CAPÍTULO 49:EL MUNDIAL

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Pov Sofía

Han pasado tres meses desde los acontecimientos de la academia Alius.
Los amigos que nos ayudaron en nuestra aventura volvieron a sus respectivas escuelas.
El equipo terminó disolviéndose, aunque aún podía escuchar por la calle a gente que nos reconocía como el equipo más fuerte de todos.
Y no solo eso, nuestros compañeros anteriormente lesionados se habían recuperado totalmente de sus lesiones, y ahora ya volvían a entrenar con nosotros en el equipo.

El Raimon había vuelto a sus a sus entrenamientos diarios, y eso es lo que estaban haciendo todos ahora. Observé el entrenamiento con una sonrisa, satisfecha de que todos estuvieran tan compenetrados y centrados en el juego, divirtiéndose.

—¡Chicos, hacemos un descanso! —indicó Silvia a mi lado después de haber preparado las botellas y las toallas.

Todos dejaron de jugar, acercándose al banquillo tomando unas botellas de agua para poder refrescarse un poco.

Los observé a todos con una sonrisa, hasta que me fijé en Nelly. No estaba sonriendo, se encontraba con una mirada perdida, como si tuviera alguna preocupación profunda que la atormentaba.
Me acerqué a ella preocupada.
—Nelly, ¿ocurre algo?

La de cabellos cobre levantó la mirada, volteando a verme. Trató de sonreírme, negando con la cabeza.
—No, no te preocupes Sofía. —me aseguró. Volteó su cabeza, y entonces se percató de un detalle que se nos había pasado por alto a todos. —¿Eh?

Miré a donde ella observaba, como todo el equipo.

Bajo la sombra de un árbol se encontraba una chica viendo el entrenamiento. Era una chica de aspecto frágil, con el cabello violeta semilargo y semiatado, con unos ojos azules turquesa oscuro, del mismo color que su uniforme. Cuando se percató que la mirábamos, saludó con una ligera inclinación.

La observé durante unos segundos, porque esa chica se me hacía demasiado conocida. Finalmente mi cabeza hizo click. Al igual que la de Mark. Ya que ambos exclamamos simultáneamente un:
—¡Cammy-Cammy!

Nuestro chillido asustó a Cammy, y cuando me lancé a abrazarla se puso en tensión. Parecía no esperarse que hiciese eso.

—¡Que alegría volver a verte Cammy! —exclamé sonriendo a lo grande apartándome del abrazo de oso que le había dado.

Cammy nos miró a Mark y a mi, primero a uno, después a otro. En su rostro no había ningún atisbo de felicidad, alegría o sorpresa.
—Perdonad, ¿quienes sois?

Esa pregunta me cayó como una patada en el culo. Porque no me lo esperaba para nada. Miré a Mark, confundida. Mi hermano me devolvió la mirada.

—Soy Mark, y ella es Sofía. ¡los mellizos futbolistas! ¿No te acuerdas de nosotros? —preguntó Mark confundido.

—No, lo siento. —negó Cammy. —No se de que me estás hablando. Me habréis confundido con otra persona.

Miré a Mark aún más extrañada. Que se confunda uno de nosotros puede pasar, ¿pero los dos? No podíamos ser tan tontos, ¿verdad?

—Camelia.

La voz grave de un hombre adulto interrumpió nuestra conversación. Se trataba de un hombre con una gabardina, de rostro serio y unos ojos negros que nos miraban con seriedad y fijeza, casi asustaba. Su cabello morado oscuro tenía un flequillo que le tapaba uno de sus ojos.

—Papá.

Camelia se despidió con nosotros con una sacudida de mano, dirigiéndose con su padre para así marcharse del instituto Raimon.
Mark y yo observamos a los dos desaparecer completamente de nuestra vista. Entonces todo el equipo se acercó a nosotros buscando respuestas.

Inazuma Eleven:LOS INICIOS [Sofía Evans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora