I LOVE YOU.... SEBASTIAN

ESPECIAL o ONE-SHOT

El demonio que sufrió por Amor

En una gran casa de color gris se escuchaban los sollozos de una familia a la que se le estaba arrebatando lentamente la vida de su único hijo por la muerte.

_Ciel....por favor, hijo dinos quien te hizo esto o que es lo que tienes._ lloraba desconsoladamente una mujer de cabello rubio y ojos azules como el del niño que yacía tendido en la cama.

La causa, era el amor de un sepulturero hacia aquel niño y que se vio corrompido por el rechazo de este, lo que hizo que ese hombre lo envenenara para que nadie pudiese tenerlo. Pero su familia no tenía idea alguna de eso.

_Ciel, hijo dinos por lo menos algo sobre la persona que te hizo esto._ -Pedía un hombre de apariencia similar a la de su hijo.

_Y-yo... No... lo sé._ -Lentamente sus ojos comenzaron a cerrarse dando su último suspiro y dejando a sus padres desconsolados, aferrándose a su cuerpo que rápidamente perdía aquella cálida temperatura.

_El joven amo-_

_¡Ciel!, ¡Ciel! Despierta, por favor no nos dejes......_ -Gritaba aquella mujer con un nudo en la garganta que sentía derrumbarse.-

_Rachel. él se ha ido, nosotros no podemos hacer nada...._ -Decia con tristeza el hombre habrazando a su esposa.-

_Tanaka encárgate de recibir a Angelina._

_Si Señor._ -respondió aquel anciano con una reverencia.-

Con dolor, la familia Phantomhive poco a poco aceptaba la verdad, pero la madre del niño se veía rezando todos los días por el alma de su hijo, el cual se manifestaba como un olograma que rogaba porque no dejará de hacerlo ya que el lugar donde se encontraba era oscuro y cubierto por llamas rojas en el que sólo había dolor, agonía y sufrimiento, en el que era torturado por seres oscuros que abuzaban de el cada que tenían oportunidad. Pero a la vez visualizaba una luz blanca tan brillante que sobrepasaba la oscuridad de aquel lugar y que podía ser su única salida.

El oscuro averno era invadido por los sosobrantes y espeluznantes susurros de las corrientes de aire.

En un gran castillo cubierto de un paisaje carmín cubierto en llamas pero que por dentro era un lugar de pesadilla. Demonios, sombras, almas en pena y gritos desgarradores que resonaban desde una habitación de tortura.

_¡¡¡Paren!!! ¡¡¡Por favor!!! ¡¡Paren!!_ gritaba un niño de ojos azules y cabello azabache azulado, siendo golpeado por los fuertes latigazos que uno de los seres oscuros le proporcionaba abriéndole la piel y dejando salir aquel líquido rojo. Mientras que los demás sólo observaban satisfactoriamente el sufrimiento del pobre niño que pedía a gritos que parasen.

_¡Jajajaja!, Pequeño y estupido humano, no acabes así nuestra diversión. Apenas hemos comenzado._

_¡¡¡Malditos demonios!!!._

_ Hu,Hu. Pero que tenemos aquí_ de repente el eco de unos tacones resonaron por aquel lugar de tortura obligando a todos a dirigir su vista al saber de quién provenía aquella voz, menos el pequeño que mantenía su cabeza agachada.

_Mi señor, Sir Alec. Segundo hijo legítimo del rey del inframundo, ¿qué lo trae por aquí?._ -pregunto con incertidumbre uno de estos siendo ignorado por aquel demonio que solo siguió de largo.

Aquel demonio color negro con cuernos grandes e imponentes y ojos rojos como la misma sangre, observaba la escena con diversión.

Lentamente acercándose al niño, levantó su mentón obligándolo a verlo, este tenía lágrimas en sus ojos azules que reflejaban una infinita rabia y profundo dolor. Lo que llamo más la atención de aquel demonio de ojos carmesí fue el alma del menor que aunque esta estuviera impregnada en oscuridad, se mantenía pura e innata.