⛓️Jikook ⛓️

XIV

Las manos de Jungkook temblaban mientras llevaba sus bolsas al ascensor. No tenía ningún mueble, así que en solo dos bolsas estaban todas sus pertenencias.

Tenía algunos cuadros que su hermano prometió llevarle más tarde cuando terminara con Yoongi, se alegraba de salir de la casa. Jungkook no deseaba estar ahí y oír a su hermano teniendo sexo con alguien.

Era la primera vez que Jiho llevaba a alguien y por las calientes miradas que intercambiaban, eso iba a ser una larga noche. Él tendría también su propia larga noche.

Llegando al frente de la puerta de Jimin, se preguntó si debería tocar, se sentía estúpido dado que podía vivir ahí, pero sentía demasiado informal solo entrar.

 Seguía debatiéndolo cuando la puerta se abrió y Jimin lo vio con una exasperada expresión.— ¿Te ibas a quedar ahí toda la noche?— posiblemente.

Sin otra palabra, Jimin tomó las bolsas de Jungkook y entró al apartamento. No sabiendo qué hacer, Jungkook lo siguió, Jimin llevó las bolsas a la habitación que Jungkook sabía era la extra y su corazón se cayó a sus pies. Quizás él malentendió el propósito, quizás, Jimin realmente no quería que estuvieran juntos como una pareja, quizás el hombre iba a entrenarlo como un Sum y entonces lo dejaría libre. Esa no sería la primera vez, si los rumores eran correctos.

Con el corazón hundido, Jungkook siguió al Dom que llevaba sus cosas.— ¿Este es mi cuarto?.— preguntó, viendo a Jimin dejar las bolsas al lado de una pulcramente arreglada cama. 

Jimin sacudió la cabeza.

— Este será tu estudio de arte. Dejo tus cosas aquí para no tropezarnos con ellas a mitad de la noche. Desocupé la mitad de la cómoda y te dejé lugar en el armario para lo que quieras colgar.

Jungkook se estremeció aliviado.— Quiero decirte cuánto lo siento.

— ¿Lo haces?.— la hermosa cara de Jimin tenía una expresión que Jungkook no podía determinar.

— Sí.

— Desnúdate.

Viéndolo fijamente, le tomó un momento darse cuenta que su amante era serio.— Hum, está bien.— con manos temblorosas se quitó la ropa.

— Dóblalas y déjala en la cama.

Jungkook siguió las indicaciones obedientemente.

—Párate correctamente.— Jimin ladró en un duro tono. Separando los pies al ancho de sus hombros, Jungkook juntó sus manos detrás de su espalda. Se puso duro bajo el escrutinio de su amante, mientras Jimin lo rodeaba igual que un gran felino a su presa.— Escucharás y hablarás sólo cuando se te pregunte directamente. ¿entiendes?

— Sí, señor.— Jungkook respondió en una suave voz. Estaba asustado de arruinar aún más las cosas, quería estar con Jimin y haría cualquier cosa para seguir con él.

— Me culpo de lo que sucedió en el club, si tú estuvieras seguro de mi afecto por ti no hubieras pensado ni por un segundo que un viejo amigo era un actual amante. Si supieras cómo me siento, no habría dudas en tu mente, porque nadie y quiero decir, nadie, nunca me ha impresionado como tú lo haces.— los ojos cafés de Jimin taladraban su interior.— He tenido muchos amantes, no puedo esconder eso, pero a ninguno he amado. Solo a ti. Siempre pensé que era así como yo era. Indiferente, insensible, pero ahora sé que era porque estaba esperando a la persona perfecta.— El Dom acunó la cara de Jungkook entre sus manos.— Estabas destinado a ser mío y no te dejaré ir.— Alguna gente podría preocuparse acerca del nivel de posesividad; Jungkook sintió un hormigueo recorrer su columna más duro que nunca antes. No quería dejarlo ir, así que no veía nada malo con el plan.— Jeon Jungkook. ¿Prometes ser mío y solo mío?

— Lo prometo.— Jungkook parpadeó para alejar las lágrimas mientras el Amo Park deslizaba su collar sobre su cabeza.

— Este collar simboliza entre nuestros amigos que me perteneces. ¿Lo aceptas de la manera que significa?

Sabía que Jimin le estaba preguntando si aceptaba ser su Sum. No había duda en su mente sobre la respuesta.

— Sí.

— Bien.— Jimin lo besó con sorpresiva ternura para un hombre tan grande y rudo. Mientras aún se recuperaba del beso, buscó en su bolsillo y sacó una gruesa banda de oro.— Dame tu mano izquierda.— Jungkook levantó su temblorosa mano.— Jeon Jungkook, quiero que uses este anillo como un símbolo universal de que me perteneces, cuando estemos listos, tendremos una ceremonia e invitaremos a amigos y familia, pero hasta entonces no quiero esperar para reclamarte. Quiero que todo el mundo sepa que eres mío. ¿Aceptas el anillo como una señal de que me perteneces a mí y solo a mí por el resto de nuestras vidas? 

Jungkook dejó salir un sollozo mientras su garganta se llenaba de lágrimas.

— Sí.— Eso fue todo lo que Jimin necesitó para deslizar el anillo en el dedo de Jungkook. Con un grito de alegría se lanzó a los brazos del Dom.

Jimin lo envolvió en un fuerte abrazo y lo sostuvo cerca

— Probablemente eres el peor Sum que nunca he tenido.— dijo con una gruesa voz.— De cualquier manera voy a mantenerte conmigo. Dudo incluso que llegues a ser un apropiado sumiso, pero eres perfecto para mí.

Jungkook se prometió intentarlo duro, no quería que Jimin tuviera que conformarse.

— Vamos a la cama.

Antes de que pudiera decir nada, el Dom lo levantó y lo sacó de la habitación de huéspedes hacia la habitación principal, a la gran cama.

— Voy a pintar tus paredes.— confesó Jungkook.

— Nuestras paredes y puedes pintar lo que quieras.— para un artista era mejor regalo que el anillo que aún sentía extraño en su dedo. 

Vio el dedo vacío de Jimin.

— ¿Tengo que darte un anillo también a ti?