Oficial de policía, Emma Díaz.
Día y noche encerrada investigando todo, cada movimiento y cargamento.
Infiltrados, hago de todo y simplemente nada...
No hay nada...
Que tan astuta es ella, no entiendo porque.
Supe que tenía buena habilidad de investigación y hacer planes, pero he dado todo simplemente no la encuentro.
Y por alguna extraña razón, es que no puedo odiarla, no puedo odiar a nadie.
Creo que no se equivocó cuando dijo que yo era muy noble.
Y no se porque, pero últimamente la pienso demasiado.
No entiendo cómo es que ella desapareció de la nada.
La investigación de esto me está poniendo mal.
Y no es bueno que me encuentre de esa manera.
Una voz femenina me saco de mis pensamientos, y vi que era Jessica entrando.
Si, la hermana de Emily, la hermana de la chica que dió todo por mi hasta lo que no tenía, y simplemente la dejé ir.
—Eh! Emma! Despierta!— Chasqueaba sus dedos alrededor de mi rostro, y yo abrí mis ojos lentamente, la Vi y por un momento pensé que ella dos eran bastante parecidas.— Oye deberías de descansar te estás esmerando demasiado en la investigación.—
Si, la verdad me estaba esforzando demasiado, y Jessica una excelente policía, bueno... Las mejores de allí, nos estamos haciendo a cargo y pues, cómo es de verse no hemos encontrado casi nada de la Señorita Luna...
Jessica y yo nos conocimos gracias a su hermana, al principio nos tratamos bien, después peleamos, nuestra gran amistad no comenzó de las mejores maneras.
Pero desde la desaparición de Emily todo cambio...
Jessica amaba a su hermana mayor, la adoraba, ambas tenemos la misma edad, todavía me pongo a pensar lo rápido que pasó el tiempo, en ese entonces cuando nos conocimos teníamos 14 años, y ahora 40... La verdad ya los años no estaban cayendo encima.
Cuando Emily desapareció ambas teníamos 20.
Tuve cinco años para valorarla cómo era y simplemente no lo hice.
No sé en qué carajos pensaba.
— Sabes Emma... A veces me acuerdo de Emi, no se si tú lo haces... Desde que ella desapareció, todo se fue a la mierda.— No mentia, la verdad Jessica tenía toda la razón, todo fue empeorando con el paso de los días, levanté la cabeza y la mire, pose mis brazos en el escritorio y Vi que traia dos cafés grandes.— Toma, el mío es negro, pero a ti te traje con leche.—
No sé porque pero Jessica se volvió una gran amiga para mí, y todos los días le pido a Dios que le permita ver de nuevo a su hermana.
— Gracias Jessi, no te hubieras molestado...— Tome el café entre mis manos y decidí tomar un sorbo, no he comido muy bien estos días, y si de por sí yo soy delgada ahora estoy peor.— Y sobre Emi, no sé pero últimamente no la he dejado de pensar, siempre he pedido que la vuelvas a ver una vez más...— No menti, la verdad se que fue un amor adolescente y esas cosas, pero me gustaría verla para resolver cosas que lastimosamente dejamos a medias.
A veces me pongo a pensar en todo lo que pasó entre nosotras...
O hasta en qué ella viajo solo para verme, solo para tenerme de frente...
Esos años fueron lo mejor que me pudo pasar fue lo mejor, nunca diré que no...
— Recuerdas cuando hicimos ese viaje? Jejeje, ella siempre me dijo que cuando fuera mayor de edad ella te vería...— Guardo silencio y bajo la mirada, luego escuché un sollozo de su parte.— Tiempo después ella desapareció junto con Jean, Reidar y Cris...— Esto último lo dijo llorando, mordía mis labios lo cual hizo que soltará un quejido, se fue junto con su ex novio, y sus dos mejores amigos, tristemente se los llevo consigo.
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.+•°El Diablo No Negocia °•+.
General Fiction- Es tan inevitable no sentir estás cosas hoy en día, el vacío que queda cuando tienes las mejores mansiones pero ya no están esas personas que le hacian luz a tu malvado corazón. - Cuentan los más sabios, que no importa que tan malo se puede llegar...