenaremos muy duro para que podamos vencer al resto de las lunas -    

su entusiasmo se me contagió, no obstante al cruzar miradas recordé lo que sucedió en el comedor, sentía que me utilizaba para vivir a través de mí, en cierta parte me invadió una tristeza enorme, quería saber más de él, más allá de lo que todos comentan, me arme de valor y le pregunte.

- Señor Rengoku -           

- Dígame señorita -         

- Cómo fue su infancia ? -   le pregunté

él me miro desconcertado, se cruzo de brazos y respondió

- fue feliz -           

 En cierta medida sabía que me estaba mintiendo

- y la relación con su padre? - pregunte

ahí fue cuando abrió los ojos, me di cuenta como empuñaba con fuerza su mano, 

- a mi padre lo respeto y admiro mucho -     

- a pesar de - dije

ahí es cuando por primera vez se enojo con alguien, me grito bastante molesto que dejara de hacerle preguntas que no venían al caso, que esa etapa ya pasó y que esta intentando ser de ayuda para erradicar ahora a Kibutsuji, tratando de comunicarse con los demás, enojado sale de la habitación y no sentí ese característico aroma a cerezo, más bien sentí que el aire me quemaba.

- sufriste demasiado Kyojuro - murmure 

esa noche no pude dormir, realmente lo hice enfadar, durante los siguientes días no se apareció por mucho que lo buscara, me rendí, iba a hablar con Oyakata sama, cuando me piden que lo acompañe junto con amane para saludar a todos los espadachines caídos.

apenas puse un pie, vi un cerro lleno de gente, que al paso de Oyakata al decir sus nombres hacían una reverencia como si esperaran ser útiles, se puso en un punto medio, forzó su voz para contarles la noticia.

muchos de esas almas que estaban ahí, al escucharlo se sintieron tranquilas y se desvanecieron para descansar, otras estaban esperando que anunciaran la derrota de muzan, habían almas muy viejas esperando aquella noticia.

En ese instante llega el cuervo de Uzui con la carta de su retiro, Oyakata me pide que se la lea, al terminar de hacerlo, este amablemente le dice al cuervo que valla a descansar y que aceptaba su retiro, todos tememos derecho a ser felices.

con esa respuesta el cuervo de Uzui emprendió el vuelo.

algunas almas criticaban que un pilar se haya retirado, otras decían que estaba bien lo que hacia, realmente ese lugar se dividió, y una brisa muy fría pese a ser un dia calido se dejo sentir en el lugar.

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