Capitulo 5

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- ¿Nunca te has cortado el pelo, Rapunzel? - comentó de la nada Black Hat mientras leía sin falta el periódico del día. -

Pasaron dos semanas desde lo que pasó en el laboratorio y para el desfortunio del demonio y la chica los desmayos se volvieron algo que pasaba de vez en cuando, algo un poco incontrolable.

Bueno, ¿Acaso le podía quedar de otra ambos?

Mientras, el ente se siguiera negando a volver a su empleada a la normalidad ella seguiría así hasta que su cuerpo mostrará algún cambio físico que anuncie que sus poderes están floreciendo en ella de nuevo.

En algun momento su pelo mostraría mechones grises y sus ojos se irían aclarando pero, mientras ella no hiciera ese cambio sus desmayos estarían presentes al igual que los fríos repentinos que tenia.

Habían días en los que solo se mareaba y sentía debil pero, en otros...

En otros días Black Hat realmente pensaba que debía volverla a su eléctrico ser por que podía desmayarse dos o cuatro veces, si bien ella volvía en cuestión de cinco minutos (lo más en veinte) tenia que ver como tenia una perdida de memoria parcial al abrir los ojos y siempre era así.

Ella ya habia detectado cuando iba a tener un desmayo (en veces, la mayor parte del tiempo solo se caía), a parte de sentir mucho frío, le daban tics o se mareaba mucho (en el peor de los casos, ambas), cabe aclarar que ninguno de los tics era vocal (por suerte por que la chica había pensado muchas veces que podía terminar diciendo "maldito negro" y obvio iba a ser un problema inmenso).

Black Hat por muy disimulado que se hace respecto a ello también sabia cuando su asistente iba a caer al suelo y si estaba de humor prevenia que se golpeará pero, casi siempre ella terminaba cayendo dándose tremendo golpe contra el suelo.

Una vez termino como unicornio citando las palabras del ente que cada que recordaba el suceso reía.

Se golpeó la frente y quedo con la marca inflamada por unos tres días.

- Si, lo hecho, - contestó ella y al igual que él no dejo de estar en lo suyo por hablarle. - solo que me crecía demasiado rápido, en menos de una hora lo iba a tener igual que antes del corte. - le explico brevemente mientras revisaba varios papeles de venta y en una libreta grande anotaba el total de compras y otros detalles. -

- Justamente como la psicótica obsesiva de Demencia, - opinó. - por eso siempre lo anda hecho un estropajo.

Ella solo continuó su trabajo, se habia sentido bastante bien de manera física y lo iba a aprovechar por que en cualquier momento eso podría cambiar y el trabajo le iba a ser difícil de terminar cuando eso pasará.

Ahora la gaveta donde ella solía mantener guantes o otras cosas por si un caso que estaba justo en el lado del escritorio en el que ella trabajaba al lado de su jefe tenia unos parches calentadores de manos por que aunque desearía dejar de trabajar cuando se sentia mal no lo iba a hacer por que ya sabemos.

Sonaron dos toques de puerta interrumpiendo el silencio de la oficina.

- Pase, - respondió al sonido. - mas te vale que sea algo bueno para osarte a venir justo ahora a interrumpir mi lectura. - amenazó sin despegar su vista del papel periódico que tapaba su rostro por completo. -

Entro Flug a la oficina cerrando la puerta detrás suyo.

- Perdón que interrumpa su lectura, jefecito. - se disculpó antes de acercarse más al escritorio. -

El demonio gruñó y cerró su periódico de una vez por todas poniéndolo en el mueble delante suyo.

- ¿Que tienes que decir que sea tan importante? - le cuestionó frunciendole el ceño, que disgusto que siempre uno de sus empleados lo interrumpiera en lo que fuera que estuviera haciendo. -

Magnetismo《Black Hat X Lectora》2° LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora