VIII

781 92 0
                                    

Pasaron tres semanas antes de que Jungkook se sintiera mejor. Le había prometido a Jiho que no iría con Jimin hasta que pudiera ponerse de pie sin tambalearse. Su hermano estaba preocupado de que si no estaba físicamente fuerte era más probable que cediera a las demandas de Jimin.

Lo que Jiho no sabía, era que Jungkook era quien voluntariamente estaba dispuesto a darle a Jimin todo lo que él quisiera, enfermo o no.

Su hermano no entendía su obsesión por Jimin y él no quería explicárselo. Algunas cosas no se pueden discutir, especialmente no con tu psicóticamente protector hermano mayor. Jimin había dejado su número en la sopa, Jungkook con manos temblorosas había arrugado el pedazo de papel.

Quería tanto al hombre que le dolía el pecho, pero ¿Qué si él cometía un error? Mierda, ¿Qué si hacía algo y lo perdía? A pesar de su inocencia, Jungkook estaba capacitado para aprovechar las oportunidades, después de todo, le había tomado mucha determinación hacer del arte su carrera de vida.

A pesar de su determinación, los dedos de Jungkook temblaban mientras marcaba los números en el teléfono.

— ¿Te sientes mejor bebé?.— El shock de la profunda voz de Jimin casi hace que a Jungkook se le caiga el teléfono. Esperaba el correo de voz, no al hombre de sus sueños.

— Um, h-hi.— le dijo.

Podía golpearse la cabeza contra la pared por lo patético de su respuesta, era un idiota, un idiota enamorado, pero finalmente un idiota.

— Hola.— Jungkook podía oír la diversión en la voz del Dom, el sonido de papeles moviéndose y una voz en el fondo.

— Oh, lo siento. Nunca pensé que podría molestarte en tu trabajo, claro que ibas a estar ocupado a la una de la tarde.

— Shhh, detente.— La voz de Jimin estaba cerca del borde de un Dom esperando instantánea obediencia. Jungkook dejó de balbucear, ni siquiera lo pensó. Fue una respuesta automática a un macho dominante.— Quiero que prepares una bolsa pequeña de lo que sea que necesites para sobrevivir el fin de semana y te encuentres conmigo en mi condominio.— Jimin le dio la dirección mientras Jungkook rápidamente la escribía.— Ya llamé al conserje y le dije que te deje entrar. Cuando llegues ahí quiero que te pongas cómodo, llegaré a casa a las cinco. Piensa acerca de cómo quiero ser saludado, nos vemos entonces.

La conexión terminó.

— ¡Mierda!.— Eso era lo mejor y lo peor que Jungkook esperaba.

Pensó que quizás ellos se conocerían mejor por teléfono o quizás por e-mail, no esperaba que Jimin le ordenara ir a su casa a pasar la noche, si sus nervios lo tenían temblando antes, ahora estaban al doble.

Jungkook tomó una bolsa del armario, lanzó unos jeans, algunas camisetas que él había pintado, no se molestó en la ropa interior dado que nunca había usado esas cosas.

Lo único que le molestaba era que no sabía lo que Jimin quería de él, preocupado por eso llamó a un taxi y se fue.



⛓️


Pov Jimin


Jimin no podía lograr que el resto del día pasara lo suficientemente rápido, él pensar que finalmente tendría en sus manos a su nuevo Sum le hacía difícil enfocarse en los negocios que era donde debía de estar.

Su personal se sorprendió cuando no se enojó cuando un cliente canceló en el último minuto.

— Esas cosas suceden.— tranquilizó al cliente.

Normalmente no le hubiera dado otra oportunidad de brindar sus servicios al cliente. La compañía de Jimin ofrecía encontrar las dificultades en las compañías con problemas, con una reputación sin paralelo, él podía escoger a sus clientes y tenía una larga lista esperando sus servicios. La mayoría del tiempo, no les daba a los clientes una segunda oportunidad, pero el hombre al teléfono había argumentado una emergencia familiar y podía imaginar la expresión de Jungkook si le decía que había rechazado a un hombre que se había tomado un tiempo libre para cuidar a su hija enferma.

Después de colgar, su asistente Yona entró precipitadamente al cuarto con los ojos abiertos.— ¿En serio le dijiste al señor Choi que podría reprogramar su cita?

— Sí.

— ¿Pero por qué? Nunca reprogramamos citas.

No quería decirlo, pero Yona había estado con él desde el comienzo de la compañía, cuando ambos llevaban el almuerzo en una bolsa para ahorrar dinero.

— Porque no puedo ir a casa y decirle a Jungkook que dejé que la compañía de un hombre se arruinara porque se tomó tiempo libre para cuidar a su hija enferma.

— ¿Quién es Jungkook y cómo podemos mantenerlo alrededor para que te haga más humano?.— preguntó Yona con un brillo de inocencia en su mirada.

Jimin le dio un falso gruñido.— Jungkook es...— Realmente no sabía cómo explicarle quién era Jungkook. Él ni siquiera era aun oficialmente su niño.— No te preocupes por Jungkook, solo asegúrate que no tenga interrupciones durante el fin de semana. 

Con una última mirada a su asistente, Jimin dejó la oficina.



⛓️Jikook ⛓️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora