Capitulo 3

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- Deja de reirte, - le pedí desesperada, si antes con poderes me sentía vulnerable ante él ahorita me sentía completamente indefensa. - ¿Que me has hecho? - pregunté, tenia que saber si esto iba a ser permanente o temporal. -

Me siento como un comediante en un stand up que acaba de humillarse a si mismo solo para entretener a los que están frente a él.

Desapareció de mi vista pero, se que esta en la habitación no se ha ido, aquí se sigue sintiendo el ambiente tan tétrico que deja su presencia a donde sea que este.

- No quiero jugar, Black Hat. - le reclame pero, ni sé por que lo digo, él siempre hace lo que quiere. -

Estoy a punto de desbordar en llanto de nuevo, que bien he iniciado el día de hoy.

- No es como si alguna vez hayas querido hacerlo. - escuche su voz contestarme. -

Mire a mi alrededor frenéticamente, me di vuelta y camine buscándolo, mis pasos eran silenciosos por ahora ya que andaba descalza.

Este demonio va a dejarme como la paciente perfecta para un sanatorio.

- Voy a terminar peor que Demencia y lo vas a odiar. - lo amenace para ver si aparecía. -

- ¿Me vas a terminar admirando como un dios? - soltó irónico, vaya que si se trata de molestarme o incomodarme él es un profesional en ello. - ¿O acaso vas amarme tanto que hasta te va a doler? - preguntó y una sensación extraña me pasó en el cuerpo cuando dijo eso. -

Era como cuando estaba nerviosa y soltaba chispas pero, de una manera distinta.

Que raro era que mi cuerpo expresará mis emociones sin electricidad.

Arrugue el ceño, no me gustaba esto de que mis nervios fueran demoatrados con latidos rápidos y tensión en mi cuerpo.

Estaba de pie frente al ventanal, casi igual de estática que un maniquí esperando a que se fuera o que apareciera.

- Ni por cerca me referia a eso. - me explique con dificultad, sentía que el miedo se habia apoderado de mi cuerpo y no podia controlarlo. -

Senti algo tocando mi pelo.

Temble al sentirlo.

- Es curioso que ahora si puedo tocar tu cabello sin sentir que me das pequeños choques eléctricos. - comentó cambiando el tema para deshacer la moña que me había hecho para dormir ayer. - Saldré a vigilar sin ti, - mencionó y eso no me calma para nada. - no planeo exponerte sin poderes, - me informo, ¿A poco le importo tanto, pitbull negro? - es un riesgo que prefiero evitar, odiaria arruinar mi traje en batalla. - aclaró como si quisiera que yo no pensará que lo hace por cuidarme. -

Ya captamos que tu ego esta más alto que el cielo y tu vanidad, ya ni hablemos.

Yo no se cuanto podrían costar los trajes de Black Hat pero, no me asustaría si cuestan más que mi vieja casa.

En especial esos que manda a diseñar a su medida para eventos especiales.

Ni modo, ¿Que puedo hacer yo a estas alturas? Nada, quedarme y esperarlo.

¿Al menos tengo paz?

- No entiendo por que no me agradeces por cumplir con tu absurdo capricho. - se burló de mi, él esta más que claro de lo que hizo el desgraciado. -

Di media vuelta para verlo, no pude evitar hacer una mueca de ironía.

- Muchas gracias por cumplir mis sueños, mi Lord. - solte con sarcasmo. -

- Un placer. - contestó y su sonrisa estaba tan bien dibujada, por un momento hasta podría decir que estaba feliz. - Nos vemos luego, te tengo monitoreada y puedes ordenar comida cuando tu ahora cuerpo humano lo necesite. - me recordó y esta vez si se fue. -

Magnetismo《Black Hat X Lectora》2° LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora