Magnetismo《Black Hat X Lectora》2° Libro

Capitulo 4

Ser humana es la mierda.

Sin ofender a los humanos pero, por más sencillo que pensé que seria todo, no, no es así.

Ojalá las cosas fueran tan sencillas a como lo imagine.

Siento que me canso con tanta facilidad.

Ojo, con esto no quiero decir que no me canse cumpliendo con las absurdas ordenes del demonio sino que no me sentía tan agotada como el día de hoy.

Ya estaba finalizando el día y después de el momento tenso de temprano con mis compañeros de trabajo preparé el café de Black Hat y aproveche para comer algo rápido para seguir

Tuve que darle de comer dos veces a la víbora que tiene de mascota el jefe por que quería escapar de la casa a comer más y la última vez que lo hizo casi se come a un cliente.

A Black Hat le da igual pero, Flug me pidió que lo ayudará a evitarlo por que era uno de los clientes platinos, osea, de esos clientes como Gustave que soltaban billete como si la cantidad de dinero que tuvieran fuera infinita.

Y hoy pasó algo similar.

Con la diferencia que no tuvimos que salir de la mansión esta vez y aprehendimos al animal dentro de ella.

- ¿Diste con las pastillas al final? - me preguntó Flug con curiosidad mientras caminábamos con la víbora inconsciente en nuestros brazos. -

- No, - respondi con algo de desgano pero, al final él no tiene nada que ver con lo pasado entre yo y el jefe. - Black Hat de alguna manera supo lo que tenia en mente y el mismo lo hizo. - le explique sin decirle que habia despertado llena de moretones y que yo con mi ansiedad en los cielos le pedí ayuda para terminar así. -

- Ten cuidado, - me recomendó, yo iba a su lado asi que ambos estábamos relativamente cerca él uno del otro. - tu cuerpo va a reaccionar muy mal a la falta de tus poderes, - explico. - podrías desarrollar alguna condición por no tenerlos por que tu cuerpo carece de algo que solía tener siempre.

Que afortunada soy.

Entonces soy aun más débil que un humano regular.

- ¿Como que podría pasarme? - pregunté deteniéndome a lo cual él hizo también para vernos por un instante. -

- No es algo definido, - replicó. - varia con el individuo, - y en ese instante pareció no querer decirme que tal eran las cosas. - desde epilepsia hasta cosas más serias como alguna falla neuronal o condiciones poco comunes.

Quedé pensativa por un segundo y ambos quedamos de pie en medio de uno de los tantos pasillos de la mansión.

- Por ahora no he sentido nada, - confesé con algo de preocupación. - y espero que cuando pase no sea fuera de la vista del jefe. -

- Espero que si, - me apoyó y ambos comenzamos a caminar. - Demencia no procesa que has cambiado, no te reconoce. - recalcó. -

Ay, mi amiga Dem.

Lo que más me frustra es que si me llevaba bien con ella, me costo hacerlo y ahora tengo que iniciar de cero otra vez.

Tanto yo y Flug nos mantuvimos en silencio hasta que dejamos a Little Jack en su cuarto especial que parece una versión compacta del Amazonas y cerramos con seguro la puerta.

No pude evitar soltar un suspiro que delataba mi agotamiento tanto mental y físico.

- Flug, - llame su atención. - perdón por meterte en mis problemas e inseguridades. - le dije y se que él ya esta sometido en mucho estrés y yo no he hecho nada más que empeorar eso. -