VI

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Al final de cuentas no se realizó la exhibición de arte para atrapar a su admirador.

Jimin estaba en el club tomando un trago y charlando con sus amigos cuando se dio cuenta que el regalo usual aun no aparecía.

— Quizás el niño no vino hoy.— dijo Hoseok cuando vio a Jimin mirando alrededor.

— ¿Por qué no lo haría?

— Porque está enfermo.— sugirió Hoseok.— O demasiado ocupado para molestarse contigo, o él solo decidió que estaba aburrido de hacer regalos extravagantes a un total extraño.

— Cállate.— dijo Jimin.

La preocupación tensaba su estómago, no podía sacudirse la idea de que algo estaba mal. Vio a Jin y levantó un dedo para que se acercara. El guardia se acercó, una triste expresión en su usualmente alegre cara.

— Él no vino hoy.— dijo Jin a manera de saludo.

— ¿Qué sucede?

— Está en casa, con neumonía.

— ¿No debería estar en un hospital?.— Jimin sintió un escalofrío como si su cuerpo estuviera cubierto de hielo.

Ni siquiera se había encontrado con el hombre y sin embargo estaba desesperado  por asegurarse de que su admirador estuviera bien.

Jin se encogió de hombros.

— Jiho dice que está tomando medicamento para ayudar a limpiar sus pulmones. Lo que más necesita es descanso y mantenerse hidratado.

— ¿Dónde vive?

— No puedo darte esa información, eso puede costarme el trabajo.— dijo Jin. 

El tenso guardia veía a ambos lados mirando nerviosamente alrededor, como si esperará que alguien rápidamente demandara sus servicios y así poder alejarse de la mirada del Dom.

Jimin se puso de pie intimidando al guardia.— Ese es mi niño, está enfermo y voy a ir a cuidarlo. ¿Dónde vive?

Jin le dio la información que necesitaba.— Por favor no le digas a Jiho que yo te di su dirección.

— ¿Él vive con su hermano?

Jin asintió.— Para ahorrar costos.

— Solo una cosa más.— dijo Jimin.

— ¿Qué?

— ¿Cuál es el nombre de mi niño?

Jin se rió.— Jungkook, su nombre es Jeon Jungkook.

— Gracias.— Jimin palmeó la espalda de Jin divertido, mientras el guardia aprovechaba la oportunidad de irse en la dirección opuesta.

— Buena suerte.— le dijo Namjoon.

Jimin miró a su amigo que veía con interés a Jin alejarse. No era la primera vez que lo veía mirando al guardia. Quizás más de una pareja se formaría de esa experiencia.

— Dale un beso por mí.— dijo Hoseok.— Ouch, me volviste a pellizcar cariño.— dijo viendo a su pequeño Sum Taehyung.

— Te lo merecías demasiado, gracias Taehyung.— dijo Jimin tomando su chaqueta.— No le daré un beso por ti, pero se lo daré por mí.


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