Prólogo

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Desde lo ocurrido en la antigua guerra, antes de que la diosa Athena decidiera traernos de nuevo a la vida, yo... Hice mal al insultar y casi matar a mis compañeros.
Siempre e sabido que soy de un carácter muy impulsivo y la verdad nadie me culpa por eso, sólo esperan que pueda controlarlo, lo cual me parece imposible. Estaba viendo las estrellas, hasta que alguien llegó a sentarse a mí lado.

— ¿En qué tanto piensa él caballero de escorpio? - pregunto con una sonrisa.

— nada en especial maestro Dohko, sólo estaba contemplando el hermoso cielo azul y el santuario - le dije mientras veía hacia abajo en dirección de los demás templos del zodiaco.

— las estrellas son... Hermosas - fue lo que él me dijo mientras veía al cielo - tenemos un cielo más estrellado de lo normal - comento para después verme.

— mj... Tiene razón - le respondí.

— a ver Milo. ¿Qué sucede?, ¿Por qué lo evades?, ¿Por qué no le quieres hablar? - pregunto.

Cuando iba a responder sentimos un fuerte temblor, él maestro comenzó a empujarme mientras caminaba conmigo, hasta que vimos como los templos de arriba comenzaban a venirse abajo, sólo vimos unas luces pasar rápidamente, por lo cual un poco más calmados seguimos bajando hasta aries, antes de salir de aquel templo escuché algo, por lo cual rápidamente me moví para ir a buscarlo a pesar de los gritos desesperados que escuche de Mü al cual supuse no lo habían dejado seguirme.

De ahí no recuerdo nada más... Quedé inconsciente por un largo tiempo o, eso es lo que yo creó.

Continuará...

¿Milo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora