_Como desees Ciel~. _-repitio el azabache en un seductor susurro acompañado de un giro que los inclinó levemente acercándo un poco los rostros de ambos que se quedaron mirando como si el tiempo se hubiera detenido y no existiera el resto de humanidad que los rodeaba.
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Narra Ciel.Aquel susurro lleno de seducción, estremeció todo mi cuerpo, dando como resultado el retumbar de mi corazón que latía a mil por segundo y aumentando el calor por todo mi cuerpo, situándose principalmente en mis mejillas que sentía arder como una olla hirviendo.
_¿Está bien, mi Lady? Su rostro está muy rojo._-dijo él con su estúpida sonrisa que inevitablemente veía como encantadora.
_¡Callate, no es nada! Ahora sacame de aquí._-grite avergonzado, girando mi rostro a otro lado para evitar aquellos ojos penetrantes que ahora provocan sensaciónes desconocidas para mí cuerpo.
_Como diga._-sin más remedio me saco de aquel lugar, dejandome en el balcon y ulteriormente regresando por unas bebidas.
Los minutos pasaban y consigo las bajas temperaturas que me estremecían haciéndome temblar cada que pasaba un vendaval, así que volviendo adentro de aquel lugar, encontré una escena que me hizo sentir incómodo haciéndome fruncir el ceño.
Sebastián estaba besando a una mujer, cuyos atributos expuestos se apegaban al cuerpo de él, y que parecía no hacer nada ante tal hecho.
Extrañamente salí lo más rápido que pude del salón encaminándome por los jardines de la residencia, siendo así cómo llegué a perderme entre la maleza, pero afortunadamente guiandome únicamente por la música instrumental de la fiesta pude encontrar el camino de vuelta.
Sin contar que a mí regreso me toparía con un extraño melodramático que me recordó a Grell pero mucho peor, ya que en cada paso que daba se insinuaba en llevarme a su habitación.
_Señor, puede abstenerse de hacerme tales propuestas en las que no estoy interesada._-resople con un tono molesto que solo hizo sonreír a ese sujeto de ojos violeta y cabello rubio. Pero debido a mi secreta identidad debía controlar las ganas de gritarle.
_Mi pequeño petirrojo deberías relajarte un poco. Apuesto a que te gustará_-"¿Petirrojo?"- quién se cree ese hombre para llamarme así y como que divertirme, además es muy grande para mí. Está loco.
_Con todo respeto ¿Sr.?._-pregunte.
_¡Ay por Dios! mis modales, mi nombre es Alister Cheimbers Druit, anfitrión de esta fiesta._-cuando al fin supe su nombre, mi mente quedó en blanco por cortos segundos mientras buscaba las palabras adecuadas para excusarme.
_.Eh, un placer Sr. Druit. Como le decía con todo respeto no me interesa estar con usted y menos ahora que me encuentro comprometida._
_Disculpe, no lo sabía._-excusandose se tocó la cabeza y luego me miró para decirme algo que debido a mi interrupción no pudo decir.
_Ahora lo sabe, así que si me permite debo retirarme._
_Claro mi pequeño petirrojo, espero volver a encontrarnos._-besando el dorso de mi mano se despidió.
Cuando por fin creí tener la tan anhelada paz, apareció él con las bebidas que supuestamente había ido a traer y que según él, se habían acabado. "Si cómo no". Pensé.
_Perdon por la tardanza, las bebidas se habían agotado y tuve que infiltrarme en la cocina._
_......._
_¿Srta?._
_No veo la necesidad de hacer tanto por una simple bebida._
_¿Por qué lo dice mi Lady?_
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I LOVE YOU.... SEBASTIAN
RomanceSebastian Michaelis es un joven empresario, exitoso, arrogante y mujeriego. Un hombre dueño de un gran harem de mujeres en las que una tras una caen rendidas a sus pies, siempre obteniendo lo que quiere a cualquier costo. Ciel Phantomhive, un adoles...