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— ¿Crees que te enviará algo esta semana?.— Preguntó Namjoon viendo a Jimin morderse las uñas.

— No sé, pero estoy cansando de esta mierda. Mejor que se muestre pronto o voy a ir a cazarlo. 

Jimin no quería admitir el esfuerzo extra que se tomaba para verse mejor esa noche, esperando finalmente encontrarse con su admirador secreto. ¿Cuánto más iba a tardar? ¿Nunca conocería a este chico? Él ni siquiera había tocado a otro hombre desde que empezó a recibir regalos. Sentía que estaba mal el tener sexo con alguien más mientras su admirador secreto estaba mirando. No quería romper el corazón del hombre, al menos no hasta que lo conociera en persona.

Un camarero llegó a la mesa con un vaso de whiskey y lo dejó sobre una perfecta blanca servilleta y se alejó. No fue hasta que el camarero se fue que Jimin notó que había un pequeño dibujo de un hombre sosteniendo un látigo en una esquina. Estaba caprichosamente hecho e hizo que se riera mientras tomaba su bebida. Namjoon vio la servilleta.

— Bueno no es tan elaborado como los otros regalos, pero es dulce.

— Amo Park.

Jin estaba de pie frente a él sosteniendo el más exquisito florero que él hubiera visto. El guardia lo dejó antes de sacar una hoja de papel.

— Él está preocupado de que creas que las flores sean muy de chicas, así que me instruyó a que te dijera el significado de las mismas.

Jimin escuchó el discurso del guardia mientras tocaba el suave vidrio. El florero era transparente en la base, pero tenía remolinos mezclados de azul y verde, y una amplia franja de dorado que resplandecía incluso con la amortiguada luz del club. Jimin no tenía ninguna pieza de cristal artístico y nunca pensó tener alguna, pero sabía que este tendría un lugar en su casa, justo en la entrada.

— ¿Él lo hizo?.— Eso era importante para Jimin.

Cualquiera podía ir y comprar algo, pero su admirador secreto se había esforzado para hacer personalmente todos sus regalos. Su devoción al hacer los regalos a Jimin, hacía que se sintiera especial incluso con lo frustrado que estaba por el secreto de su admirador.

Jin se río.— Sí, y tiene quemaduras para probarlo.

— ¿Está lastimado?.— La preocupación se disparó en Jimin.— Llévate esto de aquí y déjame verlo.

— Él está bien.— dijo Jin.— Y aún no está listo para encontrarse contigo.

— ¿Por qué no? ¿Qué está mal con él?

— No hay nada mal con él, Amo Park. ¿No lo entiendes?

— ¿Entender qué?

— Él te está cortejando

Jimin apenas resistió la urgencia de golpear en la cara al guardia.— Estoy cansado de ser cortejado. Estoy listo para una reunión cara a cara.

— ¿Hay un problema aquí?.— Jiho, el propietario del club se acercó a la mesa. El hombre era imponente por donde lo vieras. Sus ojos se iluminaron cuando vio el florero.— Wow, esto es hermoso.— Se rió.— Es en cierta manera mejor que las cosas que hace mi hermanito y lleva a casa. No sé por qué lo hace si no es su medio, pero últimamente el chico ha estado en todos los lugares. Infiernos. Las semanas pasadas él hasta ha estado bordando, dice que "Quiere expandir sus conocimientos".— dijo Jiho marcando las comillas en el aire.

Jin se congeló a su lado.

Jimin sonrió.

— ¿Y qué edad tiene tu hermanito?.— preguntó Namjoon.

Aparentemente Jimin no fue el único que imaginó que era él.

— Acaba de cumplir veintidós. Es asombroso, logró entrar a una snob escuela de arte con beca completa, el único de la familia con algún talento.

— ¿Cuál es su especialidad?.— Jimin trató de sonar calmado mientras su corazón se aceleraba en su pecho.

— ¿Huh?.— preguntó Jiho, sus ojos pegados al caliente trasero de un chico que pasó en ajustados pantalones de piel.

— Tu hermano, dices que el vidrio y el bordado no es su especialidad.— le recordó Jimin.— ¿Cuál es?

— Oh, el dibujo. Es un asombroso artista, él prefiere lápices de colores, pero puede usar cualquier cosa, incluso pintura. Va a ser famoso algún día. Sé eso.— Jiho casi brillaba por el orgullo que le provocaba su hermano mientras una sonrisa se formaba en su cara.

— ¿Tu hermano viene a menudo al club?.— preguntó Hoseok en un tono casual que para nada engañó a Jimin.

— ¡Señor, no! Ni siquiera lo dejo entrar.— Jiho frotó su mentón.— Bueno, los sábados viene a hacer su tarea, pero no lo dejo entrar al club, propiamente dicho. Él solo entra a mi oficina, nuestro horarios realmente no se conectan bien durante la semana, va a clases muy temprano en las mañanas, y él ya se fue para cuando yo regreso.— Jiho sacudió la cabeza recordando lo que había estado hablando antes.— Pero suficientemente acerca de mí. ¿Por qué tienes flores?

— Un regalo de un admirador.— Dijo Jimin con una sonrisa. Un admirador que él iba a conocer muy pronto.

— Bueno, son hermosas.— Jiho se giró hacia Jin.— Regresa a trabajar, chico.

— Sí señor.— Jin se dio media vuelta y se fue.

Jiho inclinó la cabeza cortésmente, dijo buenas noches y se fue a revisar a otros clientes.

Jimin levantó su vaso hacia las cámaras de seguridad.

— Ahora que sabes quién es el niño. ¿Cómo vas a hacer para atraparlo?— Preguntó Namjoon.

— Fácil.— Jimin le sonrió a Hoseok.— ¿No quieres arreglar una exhibición con los estudiantes de arte locales?

Hoseok casi se ahoga con su bebida.— Advierte la siguiente vez.— Sucumbió a la mirada de Jimin.— Bien, pero solo una galería y habrá un concurso o algo así. No voy a llevar mierda.

— Muy justo. Sé que debe de haber asombrosos artistas locales porque alguien con talento le enseña a mi niño.

— ¿Quién dice que él es tu niño?— preguntó Namjoon.— Quizás ni siquiera lo quieras después de todo esto.

Jimin no podía explicar cómo sabía que tenía la intención de estar con el asombroso hombre que le había enviado tan detallado regalos.— Confía en mí, cualquiera que se tome tanto esfuerzo para hacer feliz a un Dom que ni siquiera es el suyo, te aseguro que será un asombroso Sum.


⛓️Jikook ⛓️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora