II

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Olivia no estaba tan tranquila. Sentía que su padre la dejaba de lado. O peor, que estuviera enojado con ella.

Daba vueltas por aquel cuarto. Odiaba ese lugar. La habían quitado de su cómodo departamento en New York para meterla en un sitio de antaño. Dejo a su compañero de piso para estar sola. Y sin pedirlo ni menos pensarlo, su vida dio un gran giro.

Camino hasta la mesa donde estuvo trabajando en la poción que fue desperdiciada. Vio lo que allí había, nada de eso estaba relacionado a su vida. Ahogo un grito de frustración, y antes que pudiera hacer una tontería, alguien llamo a la puerta. Pero no tuvo que preguntar, que el visitante ya estaba dentro.

—¿Qué quieres?— preguntó enojada.

Galaga paseo por el cuarto, y dio un bostezo. Paso por la cama, y llegó hasta el escritorio.

—Eres igual a tu padre.— dijo tomando una foto.—¿O a Circe? Ella si es hermosa, y me agrada más.

Olivia cruzó los brazos, e insisto en saber porque estaba ahí.

—Necesito saber dónde está tu mami.— respondió.

La joven bruja rodó los ojos, y camino hasta él para quitar la foto de su mano. Pero este, más rápido, la alzó por encima de su cabeza.

Un juego como ese no le molestaba viniendo de cualquier otra persona, pero no le caía bien Galaga. Cada vez que lo veía este saboteaba algo de ella. Desde que era niña y lo vio por primera vez hasta ahora que arruinó un trabajo de meses.

—Aunque tu papá es un fastidio, y se que me mataría por lo que voy a decir.— se inclinó.—Siempre te me hiciste linda Olivia.

—Dios, que fastidio.— exclamó.

Lo empujó, y olvidó el asunto de la fotografía. Le hizo una seña con la mano, indicando la entrada. No lo quería ver, quería volver a estar sola, y quizás así gritar un poco. O tan solo llorar.

Estaba conteniendo lágrimas de todo tipo, y no encontraba el momento adecuado para llorarlas. Extrañaba su antigua vida, y contaba cada segundo para volver a retomarla.

—Ya vete.— ordenó.

Galaga le hizo caso, pero se detuvo en la entrada.

—No sabes dónde esta ¿Cierto?

Ella negó, y él pudo jurar que sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Bueno, debes saber que Circe está en peligro. Al igual que el idiota de tu padre.— contó.

Cuando tuvo la intención de irse, Olivia lo detuvo. Dio en el clavo, ahora debía saber que era lo más que le llamaba la atención.

—¿Qué es lo que ocurre?— pregunto.—Papá me trajo acá y …

—¿Te tiene como una princesa en cautiverio?—

Olivia asintió de mala gana. Tener que darle la razón era algo detestable. Galaga la vio con cierta ternura, y despeino su corta cabellera en señal de paz.

—¿Qué sabes de Caeli?— pregunto, aunque no esperaba una respuesta clara.

Pudo notar como de inmediato se puso nerviosa. Algo sabía, y no parecía ser nada bueno.

—Creo que tuve una visión.— contó.— Hablé con Merlín sobre esto, pero él me dijo que no era nada.

Suspiro agotada. Le cansaba tener secretos de todo tipo. Primero aquellos sentimientos que parecían no correspondidos, y ahora una supuesta visión de un nuevo mal.

Destinados. [Tales Of Arcadia, Au. Douxie X Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora